Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />
254<br />
costumbres, que considero completamente imposible que juntos<br />
llegásemos nunca a ser ni siquiera medianamente felices, aun cuando<br />
pudiese quererle. Nunca existieron dos seres más opuestos. No tenemos<br />
un solo gusto en común. Seríamos desgraciados.<br />
Te equivocas, Fanny. La diferencia no es tan grande. Hasta os parecéis<br />
bastante. Vuestros gustos coinciden en más de un caso. Tenéis los<br />
mismos gustos en moral y en literatura. Ambos poseéis un corazón<br />
ardiente y bondadosos sentimientos; y, Fanny, quien le haya oído leer a<br />
Shakespeare y te haya visto escucharle la otra noche, ¿creerá que no<br />
podéis ser el uno para el otro? Te olvidas de ti misma. Hay una marcada<br />
diferencia en vuestros caracteres, lo admito: él es animado, tú eres seria;<br />
pero tanto mejor: su ánimo sostendrá el tuyo. Es en ti natural dejarte<br />
abatir con facilidad e imaginar las dificultades mayores de lo que son. Su<br />
jovialidad vendrá a neutralizar esa tendencia. Él no ve dificultades en<br />
nada y su optimismo y alegría será un constante soporte para ti. Que en<br />
este aspecto seáis diferentes, Fanny, no pesa lo más mínimo contra<br />
vuestras posibilidades de mutua felicidad. No te lo figures. Yo mismo<br />
estoy convencido de que es una circunstancia más bien favorable. Estoy<br />
persuadido de que es mejor que sean diferentes los caracteres; quiero<br />
decir, diferentes en la exteriorización del humor, en los hábitos, en la<br />
mayor o menor preferencia por reunirse en sociedad, en la propensión a<br />
charlar o a estar callado, a estar serio o alegre. Cierto contraste en este<br />
aspecto, de ello estoy plenamente convencido, contribuye a la felicidad<br />
conyugal. Excluyo los extremos, desde luego; y una coincidencia<br />
demasiado exacta en todos esos puntos sería el camino más seguro para<br />
llegar a un extremo. Una oposición, suave y constante, es la mejor<br />
salvaguardia de los modales y de la conducta.<br />
Fácilmente pudo Fanny adivinar dónde tenía él puesto ahora su pensamiento.<br />
El poder de Mary Crawford se manifestaba de nuevo con toda su<br />
pujanza. Edmund hablaba de ella con satisfacción desde su retomo al<br />
hogar. Aquello de esquivarla había terminado ya. Precisamente el día<br />
anterior había comido en la rectoria.<br />
Después de darle ocasión de que se entregara a tal dulces<br />
pensamientos por unos minutos, Fanny, considerando que a ella<br />
correspondía hacerlo, volvió al tema de Mr. Crawford y dijo:<br />
––No es sólo por su genio por lo que le considero inadecuado para mí...<br />
aunque, en este aspecto, creo que la diferencia que nos separa es<br />
demasiado grande, y mas que demasiado. Su alegría me abruma con<br />
frecuencia. Pero hay algo en él que repudio más aún. Debo decirte,<br />
Edmund, que no puedo aprobar su modo de ser. No le tengo en buena<br />
consideración desde los ensayos de la comedia. Entonces le vi<br />
comportarse, según mi opinión, de un modo tan indecoroso y cruel (me<br />
permito hablar de ello ahora, porque todo pasó)... tan incorrecto con el<br />
pobre Mr. Rushworth, sin que al parecer le importase ponerle en<br />
evidencia y ofenderle y dedicando a mi prima María unas atenciones<br />
254