11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

182<br />

cumplido, ni fomentar los entusiasmos del galán por Northamptonshire.<br />

Al notar quién le observaba, Henry Crawford se dirigió a sir Thomas sin<br />

abandonar el tema, empleando un tono más corriente, pero todavía con<br />

sentimiento:<br />

––Deseo ser vecino de usted, sir Thomas, como acaso me haya oído<br />

decir a Fanny. ¿Puedo contar con su aquiescencia, y con que no<br />

influenciará a su hijo en contra de un tal inquilino?<br />

Sir Thomas, inclinándose cortésmente, replicó:<br />

––Es el único modo en que no podría desear se estableciera usted como<br />

vecino permanente; pero espero y creo que Edmund ocupará su propia<br />

casa en Thornton Lacey. ¿Digo demasiado, Edmund?<br />

Edmund, al ser requerido, tuvo que enterarse primero de qué se<br />

trataba; pero, una vez comprendida la pregunta, contestó sin vacilar:<br />

––Ciertamente, no tengo otra intención que la de residir allí. Pero<br />

aunque le rechace como inquilino, Crawford, venga usted como amigo.<br />

Considere la casa como medio suya todos los inviernos, y añadiremos las<br />

cuadras a su plan de mejoras, así como todas las mejoras que puedan<br />

ocurrírsele a usted durante la primavera.<br />

––Nosotros seremos los perjudicados ––reanudó sir Thomas––. Al<br />

dejarnos Edmund, aunque sólo sea para establecerse a ocho millas de<br />

aquí, se producirá una poco grata reducción de nuestro círculo familiar;<br />

pero mucho más profundamente me mortificaría si cualquiera de mis<br />

hijos pudiera contentarse haciendo menos. Es perfectamente natural que<br />

usted no haya meditado mucho sobre el caso, Mr. Crawford. Pero una<br />

parroquia tiene necesidades y exigencias que sólo puede conocer un<br />

clérigo que resida permanentemente en ella, y que ningún substituto<br />

puede satisfacer en la misma medida. Edmund podría, como se dice<br />

vulgarmente, hacer el trabajo de Thornton... esto es, podría leer las<br />

plegarias y predicar, sin abandonar <strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong>; podría llegarse todos<br />

los domingos a caballo a una casa nominalmente habitada, y cumplir<br />

con el servicio divino; podría ser el párroco de Thornton Lacey cada<br />

séptimo día, por tres o cuatro horas, si quisiera. Pero no, esto no le<br />

bastará. Sabe que la humanidad necesita más lecciones de las que puede<br />

contener un sermón semanal; y que si no viviera entre sus feligreses y no<br />

demostrara ser, con su constante interés, su bienhechor y amigo, haría<br />

tan poco para el bien de ellos como para su propio bien.<br />

Mr. Crawford se inclinó, reconociendo las razones de su interlocutor.<br />

––Nuevamente repito ––añadió sir Thomas–– que Thornton Lacey es la<br />

única casa de la vecindad en la que no me agradaría tener a Mr.<br />

Crawford como ocupante.<br />

Mr. Crawford se inclinó, para agradecer.<br />

––Es indudable ––dijo Edmund–– que mi padre entiende las<br />

obligaciones de un párroco. Hemos de esperar que su hijo demuestre que<br />

las conoce también.<br />

Cualquiera fuese el efecto que la pequeña arenga de sir Thomas<br />

182

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!