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Hannah Arendt L o s o r í g e n e s d e l t o t a l i t a r i s m o 316Trotsky precisamente porque había decidido utilizar esta técnica 4 . En la Alemania nazi, unatendencia similar hacia la revolución permanente resultaba claramente discernible, aunque <strong>los</strong> nazisno tuvieron tiempo de realizarla en el mismo grado. De forma suficientemente característica, su«revolución permanente» también comenzó con la liquidación de la facción <strong>del</strong> partido que se habíaatrevido a proclamar abiertamente la «próxima fase de la revolución» 5 ; y precisamente porque «elFührer y su vieja guardia sabían que la verdadera lucha había empezado justamente» 6 . Aquí, enlugar <strong>del</strong> concepto bolchevique de revolución permanente, hallamos la noción de una «selección(racial) que nunca puede permanecer inmóvil» y que, por consiguiente, requiere una constanteradicalización de las normas por las que se realiza la selección, es decir, el exterminio de <strong>los</strong>incapaces 7 . El hecho es que, tanto Hitler como Stalin, formularon promesas de estabilidad paraocultar su intención de crear un estado de inestabilidad permanente.No podría haber habido mejor solución para las perplejidades inherentes a la coexistencia de unGobierno y de un movimiento, de una reivindicación totalitaria y de un poder limitado en unterritorio limitado, de una pertenencia ostensible a una comunidad de naciones en la que cada unarespeta la soberanía de las demás y la aspiración a una dominación mundial, que la de esta fórmulaprivada de su contenido original. Porque el dirigente totalitario se ve enfrentado con una doble tareaque al principio parece contradictoria hasta el punto <strong>del</strong> absurdo: ha de establecer el mundo ficticio<strong>del</strong> movimiento como una realidad tangible y operante de la vida cotidiana y, por otra parte, tienecrática en el partido y «habían de servir como sustitutivo de las auténticas elecciones» (DEUTSCHER, op. cit., pp. 233y 234). Puede hallarse un excelente y breve informe sobre el desarrollo de las purgas en un reciente artículo deAvtorjanov que refuta también la leyenda según la cual fue la muerte de Kirov la que dio paso a la nueva política. Lapurga general había comenzado antes de la muerte de Kirov, que no fue más que «un pretexto conveniente paraproporcionarle un impulso suplementario». A la vista de las numerosas circunstancias «inexplicables y misteriosas» querodearon el asesinato de Kirov cabe sospechar que el «pretexto conveniente» fue cuidadosamente planeado y ejecutadopor el mismo Stalin (véase «Speech on Stalin», de KRUSCHEV, The New York Times, 5 de junio de 1956).4 DEUTSCHER, op. cit., p. 282, describe el primer ataque a la «revolución permanente» de Trotsky y lacontraformulación staliniana <strong>del</strong> «socialismo en un solo país» como accidente de manipulación política. En 1924, el«objetivo inmediato [de Stalin] era desacreditar a Trotsky... Buscando en el pasado de Trotsky, <strong>los</strong> triunviros tropezaroncon la teoría de la “revolución permanente”, que había formulado en 1905... En el curso de esta polémica fue cuandoStalin llegó a su fórmula <strong>del</strong> “socialismo en un solo país”».5 La liquidación de la facción de Röhm en junio de 1934 fue precedida por un breve intervalo de estabilización. Alcomienzo <strong>del</strong> año, Rudolf Diels, jefe de la Policía Política de Berlín, podía informar que ya no había más detencionesilegales («revolucionarias») por obra de las SA y que estaban siendo investigadas detenciones anteriores de este tipo(Nazi Conspiracy, U.S. Governement, Washington, 1946, V, página 205). En abril de 1934, Wilhelm Frick, ministro <strong>del</strong>Reich para el Interior, antiguo miembro <strong>del</strong> Partido Nazi, promulgó un decreto por el que se establecían restricciones ala «custodia protectora» (ibíd., III, p. 555) en consideración a la «estabilización de la situación nacional» (véase DasArchiv, abril de 1934, p. 31). Este decreto, sin embargo, jamás fue publicado (Nazi Conspiracy, VII, p. 1099; II, página259). La Policía Política de Prusia había preparado en 1933 un informe sobre <strong>los</strong> excesos de las SA, destinado a Hitler yen el que sugería que fueran perseguidos Ios jefes de las SA allí mencionados.Hitler resolvió la situación matando a aquel<strong>los</strong> jefes de las SA sin un procedimiento legal y destituyendo a todosaquel<strong>los</strong> funcionarios de la Policía que se habían opuesto a las SA (véase la declaración jurada de RUDOLF DIELS,ibíd., V, p. 224). Dé esta forma se salvaguardó a sí mismo contra toda legalización y estabilización. Entre <strong>los</strong> numerososjuristas que sirvieron entusiásticamente la «idea nacional socialista» fueron muy pocos <strong>los</strong> que comprendieron lo queestaba realmente en juego. A este grupo pertenece fundamentalmente THEODOR MAUNZ, cuyo ensayo Gestalt undRecht der Polizei (Hamburgo, 1943) es citado con aprobación incluso por aquel<strong>los</strong> autores que, como Paul Werner,pertenecían al selecto Führerkorps de las SS.6 ROBERT LEY, Der Weg zur Ordensburg (sin fecha; alrededor de 1936). «Edición especial... para el Führerkorps <strong>del</strong>Partido... No para venta libre.»7HEINRICH HIMMLER, «Die Schutzstaff el», en Grundlagen, Aufbau und Wirtschaftsordnung desnationalsozialistischen Staates, Nr. 7b. Esta radicalización constante <strong>del</strong> principio de la selección racial puede serhallada en todas las fases de la política nazi. Así, <strong>los</strong> primeros en ser exterminados fueron <strong>los</strong> judíos íntegros, seguidospor <strong>los</strong> de media casta y por <strong>los</strong> que sólo tenían una cuarta parte de ascendencia judía; o primero <strong>los</strong> locos, seguidos de<strong>los</strong> enfermos incurables y, eventualmente, por todas las familias en las que existiera algún «enfermo incurable». La«selección, que nunca puede permanecer inmóvil», no se detuvo ni siquiera ante las mismas SS. Un decreto <strong>del</strong> Führer,de fecha <strong>del</strong> 19 de mayo de 1943, ordenaba que todos <strong>los</strong> hombres ligados a extranjeros por lazos familiares, pormatrimonio o por amistad fueran eliminados <strong>del</strong> Estado, <strong>del</strong> partido, de la Wehrmacht y de la economía; estadisposición afectó a 1.200 jefes de las SS (véanse <strong>los</strong> archivos de la Biblioteca Hoover, carpeta de Himmler, legajo330).

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