11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

103<br />

deseos, que no encontraríamos nada tan ideal como «Promesas de<br />

Enamorados». Lo asombroso es que no se nos hubiera ocurrido antes. Mi<br />

estupidez ha sido enorme, ya que con esta obra tendremos las ventajas<br />

de todo lo que yo vi en Ecclesford, ¡y es tan útil contar con algo que sirva<br />

de patrón! Hemos repartido ya casi todos los papeles.<br />

––Pero... ¿y quién se encargará de los femeninos? ––inquirió Edmund<br />

gravemente y mirando a María.<br />

Este se ruborizó a despecho de sí misma al contestar:<br />

––Yo haré la parte que había de interpretar lady Ravenshaw, y ––<br />

añadió, mirándole con más audacia–– miss Crawford encarnará a<br />

Amelia.<br />

––Yo no la hubiese considerado la obra más adecuada para representar<br />

nosotros ––replicó Edmund, alejándose en dirección a la chimenea, en<br />

torno a la cual estaban sentadas su madre, tía Norris y Fanny, y donde<br />

fue a sentarse también él, evidentemente disgustado.<br />

Mr. Rushworth le siguió para decir:<br />

––Yo aparezco tres veces y tengo cuarenta y dos parlamentos. Es algo,<br />

¿no le parece? Pero no me seduce mucho lo de presentarme con una<br />

elegancia tan refinada. Casi no me reconoceré, metido en un traje azul y<br />

envuelto en una capa de raso de color rosa.<br />

Edmund no se vio capaz de contestarle. Pocos minutos después, Tom<br />

Bertram fue llamado a la otra sala para aclarar algunas dudas al<br />

carpintero, y salió acompañado de Mr. Yates. A poco les siguió Mr.<br />

Rushworth, y Edmund aprovechó casi inmediatamente la oportunidad<br />

para decir:<br />

––No puedo hablar delante de Mr. Yates del concepto que me merece<br />

esa obra sin que él vea en mis palabras una alusión a sus amigos de<br />

Ecclesford; pero a ti debo decirte ahora, querida María, que la considero<br />

en extremo inadecuada para una representación particular, y espero que<br />

renunciaréis a ella. No puedo menos de suponer que tú serás la primera<br />

en rechazarla en cuanto la hayas leído detenidamente. Léeles nada más<br />

que el primer acto a tu madre o a tu tía, en voz alta, y tú verás si puedes<br />

aprobarla. No será necesario someterte al juicio de tu padre, estoy<br />

seguro.<br />

––Nuestros respectivos puntos de vista son muy distintos ––replicó<br />

María––. Conozco la obra perfectamente, no lo dudes, y mediante unos<br />

pocos cortes, omisiones, etcétera, que desde luego se harán, no veo que<br />

pueda haber nada censurable en ella; y no soy yo la única mujer joven<br />

del grupo que la considera muy apta para una representación particular.<br />

––Y yo lo lamenta––contestó él––; pero en esta cuestión eres tú quien<br />

debes mandar. Tú debes dar el ejemplo. Si otros han errado, a ti te<br />

corresponde hacerles rectificar y mostrarles en qué consiste la auténtica<br />

sensibilidad. En todo cuanto afecte al decoro, tu conducta debe ser ley<br />

para los restantes elementos del grupo.<br />

Esta imagen de su importancia surtió algún efecto, pues a nadie podía<br />

103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!