You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />
255<br />
que... en una palabra, recibí entonces una impresión que nunca se me<br />
borrará.<br />
––Mi querida Fanny ––replicó Edmund, sin apenas escucharla hasta el<br />
final––, no queramos, ninguno de nosotros, que se nos juzgue por lo que<br />
parecíamos en aquel período de general locura. La época del teatro<br />
casero, es la época que con más aversión puedo recordar. María se portó<br />
mal, Crawford se portó mal, todos juntos nos portamos mal; pero nadie<br />
tanto como yo. En comparación conmigo, todos los demás tenían<br />
disculpa. Yo estuve haciendo el loco, teniendo abiertos los ojos.<br />
––Como simple espectadora, acaso vi más yo de lo que tú pudiste ver; y<br />
creo que Mr. Rushworth estuvo a veces muy celoso.<br />
––Muy posible. No es extraño. Nada podía ser más impropio que todo<br />
aquel tinglado. Me horroriza pensar que María fuese capaz de<br />
secundarlo; pero si ello pudo presentarse, no debe sorprendemos el<br />
resto.<br />
––Tendría que estar yo muy equivocada si no fuese cierto que, antes de<br />
lo del teatro, creía Julia que Mr. Crawford se dedicaba a ella.<br />
––¿Julia! A alguien le oí decir que estaba enamorado de Julia; pero<br />
nunca pude ver nada de eso. Sin embargo, Fanny, aunque espero hacer<br />
justicia a las buenas cualidades de mis hermanas considero muy posible<br />
que desearan, una o las dos, atraerse la admiración de Crawford, y que<br />
acaso mostrasen tal deseo de un modo más ostensible de lo que era<br />
prudente. Recuerdo muy bien que tenían una marcada predilección por<br />
su compañía; y viéndose así alentado, un hombre como Crawford,<br />
gallardo, y puede que un poco irreflexivo, no es extraño que llegase a...<br />
No pudo haber nada muy profundo, pues está claro que él no llevaba<br />
ninguna intención: su corazón estaba reservado para ti. Y debo decirte<br />
que esto ha hecho que ganara muchísimo en mi opinión. Es algo que le<br />
honra grandemente; demuestra la justa estima en que tiene la bendición<br />
de un hogar feliz y un puro afecto. Prueba que su tío no le ha echado a<br />
perder. Prueba, en fin, que él es exactamente lo que yo a menudo quería<br />
creer que era, y temía que no fuese.<br />
––Tengo la convicción de que no piensa como debiera sobre cosas<br />
serias.<br />
––Di, mejor, que nunca ha pensado en cosas serias; creo que es éste el<br />
caso. ¿Cómo podría ser de otro modo, con tal educación y tal consejero?<br />
Teniendo en cuenta lo pernicioso del ambiente que respiraron, ¿no es<br />
maravilloso que sean como son? Estoy dispuesto a reconocer que, hasta<br />
aquí, Crawford se ha dejado guiar en exceso por sus sentimientos. Por<br />
fortuna, esos sentimientos han sido, en general, buenos. Tú aportarás el<br />
resto. Desde luego, no puede haber un hombre más afortunado que él al<br />
enamorarse de semejante criatura..., de una mujer que, firme como una<br />
roca en sus principios, posee una suavidad de carácter tan ideal para<br />
recomendarlos. Ha sabido elegir su pareja, vaya que sí, pero tú harás de<br />
él lo que te propongas.<br />
255