11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

170<br />

un «poco» de amor, acaso la anime y le haga algún bien; pero no quisiera<br />

que te arrojaras a fondo, porque es una excelente criatura, como no las<br />

hay, y en extremo sensible.<br />

––Sólo puede durar quince días ––replicó Henry––, y si una quincena<br />

puede matarla, es que tiene una constitución que no hay nada que<br />

pudiera salvarla. No, no quiero hacerle ningún daño, ¡pobre almita mía!<br />

Sólo quiero lograr que me mire con simpatía, que me sonría tanto como<br />

se ruboriza, que me guarde una silla a su lado dondequiera que nos<br />

encontremos y que se llene de alegría cuando yo la ocupe y me ponga a<br />

hablar con ella; que piense lo mismo que yo, que se interese por todo lo<br />

que poseo y por todo lo que me gusta, que trate de retenerme por más<br />

tiempo en <strong>Mansfield</strong> y sienta, cuando me vaya, que ya nunca más volverá<br />

a ser feliz. No deseo nada más.<br />

––¡La moderación personificada! ––exclamó Mary––. Ahora ya no me<br />

cabe duda alguna. En fin, tendrás bastantes ocasiones para aconsejarte<br />

a ti mismo, pues ahora nos reunimos muy a menudo.<br />

Y sin otra amonestación, dejó a Fanny abandonada a su destino; un<br />

destino que, de no estar el corazón de Fanny guardado de un modo que<br />

Mary Crawford no podía sospechar, hubiese sido algo más duro de lo que<br />

merecía; pues aunque sin duda existen muchachas de dieciocho años<br />

tan inconquistables (de lo contrario no se escribiría sobre ellas) que<br />

resulta imposible enamorarlas contra su buen juicio aun poniendo en<br />

juego toda la presión que el talento, el tacto, las atenciones y los halagos<br />

pueden ejercer, no me inclino en absoluto a creer que Fanny fuera una<br />

de ellas, o a pensar que con su natural propenso a la ternura, y con todo<br />

el buen gusto que formaba parte de su ser, hubiese podido escapar con<br />

el corazón íntegro del galanteo (aunque el asedio durase sólo quince días)<br />

de un hombre como Henry Crawford, no obstante tener que vencer la<br />

mala opinión previa que de él tenía, si no hubiera tenido ya su corazón<br />

depositado en otra parte. Sin mengua de la gran seguridad que el amor<br />

por otro y el desprecio por él confería a la paz espiritual de Fanny, que<br />

Henry pretendía alterar, sus constantes atenciones (constantes, pero no<br />

importunas, y adecuadas cada vez más a la sensibilidad y delicadeza del<br />

carácter de ella) la obligaron muy pronto a mirarle con menos aversión<br />

que al principio. Ella no había olvidado el pasado en modo alguno, y le<br />

consideraba tan mal como siempre; pero acusaba su influjo. Resultaba<br />

entretenido su trato, y sus modales habían mejorado tanto, eran tan<br />

corteses, tan severa e irreprochablemente corteses, que era imposible no<br />

mostrarse atenta con él en correspondencia.<br />

Muy pocos días bastaron para conseguir esto; y al término de esos días<br />

sobrevinieron unas circunstancias que tendieron más bien a favorecer<br />

sus propósitos de hacerse agradable a Fanny, ya que proporcionaron a<br />

ésta un grado de felicidad como para predisponer su ánimo a mostrarse<br />

complaciente con todos. William, su hermano, el tiernamente querido<br />

hermano que tanto tiempo llevaba ausente, estaba de nuevo en<br />

170

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!