You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />
256<br />
––¡No me comprometería a desempeñar semejante cargo! ––exclamó<br />
Fanny, con marcado acento de inhibición––... ¡semejante cometido de tan<br />
alta responsabilidad!<br />
––¡Cómo siempre, convencida de tu incapacidad para lo que sea!<br />
¡Siempre imaginándolo todo demasiado importante para ti! Bien, si yo no<br />
puedo persuadirte de que han de modificarse tus sentimientos, confio<br />
que tú misma te persuadirás. Sinceramente confieso mi anhelo de que lo<br />
consigas. No es poco el interés que tengo en los progresos de Crawford.<br />
Por estar tan ligada a tu felicidad, Fanny, la suya reclama mis mejores<br />
votos. Ya ves que no puede ser pequeño mi interés por la bienandanza de<br />
Crawford.<br />
Demasiado bien lo veía Fanny para tener nada que decir, y ambos<br />
siguieron paseando unas cincuenta yardas, silenciosos y abstraídos.<br />
Edmund fue el primero en empezar de nuevo:<br />
––Ayer quedé muy complacido al ver como ella hablaba de este asunto;<br />
quedé particularmente complacido, porque no estaba seguro de que lo<br />
considerase todo bajo un punto de vista tan justo. Sabía que él estaba<br />
muy enamorado de ti, pero no obstante temía que ella no se tomara<br />
como merece tu valía para que te quisiera su hermano, y que lamentase<br />
que él no se hubiera fijado con preferencia en una mujer de abolengo o<br />
fortuna. Temía que se manifestara en ella la influencia de esas máximas<br />
mundanas que con demasiada frecuencia habrá escuchado en su vida.<br />
Pero no fue así. Habló de ti, Fanny, como debía. Desea este enlace tan<br />
ardientemente como tu tío o como yo mismo. Estuvimos hablando de ello<br />
largamente. Yo no hubiera mencionado el asunto, aunque ansiaba<br />
conocer sus sentimientos; pero no llevaba aun cinco minutos en la<br />
habitación cuando ella lo enfocó con aquella franqueza y aquella<br />
delicadeza que le son peculiares, con ese espíritu y esa sinceridad que en<br />
tan gran parte informan su mismo ser. La señora Grant se rió de ella por<br />
su rapidez.<br />
––Entonces... ¿estaba también presente la señora Grant?<br />
––Sí; cuando llegué a casa, encontré juntas a las dos hermanas; y una<br />
vez hubimos empezado, ya no dejamos de hablar de ti, Fanny, hasta que<br />
entraron Henry y el doctor Grant.<br />
––Hace más de una semana que no he visto a Mary Crawford.<br />
––Sí; y ella lo lamenta, aunque reconoce que acaso haya sido mejor. La<br />
verás, sin embargo, antes de que se vaya. Está muy enfadada contigo,<br />
Fanny; debes estar preparada para eso. Ella dice que está muy enfadada,<br />
pero ya puedes imaginar su enojo. Es el pesar y la desilusión de una<br />
hermana que cree a su hermano con derecho a poseer cuanto pueda<br />
desear, desde el primer instante. Está dolida, como tú lo estarías por<br />
William; pero te aprecia y te quiere de todo corazón.<br />
––Ya me figuraba que estaría muy enfadada conmigo.<br />
––Queridísima Fanny ––dijo Edmund, estrechando su brazo para<br />
atraerla hacia sí––, no vaya a apenarte la idea de su enojo. Es un enfado<br />
256