11.05.2013 Views

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

Mansfield Park - Educando

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Mansfield</strong> <strong>Park</strong> Jane Austen<br />

127<br />

aquella misma noche. La señora Grant y los Crawford se comprometieron<br />

a volver para ello lo antes posible, después de la cena, y todos los que<br />

habían de intervenir esperaban el momento con gran ansiedad. Parecía<br />

existir con tal motivo un difundido espíritu de jovialidad: Tom se<br />

mostraba satisfecho por el gran paso que se daba hacia el fin perseguido,<br />

Edmund estaba de buen humor desde el ensayo de la mañana, y todos<br />

los pequeños roces e inconveniencias parecían haberse esfumado por<br />

todas partes. Todos estaban alerta e impacientes. Las damas se pusieron<br />

pronto en movimiento, no tardaron en seguirlas los caballeros y,<br />

exceptuando a lady Bertram, a tía Norris y a Julia, todos se reunieron en<br />

el teatro antes de la hora prevista; y, después de iluminarlo lo mejor que<br />

pudieron teniendo en cuenta que no estaba aún terminada la<br />

instalación, quedaron esperando nada más que la llegada de la señora<br />

Grant y los Crawford para dar comienzo.<br />

No se hicieron esperar mucho los Crawford, pero llegaron sin la señora<br />

Grant. Resultó que no podía acudir. El doctor Grant se había sentido<br />

indispuesto (indisposición en la que poco creía su linda cuñadita) y no<br />

podía prescindir de su mujer.<br />

––El doctor Grant está enfermo ––proclamó Mary con irónica solemnidad––.<br />

No ha dejado de estar enfermo desde el momento en que, hoy, no<br />

probó un bocado de faisán. Le pareció que estaba duro, retiró el plato y<br />

no ha dejado de sufrir desde entonces.<br />

¡Ahí estaba el gran desencanto! No poder contar con la señora Grant<br />

era algo realmente desastroso. Su agradable carácter y jovial<br />

conformidad hacían siempre de ella un valioso elemento para el grupo,<br />

pero ahora su concurso era absolutamente necesario. No podían<br />

representar, no podían ensayar a satisfacción sin ella. Todas las<br />

ilusiones puestas en aquella velada quedaron destruidas. ¿Qué iban a<br />

hacer? Tom, que a su cargo tenía el papel de granjero, estaba<br />

desesperado. Después de una pausa de muda perplejidad, empezaron<br />

algunos ojos a volverse hacia Fanny, y un par de voces a decir:<br />

––Si miss Price tuviera la bondad de leer el papel...<br />

Inmediatamente vióse acosada de súplicas... todos la rogaban... hasta<br />

Edmund le dijo:<br />

––Hazlo, Fanny, si no ha de serte muy desagradable.<br />

Pero Fanny siguió resistiendo aún. No podía soportar la idea de<br />

mezclarse en aquello. ¿Por qué no podían pedírselo igualmente a miss<br />

Crawford? O mejor: ¿por qué no se había retirado a su habitación, ya que<br />

había presentido que allí estaría más segura, en vez de querer presenciar<br />

el ensayo? Ella sabía que había de irritarla y entristecerla... ella sabía<br />

que su deber era mantenerse lejos. Ahora recibía el justo castigo.<br />

––Sólo tiene que leer el papel ––dijo Henry Crawford, con renovada insistencia.<br />

Y yo creo que lo sabe de memoria, palabra por palabra ––agregó María–<br />

–, pues tuvo ocasión de corregir a la señora Grant en veinte puntos, el<br />

127

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!