You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />
173<br />
juntas rememorarse con la más dulce evocación. Ventaja ésta,<br />
fortalecedora del cariño, ante la cual hasta los lazos conyugales están<br />
por debajo de los fraternales. Los hijos de una misma familia, de la<br />
misma sangre, con los mismos primeros hábitos y compañías, tienen en<br />
su poder ciertos recursos de disfrute mutuo que ninguna unión ulterior<br />
les podrá proporcionar; y habrá de producirse un desvío prolongado y<br />
antinatural, un divorcio que ningún ulterior enlace puede justificar, para<br />
que estos preciosos residuos de los afectos primeros queden totalmente<br />
desterrados. Con demasiada frecuencia, ¡ay!, sucede así. El amor<br />
fraternal, que lo es casi todo a veces, otras es peor que nada. Pero en<br />
William y Fanny Price era todavía un sentimiento en toda su plenitud y<br />
frescor, sin que se viera mermado por intereses contrapuestos ni enfriado<br />
por otros afectos independientes, y que el tiempo y la ausencia sólo<br />
contribuían a aumentar.<br />
Un afecto tan cariñoso tenía que encarecer a ambos en la opinión de<br />
cuantos tenían corazón para apreciar algo bueno. Henry Crawford quedó<br />
tan impresionado como el que más. Apreciaba la efusiva, ruda ternura<br />
del joven marino que hacía a éste decir, mostrando con la mano tendida<br />
el peinado de Fanny:<br />
––Pues sí, ya empieza a gustarme esa moda estrafalaria, aunque al<br />
principio, cuando me dijeron que en Inglaterra se llevaban semejantes<br />
cosas, no pude creerlo; y cuando en Gibraltar, en casa del Comisario, vi<br />
que se presentaban Mrs. Brown y las otras señoras con el mismo<br />
aderezo, creí que se habían vuelto locas; pero Fanny es capaz de hacer<br />
que me guste cualquier cosa.<br />
Y Henry observaba, con viva admiración, el rubor que teñía las mejillas<br />
de Fanny, el brillo de sus ojos, el profundo interés, la absorta atención<br />
con que escuchaba a su hermano cuando éste describía alguno de los<br />
peligros inminentes o espantosas escenas que forzosamente se presentan<br />
durante un tan largo período en alta mar.<br />
Era un cuadro que Henry Crawford tenía el suficiente gusto moral para<br />
apreciar. Los encantos de Fanny crecían... crecían hasta duplicarse;<br />
porque la sensibilidad que embellecía su expresión e iluminaba su rostro<br />
era ya un atractivo en sí. Él no pudo seguir dudando de la idoneidad del<br />
corazón de Fanny. Tenía capacidad de sentimiento, de auténtico<br />
sentimiento. ¡Valdría la pena ser amado por una muchacha como<br />
aquélla, excitar las primeras pasiones de su alma tierna y candorosa! El<br />
caso le interesaba más de lo que había previsto. Una quincena no era<br />
suficiente. Su estancia en <strong>Mansfield</strong> se hizo indefinida.<br />
William era a menudo requerido por su tío para que contara sus cosas.<br />
Sus relatos eran en sí amenos para sir Thomas, pero lo que éste<br />
principalmente buscaba al hacerle hablar era entender al narrador,<br />
conocer al joven muchacho por sus historias; y escuchaba sus claros,<br />
simples y arrebatados conceptos con plena satisfacción, al ver en ellos la<br />
prueba de unos buenos principios, conocimiento profesional, energía,<br />
173