11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

67<br />

tenemos un delicioso bosquecillo... mientras podamos penetrar en él.<br />

¡Qué felicidad si la puerta no estuviera cerrada...! Pero lo está, desde<br />

luego. En estas grandes mansiones sólo los jardineros pueden ir adonde<br />

les place.<br />

No obstante, resultó que la puerta no estaba cerrada, y todos se<br />

avinieron a franquearla con gran alegría, zafándose de los inclementes<br />

ardores del sol. Un largo tramo de escalera les condujo a la floresta, que<br />

era un bosque plantado en unos dos acres de terreno, y, aunque todo<br />

eran alerces y laureles, y hayas recortadas, allí había sombra y belleza<br />

natural, en comparación con la terraza y la bolera. Todos acusaron su<br />

grato influjo refrigerante y, por algún tiempo, se limitaron a pasear y<br />

admirar. Al fin, rompiendo el silencio, miss Crawford comentó:<br />

––De modo que va a convertirse usted en un sacerdote, Mr. Bertram. Es<br />

una sorpresa para mí.<br />

––¿Por qué había de sorprenderla? Tenía usted que suponerme<br />

destinado a alguna profesión, y pudo darse cuenta de que yo no era<br />

abogado, ni militar, ni marino.<br />

––Muy cierto; pero, en definitiva, no se me había ocurrido. Y ya sabe<br />

usted que suele haber un tío o un abuelo que deja una fortuna al<br />

segundón de una familia.<br />

––Una costumbre muy encomiable ––dijo Edmund––, pero no universal.<br />

Yo soy una de las excepciones y, por serlo, debo hacer algo por mi<br />

cuenta.<br />

––Pero, ¿por qué ha de ser clérigo? Yo creí que, en todo caso, eso era el<br />

destino del hermano más joven, cuando había muchos otros con derecho<br />

de prioridad en la elección de carrera.<br />

––¿Cree usted, entonces, que ésta nunca se elige por vocación natural?<br />

––Nunca es palabra atroz. Pero, sí: aplicando el nunca de la<br />

conversación, que quiere decir no muy a menudo, yo lo creo así. A los<br />

hombres les gusta distinguirse, y en cualquier parte pueden conseguirse<br />

distinciones, menos en el clero. Un clérigo no es nadie.<br />

––Supongo que el nadie de las conversaciones tendrá sus gradaciones,<br />

como el nunca. Unos sacerdote podrá no destacar por su brillantez o su<br />

elegancia. No deberá acaudillar turbas ni dar la pauta en la moda. Pero<br />

me es imposible admitir que no es nadie el individuo que labora en el<br />

terreno de mayor importancia para la humanidad, individual o<br />

colectivamente considerada, así para lo temporal como para lo eterno,<br />

quien cuida de la religión y la moral y, en consecuencia, de las<br />

costumbres que resultan de su influencia. En este aspecto, no hay quien<br />

pueda tachar de nadie al que ejerce este ministerio; y si, en realidad,<br />

mereciera tan pobre concepto, sería porque descuida sus deberes,<br />

porque se concede más importancia de la que tiene, pisando fuera de su<br />

terreno a fin de aparentar lo que no debe.<br />

––Usted concede más importancia a un sacerdote de la que una está<br />

acostumbrada a que le reconozcan, o de la que yo misma pueda<br />

67

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!