Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />
230<br />
––¿Le rechazas?<br />
––Sí, señor.<br />
––¡Rechazar a Mr. Crawford! ¿Con qué pretexto? ¿Por qué razón?<br />
––Yo... yo no puedo quererle bastante, tío, para casarme con él.<br />
––¡Es muy extraño! ––dijo sir Thomas, con mesurado tono de disgusto––<br />
. Aquí hay algo que mi comprensión no alcanza a descifrar. He aquí a un<br />
joven enamorado de ti, poseedor de cuanto puede acreditar a un<br />
pretendiente: no sólo posición social, fortuna y personalidad, sino<br />
también una simpatía poco comente, un trato y una conversación gratos<br />
a todo el mundo. Y no se trata de un conocido de hoy; hace bastante<br />
tiempo que le conoces. Su hermana, además, es una íntima amiga; y él<br />
hizo por tu hermano aquello, lo cual me hizo suponer que habría de ser<br />
para ti recomendación suficiente, de no existir otra. Quién sabe cuándo<br />
hubiera sacado a William adelante con mi influencia. Él lo ha conseguido<br />
ya.<br />
––Sí ––dijo Fanny con voz desfallecida, baja la mirada y enrojeciendo de<br />
nuevo; y se sintió casi avergonzada de sí misma, después del cuadro que<br />
había trazado su tío, por no gustarle Mr. Crawford.<br />
Tenías que darte cuenta ––reanudó sir Thomas––, tenías que notar, de<br />
un tiempo para acá, cierta particularidad en la actitud de Mr. Crawford<br />
hacia ti. Esto no puede haberte cogido de sorpresa. No podían pasarte<br />
inadvertidas sus atenciones; y aunque siempre las recibiste dignamente<br />
(nada tengo que reprocharte por este lado), jamás noté que te resultaran<br />
desagradables. Casi me inclino a creer, Fanny, que no conoces<br />
exactamente tus propios sentimientos.<br />
––¡Oh, sí, tío! Sí que los conozco. Sus atenciones eran siempre... lo que<br />
no me gustaba.<br />
Sir Thomas la miró más sorprendido aún.<br />
––Esto está fuera de mis alcances ––dijo––. Esto requiere una<br />
explicación. Joven como eres, sin haber tratado apenas a ningún<br />
hombre, es casi imposible que tu corazón...<br />
Se interrumpió y la miró fijamente. Vio en sus labios formado un no,<br />
aunque la palabra no llegó a articularse, pero su rostro se riñó de<br />
escarlata. Esto, sin embargo, en una muchacha tan modesta, podía ser<br />
muy compatible con la inocencia; y decidiendo al menos mostrarse<br />
satisfecho, añadió rápidamente:<br />
––No, no; Ya sé que esto está fuera de toda duda... que es<br />
completamente imposible. Bien, no hay más que decir.<br />
Y nada dijo por espacio de unos minutos. Se puso a meditar profundamente,<br />
mientras su sobrina meditaba también, tratando de templarse y<br />
prepararse contra ulteriores interrogatorios. Hubiera preferido morir<br />
antes que confesar la verdad; y esperaba, con un poco de reflexión, hallar<br />
la suficiente fortaleza para no traicionarse.<br />
––Aparte del interés que la elección de Mr. Crawford parece justificar ––<br />
dijo sir Thomas, empezando de nuevo con gran serenidad––, el hecho de<br />
230