11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

175<br />

descrédito, no pudo ella desechar sus temores ni sentir nada del<br />

agradecimiento que Mr. Crawford había plenamente confiado suscitar<br />

brindando su caballo. No obstante, cuando quedó demostrado que con<br />

ello William no había sufrido ningún daño, pudo Fanny admitir que<br />

aquello había sido una fineza, e incluso recompensar al propietario con<br />

una sonrisa cuando le fue devuelto el animal, y acto seguido con la<br />

mayor cordialidad y de un modo que no admitía resistencia, Henry lo<br />

puso de nuevo a la entera disposición del muchacho mientras<br />

permaneciera en Northamptonshire.<br />

CAPÍTULO XXV<br />

Durante este período la frecuentación de las dos familias llegó casi a<br />

restablecerse por completo, aproximándose más a lo que había sido en el<br />

último otoño, de lo que cualquier miembro del antiguo círculo íntimo<br />

había considerado probable. El regreso de Henry Crawford y la llegada de<br />

William Price tuvieron mucha parte en ello, pero mucho se debió también<br />

a la más que tolerancia de sir Thomas respecto de las sociables<br />

tentativas de la rectoría. Su ánimo, libre ahora de los cuidados que le<br />

abrumaron al principio, tuvo ocasión de apreciar que los Grant y sus<br />

jóvenes huéspedes eran realmente personas dignas de ser frecuentadas;<br />

y aunque estaba muy por encima de lo que pudieran ser planes o<br />

maquinaciones con vistas al más ventajoso compromiso matrimonial que<br />

pudiera preverse, según las posibilidades aparentes, de uno de los seres<br />

que él más quería, y, además, desdeñaba la ingenuidad de considerarse<br />

sagaz en estas cuestiones, no pudo menos de notar, en líneas generales e<br />

imprecisas, que Mr. Crawford distinguía un tanto a su sobrina, ni acaso<br />

evitar (aunque inconscientemente) la tendencia a dar un mayor asentimiento<br />

a las invitaciones, por tal motivo.<br />

Sin embargo, su pronta conformidad en asistir a una comida en la<br />

rectoría cuando, al fin, decidieron aventurar la invitación general<br />

después de mucho debate y muchas dudas sobre si valdría la pena,<br />

«porque... ¡sir Thomas parecía tan mal predispuesto y lady Bertram era<br />

tan indolente!», se debió tan sólo a su buena educación y a su buena<br />

voluntad, sin que Mr. Crawford tuviera nada que ver en ello, como no<br />

fuera en el sentido de que era uno más en el seno de un grupo agradable;<br />

ya que precisamente fue en el curso de esta visita cuando empezó a<br />

pensar que cualquiera de esas personas habituadas a tal clase de fútiles<br />

observaciones hubiera pensado que Henry Crawford era el admirador de<br />

Fanny Price.<br />

175

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!