11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

328<br />

haciéndolo así, mientras aquellos que en otro caso la hubieran atendido<br />

permanecían encerrados u ocupados, cada cual con la persona que, por<br />

entonces, dependía completamente de ellos en todo lo que pudiera<br />

representar un consuelo: Edmund, tratando de enterrar sus sufrimientos<br />

en el esfuerzo de aliviar los de su hermano; Fanny, consagrada a tía<br />

Bertram, volviendo a sus antiguos menesteres con más que su antiguo<br />

celo y pensando que nunca podría hacer bastante por quien tanto<br />

parecía necesitarla.<br />

Hablar del tremendo caso con Fanny, hablar y lamentarlo, era todo el<br />

consuelo de lady Bertram. Escucharla y conllevar sus penas, y brindarle<br />

la voz del cariño y la simpatía en respuesta, era cuanto Fanny podía<br />

hacer por ella. Intentar consolarla de otro modo era por demás ocioso. El<br />

caso no admitía consuelo. Lady Bertram no tenía profundidad de<br />

pensamiento; pero, guiada por sir Thomas, juzgaba con acertado criterio<br />

todos los puntos importantes. Veía, por lo tanto, en toda su enormidad lo<br />

que había ocurrido; y no quería ella, ni pretendía que Fanny se lo<br />

aconsejara, quitarle importancia a la culpa y a la infamia.<br />

Sus afecciones no eran agudas ni su espíritu tenaz. Pasado algún<br />

tiempo, Fanny vio que no sería imposible encauzar sus pensamientos<br />

hacia otros temas y resucitar algún interés por sus ocupaciones<br />

habituales; pero siempre que lady Bertram volvía sobre el caso, sólo<br />

podía verlo a una luz única que le mostraba la pérdida de una hija y un<br />

estigma imborrable.<br />

Fanny se enteró por ella de todos los detalles que se habían traslucido<br />

ya. Su tía no era una narradora muy regular; pero con la ayuda de<br />

algunas cartas de y para sir Thomas, más lo que ya sabía y lo que pudo<br />

racionalmente conjeturar, pronto estuvo en condiciones de comprender<br />

cuanto podía desear respecto de las circunstancias inherentes a la<br />

historia.<br />

La joven señora Rushworth había marchado a Twickenham para las<br />

fiestas de Pascua, invitada por una familia con la que había intimado<br />

últimamente: una familia animada y placentera y, probablemente, de<br />

una moral y una discreción a propósito, ya que en aquella casa tenía<br />

entrada Mr. Crawford a todas horas. Que éste se encontraba en las<br />

cercanías de la misma localidad, era ya conocido de Fanny. Mr.<br />

Rushworth había marchado por entonces a Bath, para pasar unos días<br />

con su madre y traerla consigo a su regreso a Londres, y María quedó<br />

con esos amigos sin cohibición alguna, sin la compañía de Julia siquiera,<br />

pues ésta se había trasladado dos o tres semanas atrás de Wimpole<br />

Street a casa de unos parientes de sir Thomas; traslado que sus padres<br />

atribuían ahora a ciertas medidas de conveniencia relacionadas con Mr.<br />

Yates. Muy poco después del regreso de los Rushworth a Wimpole Street,<br />

sir Thomas recibió una carta de un viejo e íntimo amigo de Londres, el<br />

cual, habiendo visto y oído una serie de cosas más que alarmantes por<br />

aquel lado, escribía a sir Thomas recomendándole que se desplazara él<br />

328

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!