11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

323<br />

genuina intensidad de sentimientos de Edmund, hacían pensar a Fanny<br />

que apenas les sería posible conservar la vida y la razón ante semejante<br />

ignominia; y le parecía que, por lo que únicamente a este mundo se<br />

refiere, el mayor bien para todos los consanguíneos de María Rushworth<br />

sería una inmediata aniquilación.<br />

Nada acaeció el día siguiente, ni al otro, que amortiguara el horror de<br />

Fanny. Dos correos pasaron sin traer refutación alguna, pública ni<br />

privada. No llegaba una segunda carta de miss Crawford con una<br />

explicación que desvirtuara el efecto de la anterior; no llegaba noticia<br />

alguna de <strong>Mansfield</strong>, aunque había pasado tiempo suficiente para que su<br />

tía volviera a escribirle. Ello era un mal presagio. Fanny apenas<br />

conservaba una sombra de esperanza que aliviase su espíritu y quedó<br />

reducida a un estado de abatimiento, palidez y temblor que a ninguna<br />

madre afectuosa, excepto a la señora Price, le hubiera pasado<br />

inadvertido. Al tercer día pudo oírse en la puerta el aldabonazo de los<br />

tormentos y otra carta fue depositada en sus manos. Llevaba el<br />

matasellos de Londres y era de Edmund.<br />

«Querida Fanny: Ya conoces nuestra presente desgracia. ¡Que Dios te<br />

ayude a soportar tu parte! Llevamos aquí dos días, pero no hay nada que<br />

hacer. No hemos podido dar con la pista. Puede que no conozcas el<br />

último golpe: la fuga de Julia. Se ha marchado a Escocia con Yates.<br />

Abandonó Londres pocas horas antes de llegar nosotros. En cualquier<br />

otro momento esto nos hubiera parecido espantoso. Ahora nos parece<br />

que no es nada; sin embargo, es una grave complicación. Mi padre no ha<br />

quedado deshecho. No cabía esperar más. Todavía es capaz de pensar y<br />

hacer; y te escribo, obedeciendo a su deseo, para proponerte que vuelvas<br />

a casa. Está impaciente porque vuelvas allí a causa de mi madre. Yo<br />

estaré en Portsmouth a la mañana siguiente de recibir tú la presente, y<br />

espero encontrarte dispuesta para emprender el regreso a <strong>Mansfield</strong>. Mi<br />

padre desea que invites a Susan para que te acompañe por unos meses.<br />

Arréglalo como gustes; dile lo que consideres oportuno. Estoy seguro de<br />

que apreciarás esta prueba de cariño en tales momentos. Haz justicia a<br />

su intención, aunque yo me exprese confusamente. Ya puedes imaginar<br />

mi estado actual. No tiene fin la desgracia que se ha desencadenado<br />

sobre nosotros. Llegaré temprano, en el correo. Tuyo», etc.<br />

Jamás estuvo Fanny tan necesitada de un cordial consuelo. Nunca<br />

había conocido otro igual al que le brindaba aquella carta. ¡Mañana!<br />

¡Abandonar Portsmouth mañana! Estaba, notaba que estaba, en peligro<br />

de sentirse exquisitamente feliz, cuando tantos eran desgraciados. ¡Un<br />

mal que le procuraba tanto bien! Temía acostumbrarse a ser insensible a<br />

él. Marcharse tan pronto, enviada a buscar tan amablemente, reclamada<br />

como un consuelo y con libertad de llevarse a Susan, era en suma tal<br />

combinación de favores, que inflamó su corazón y, por cierto espacio de<br />

323

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!