11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

239<br />

Existía un cambio, y existían unos favores que forzosamente habían de<br />

producir algún efecto. Ella hubiera podido desdeñarle con toda la<br />

dignidad de la virtud ofendida en los terrenos de Sotherton o en el teatro<br />

de <strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong>; pero ahora se le acercaba con unos derechos que<br />

reclamaban un tratamiento distinto. Tenía que mostrarse cortés y<br />

compasiva. Debía considerarse honrada, y lo mismo pensando en ella<br />

que en su hermano, tenía que sentir una profunda gratitud. Efecto de<br />

todo ello fue un modo de expresarse tan doliente y turbado, con unas<br />

palabras entremezcladas con su negativa tan expresivas de gratitud y<br />

pesar, que, para un temperamento fatuo y creído como el de Crawford, la<br />

autenticidad o al menos el grado de su indiferencia podía muy bien ser<br />

discutible; de modo que no estuvo él tan falto de lógica como Fanny le<br />

consideró, en sus manifestaciones de que estaba dispuesto a perseverar<br />

sin desmayo, en vez de mostrarse desengañado, y que pusieron término<br />

a la entrevista.<br />

Sólo de mala gana se resignó Henry a separarse de ella; pero al<br />

despedirse no había en su aspecto el menor síntoma de desesperación<br />

que desmintiera sus palabras, o que diera esperanzas a Fanny de que<br />

sería más razonable de lo que se mostraba.<br />

Ella quedó enojada. No pudo evitar cierto resentimiento ante aquella<br />

perseverancia tan egoísta y poco generosa. Ahí estaba de nuevo aquella<br />

falta de delicadeza y consideración que anteriormente la había<br />

impresionado y ofendido. Ahí estaba de nuevo algo de aquel mismo Mr.<br />

Crawford que había repudiado. ¡Cómo se evidenciaba una grosera falta<br />

de sensibilidad y humanitarismo cuando quería satisfacer sus deseos! Y,<br />

¡ah, cómo se notaba que nunca existieron unos principios para suplir,<br />

como deber, lo que le faltaba de corazón! Aunque ella tuviera el suyo tan<br />

desocupado... como acaso debiera tenerlo, nunca hubiese podido Henry<br />

conquistarlo.<br />

Así pensaba Fanny con absoluta sinceridad y serena tristeza en el<br />

curso de sus meditaciones, sentada ante aquella condescendencia y<br />

aquel lujo excesivos de tener fuego en su cuarto del este, considerando el<br />

pasado y el presente, preguntándose qué iba a ocurrir ahora, en un<br />

estado de nerviosa agitación que le impedía ver nada claro, excepto la<br />

imposibilidad de poder llegar nunca, en ningún caso, a querer a<br />

Crawford, y la felicidad de tener el calor de un fuego ante el que poder<br />

sentarse y meditar.<br />

Sir Thomas se vio obligado, o se obligó a sí mismo, a aguardar hasta la<br />

mañana para saber lo ocurrido entre los jóvenes. Entonces vio a<br />

Crawford, que le dio su referencia. La primera sensación fue de<br />

desencanto; había esperado algo mejor; había creído que una hora de<br />

súplicas por parte de un joven como Henry Crawford tenía que producir<br />

un cambio mayor en una muchacha de carácter tan dócil como Fanny<br />

Price; pero halló inmediato consuelo en los decididos propósitos y ansias<br />

de perseverar del enamorado; y viendo tan confiado en el éxito al primer<br />

239

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!