12.07.2015 Views

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Hannah Arendt L o s o r í g e n e s d e l t o t a l i t a r i s m o 338apoderarse de la maquinaria <strong>del</strong> Estado sin amalgamarse con ella queda resuelto permitiendoelevarse a la jerarquía <strong>del</strong> Estado sólo a aquel<strong>los</strong> miembros <strong>del</strong> partido cuya importancia para elmovimiento resulte secundaria. Todo el poder real queda centrado en las instituciones <strong>del</strong>movimiento, y fuera <strong>del</strong> Estado y <strong>del</strong> aparato militar. Es en el interior <strong>del</strong> movimiento, que siguesiendo el centro de la acción <strong>del</strong> país, donde se elaboran todas las decisiones; a menudo, <strong>los</strong>servicios de la Administración civil no son siquiera informados de lo que está sucediendo, y a <strong>los</strong>miembros <strong>del</strong> partido con la ambición de elevarse a la categoría de ministros se les paga en todos<strong>los</strong> casos, por semejantes deseos «burgueses», con la pérdida de su influencia en el movimiento y <strong>del</strong>a confianza de sus jefes.El <strong>totalitarismo</strong> en el poder utiliza al Estado como su fachada exterior, para representar al país enel mundo no totalitario. Como tal, el Estado totalitario es el heredero lógico <strong>del</strong> movimientototalitario, <strong>del</strong> que obtiene su estructura organizativa. Los dominadores totalitarios tratan con <strong>los</strong>Gobiernos no totalitarios de la misma manera que trataban con <strong>los</strong> partidos parlamentarios o con lasfacciones internas <strong>del</strong> partido antes de su elevación al poder y, aunque en una más amplia escenainternacional, se enfrentan de nuevo con el doble problema de proteger al mundo ficticio <strong>del</strong>movimiento (o al país totalitario) <strong>del</strong> impacto de <strong>los</strong> hechos, y de presentar una apariencia denormalidad y de sentido común ante el mundo exterior normal.Por encima <strong>del</strong> Estado y tras la fachada de poder ostensible, en un haz de organismosmultiplicados, subyacente a todos <strong>los</strong> desplazamientos de autoridad y en un caos de ineficiencia,descansa el núcleo <strong>del</strong> poder <strong>del</strong> país, <strong>los</strong> supereficaces y supercompetentes servicios de la Policíasecreta 86a . La atención otorgada a la Policía como órgano exclusivo <strong>del</strong> poder y el correspondientedesdén por el aparentemente gran arsenal de poder <strong>del</strong> Ejército, que resultan característicos de todos<strong>los</strong> regímenes totalitarios, pueden ser parcialmente explicados por la aspiración totalitaria a unadominación mundial y su consciente abolición de la distinción entre un país extranjero y el paíspropio, entre <strong>los</strong> asuntos exteriores y <strong>los</strong> internos. Las fuerzas militares, preparadas para lucharcontra un agresor extranjero, han sido siempre un dudoso instrumento para <strong>los</strong> fines de la guerracivil; incluso bajo las condiciones totalitarias hallan difícil considerar a su propio pueblo con <strong>los</strong>ojos de un conquistador extranjero 87 . Más importante a este respecto, sin embargo, es que su valorse torna dudoso incluso en tiempo de guerra. Como el dirigente totalitario conduce su política sobrela presunción de un eventual Gobierno mundial, trata a las víctimas de su agresión como si fueranrebeldes, culpables de alta traición y, en consecuencia, prefiere dominar <strong>los</strong> territorios ocupados conla Policía y no con fuerzas militares.Incluso antes de que el movimiento se apodere <strong>del</strong> poder, posee una Policía secreta y un serviciode espionaje con ramas en <strong>los</strong> diferentes países. Más tarde, sus agentes reciben más dinero yautoridad que el servicio regular de información militar y son frecuentemente <strong>los</strong> jefes secretos deembajadas y consulados en el exterior 88 . Su tarea principal consiste en formar quintas columnas,dirigir las sucursales <strong>del</strong> movimiento, influir en la política interna de <strong>los</strong> respectivos países y enpreparar generalmente el momento en el que el dominador totalitario —tras el derrocamiento <strong>del</strong>Gobierno o la victoria militar— pueda sentirse abiertamente en su propio terreno. En otras palabras,las ramas internacionales de la Policía secreta son las correas de transmisión que transformanteoría su más sucinta expresión: «No es el Estado el que nos manda, sino que nosotros mandamos al Estado.» Esevidente por sí mismo que, en la práctica, semejantes poderes de mando son sólo posibles si las instituciones <strong>del</strong> partidosiguen siendo independientes de las <strong>del</strong> Estado.86a OTTO GAUWEILER, Rechtseinrichtungen und Rechtsaufgaben der Bewegung, 1939, señala expresamente que laposición especial de Himmler como Reichsfuehrer-SS y jefe de la Policía alemana se basaba en el hecho de que laadministración de la Policía había logrado «una genuina unidad <strong>del</strong> partido y <strong>del</strong> Estado» que ni siquiera fue intentadaen cualquier otro sector <strong>del</strong> Gobierno.87 Durante las rebeliones campesinas de <strong>los</strong> años 20 en Rusia, Vorochilov negó supuestamente el apoyo <strong>del</strong> EjércitoRojo; esto condujo a la introducción de divisiones especiales de la GPU en las expediciones de castigo. Véase CILIGA,op. cit., página 95.88 En 1935, <strong>los</strong> agentes de la Gestapo en el exterior recibieron 20 millones de marcos, mientras que el servicio regularde espionaje de la Reichswehr tuvo que funcionar con un presupuesto de ocho millones. Véase Gestapo, de PIERIU:LOTTE, París, 1940, p. 11.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!