11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

37<br />

que debe hacer. La capota cerrada y el aire de recato que tan bien<br />

describe usted (y nunca se dijo nada tan acertado) le advierten a uno a<br />

las claras. Pero el año pasado cometí un tremendo error debido a la<br />

ausencia de esos distintivos en una muchacha. En septiembre último fui<br />

con un amigo a pasar una semana en Ramsgate, a mi regreso de las<br />

Antillas. Allí estaban mi amigo Sneyd (tú me has oído hablar de Sneyd,<br />

Edmund), su padre, su madre y sus hermanas, a quienes no tenía el<br />

gusto de conocer. Cuando llegamos a Albion Place, todos habían salido.<br />

Fuimos en su busca y encontramos en el embarcadero a la señora con<br />

sus dos hijas y varios conocidos suyos. Saludé en debida forma y, como<br />

fuese que la señora Sneyd estaba rodeada de caballeros, me uní a una de<br />

las hijas y fui caminando a su lado durante todo el camino de regreso,<br />

procurando hacerme lo más agradable que pude. Ella se desenvolvía con<br />

la mayor naturalidad, mostrándose tan dispuesta a escuchar como a<br />

hablar. Yo no tenía la menor sospecha de que pudiera estar cometiendo<br />

alguna incorrección. Las dos hermanas tenían exactamente el mismo<br />

aspecto; iban vestidas y llevaban velos y parasoles, lo mismo que las<br />

otras. Pero después supe que había dedicado por entero mis atenciones a<br />

la más joven, que no había sido presentada en sociedad, y había ofendido<br />

muchísimo a la mayor. En Augusta, la menor, no había que reparar<br />

hasta seis meses después; creo que su hermana no me lo perdonará<br />

jamás.<br />

––Eso estuvo mal, desde luego. ¡Pobrecita! Aunque yo no tengo una<br />

hermana menor, me pongo en el sitio de ella. El verse postergada antes<br />

de tiempo debe ser muy humillante; pero la culpa fue toda de la madre.<br />

Miss Augusta tenía que haber ido acompañada de su institutriz. Eso de<br />

hacer las cosas de un modo que se presta a confusionismos nunca da<br />

buen resultado. Pero ahora desearía ver satisfecha mi curiosidad acerca<br />

de miss Price. ¿Asiste Fanny a los bailes? ¿Va siempre a todos los<br />

convites, como asistió a la comida en casa de mi hermana?<br />

––No ––contestó Edmund––, no creo que haya ido nunca a un baile.<br />

Nuestra misma madre raras veces asiste a reuniones de sociedad ni<br />

come nunca fuera, como no sea en casa de la señora Grant, y Fanny se<br />

queda en casa con ella.<br />

––¡Oh! Entonces la cosa está clara: miss Price no ha sido presentada en<br />

sociedad.<br />

CAPÍTULO VI<br />

Tom Bertram se fue... y Mary Crawford se dispuso a encontrar un gran<br />

37

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!