11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

294<br />

prefiriese resignarse con la desgracia de ser pretendida por un hombre<br />

inteligente, agradable, a verle ahuyentado por la vulgaridad de sus<br />

parientes más próximos.<br />

Mr. Crawford no pudo seguramente observar a su futuro suegro con la<br />

menor idea de tomarle por modelo en el arte de vestir; pero, según Fanny<br />

instantáneamente, y con gran alivio, constató, su padre se mostró como<br />

un hombre muy diferente, un Mr. Price muy distinto en su<br />

comportamiento ante aquel forastero que le merecía el mayor respeto, a<br />

lo que era en casa, en el seno de la familia. Ahora, sus modales, aunque<br />

no refinados, eran más que pasaderos: eran gratos, animados, varoniles;<br />

sus expresiones eran las de un padre afectuoso y de un hombre sensible;<br />

su costumbre de hablar en voz alta quedaba muy bien al aire libre de la<br />

vía pública, y no se le oyó un solo juramento. Tal fue su instintivo<br />

cumplido a las buenas maneras de Mr. Crawford; y, cualesquiera que<br />

fuesen las consecuencias, la inmediata sensación de Fanny fue<br />

muchísimo más grata.<br />

El resultado de las cortesías entre ambos caballeros fue el ofrecimiento<br />

que hizo Mr. Price de enseñar a Mr. Crawford el arsenal; invitación que<br />

Henry, deseoso de aceptar como un favor lo que con tal intención se le<br />

brindaba (aunque había visto una y mil veces el arsenal), y con la<br />

esperanza de estar así más tiempo junto a Fanny, se mostró muy<br />

dispuesto a aprovechar, agradecido, siempre que las señoritas Price no<br />

temieran fatigarse; y como, de un modo u otro, se averiguase, o se<br />

infiriese, o al menos se las indujera a considerar que no sentían tal<br />

temor, decidieron ir todos al arsenal; y de no haberlo evitado Mr.<br />

Crawford, Mr. Price les hubiera llevado allá directamente, sin la menor<br />

consideración a las compras que sus hijas debían efectuar en High<br />

Street. No obstante, Henry cuidó de que se les concediera ir a las tiendas<br />

que pensaban visitar, ya que para ello habían salido ex profeso; y ello no<br />

les retardó mucho, porque Fanny era tan incapaz de suscitar<br />

impaciencias o de hacerse esperar, que antes de que los caballeros,<br />

mientras permanecían a la puerta, pudieran hacer más que empezar a<br />

ocuparse de las últimas disposiciones navales, o establecer el número de<br />

navíos de tres puentes entonces en activo, sus acompañantes estaban ya<br />

dispuestas a reanudar la marcha.<br />

Terminadas las compras, emprendieron sin más rodeos el camino del<br />

arsenal; y el paseo se hubiera efectuado, en opinión de Mr. Crawford, de<br />

un modo muy singular, de haberse dejado por entero en manos de Mr.<br />

Price la conducción del grupo, pues diose cuenta de que no le importaba<br />

que las damiselas siguieran detrás sin alcanzarles, o intentándolo como<br />

pudieran, mientras ellos seguían adelante con paso acelerado. Consiguió<br />

introducir algunas mejoras ocasionales, aunque no del alcance deseado.<br />

No hubiera querido separarse en absoluto de ellas; y cuando, en<br />

cualquier cruce o aglomeración, Mr. Price no hacía más que gritar:<br />

«¡Aquí, muchachas, aquí! ¡Ven, Fan... Su... tened cuidado..., estad a la<br />

294

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!