12.07.2015 Views

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

arendt-hannah-los-origenes-del-totalitarismo

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Hannah Arendt L o s o r í g e n e s d e l t o t a l i t a r i s m o 289discutir públicamente o <strong>los</strong> rumores que no osa contradecir porque afectan, aunque en una formaexagerada y deformada, las zonas llagadas.De estas zonas llagadas derivan las mentiras de la propaganda totalitaria <strong>los</strong> elementos deveracidad y de experiencia real que necesita para tender un puente entre la realidad y la ficción. Lamera ficción sólo puede descansar en el terror, y además las ficciones mentirosas mantenidas por elterror en <strong>los</strong> regímenes totalitarios no han llegado a ser enteramente arbitrarias, aunque seanhabitualmente más crudas, desvergonzadas y, por así decirlo, más originales que las de <strong>los</strong>movimientos. (Requiere poder, no destreza propagandística, lanzar una historia revisada de larevolución rusa en la que no aparezca nadie que con el nombre de Trotsky llegara a ser comandanteen jefe <strong>del</strong> Ejército Rojo.) Por otra parte, las mentiras de <strong>los</strong> movimientos son mucho más sutiles.Se aferran a cada aspecto de la vida social y política que permanezca oculto a las miradas públicas.Y triunfan allí donde las autoridades oficiales se han rodeado con una atmósfera de secreto. A <strong>los</strong>ojos de las masas esas mentiras adquieren entonces la reputación de un «realismo» superior, porqueafectan a condiciones reales cuya existencia permanece oculta. Las revelaciones sobre escánda<strong>los</strong>de la alta sociedad, de la corrupción de <strong>los</strong> políticos, todo lo que atañe al periodismo amarillo, seconvierte en sus manos en un arma de una importancia más que sensacional.La ficción más eficaz de la propaganda nazi fue la historia de una conspiración mundial judía. Laconcentración en la propaganda antisemita fue recurso corriente entre <strong>los</strong> demagogos incluso desdefinales <strong>del</strong> siglo XIX, y semejante propaganda estaba muy difundida en Alemania y en Austriadurante la década de <strong>los</strong> años 20. Cuanto más consistentemente evitaban <strong>los</strong> partidos y <strong>los</strong> órganosde la opinión pública una discusión de la cuestión judía, más convencido se tornaba el populacho deque <strong>los</strong> judíos eran <strong>los</strong> verdaderos representantes de las potencias existentes y que la cuestión judíaera el símbolo de la hipocresía y de la deshonestidad de todo el sistema.El contenido real de la propaganda antisemita de la posguerra no fue ni monopolio de <strong>los</strong> nazis niespecialmente nuevo y original. Las mentiras acerca de una conspiración judía mundial eranhabituales desde el affaire Dreyfus y se hallaban basadas en las interrelaciones e interdependenciasinternacionales existentes de un pueblo judío disperso por todo el mundo. Las nociones exageradasrelativas a un poder mundial judío eran aún más antiguas; pueden remontarse hasta el final <strong>del</strong> sigloXVIII, cuando se tornó visible la íntima conexión entre <strong>los</strong> negocios judíos y las Naciones-Estados.La representación de el Judío como encarnación <strong>del</strong> Mal es usualmente atribuida a <strong>los</strong> vestigios y a<strong>los</strong> recuerdos supersticiosos de la Edad Media, pero estaba real y estrechamente conectada con elpapel ambiguo y más reciente que <strong>los</strong> judíos desempeñaron en la sociedad europea a partir de suemancipación. Hay algo innegable: en el período de la posguerra, <strong>los</strong> judíos resultaban másprominentes que antes.Pero lo cierto es que <strong>los</strong> judíos se tornaron más prominentes y conspicuos en proporción inversaa su influencia real y a su posición de poder. Cada descenso en la estabilidad y en la fuerza de lasNaciones-Estados fue un golpe directo a las posiciones judías. La conquista parcialmente conseguida<strong>del</strong> Estado por la Nación tornó imposible para la maquinaria gubernamental elmantenimiento de una posición por encima de todas las clases y partidos, y por eso anuló el valor <strong>del</strong>as alianzas con el sector judío de la población, <strong>del</strong> que se suponía además que había de permanecerfuera de las filas de la sociedad y ser indiferente a las políticas partidistas. La crecientepreocupación de la burguesía de mentalidad imperialista por la política exterior y su crecienteinfluencia sobre la maquinaria <strong>del</strong> Estado se vio acompañada por la firme negativa <strong>del</strong> más ampliosector de la riqueza judía a comprometerse en empresas industriales y a abandonar la tradición <strong>del</strong>as transacciones financieras. Todo esto casi llegó a acabar con la utilidad económica que para elEstado habían significado <strong>los</strong> judíos como grupos y con las ventajas; que para el<strong>los</strong> mismos habíasignificado la separación social. Después de la primera guerra mundial las juderías de Europacentral se tornaron tan asimiladas y nacionalizadas como la judería francesa durante las primerasdécadas de la III República.En 1917, cuando el Gobierno alemán, siguiendo una tradición largamente afirmada, trató deemplear a sus judíos para iniciar una tentativa de negociaciones de paz con <strong>los</strong> aliados, resultó bien

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!