14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

124 LA ERA DE LAS CATÁSTROFES<br />

tacado de ello—, pero éstos eran más bi<strong>en</strong> elem<strong>en</strong>tos decorativos que estructurales<br />

<strong>del</strong> fascismo. Mussolini podía haber prescindido perfectam<strong>en</strong>te de su<br />

filósofo Giovanni G<strong>en</strong>tile y Hitler probablem<strong>en</strong>te ignoraba —y no le habría<br />

importado saberlo— que contaba con el apoyo <strong>del</strong> filósofo Heidegger. No<br />

es posible tampoco id<strong>en</strong>tificar al fascismo con una forma concreta de organización<br />

<strong>del</strong> estado, el estado corporativo: la Alemania nazi perdió rápidam<strong>en</strong>te<br />

interés por esas ideas, tanto más <strong>en</strong> cuanto <strong>en</strong>traban <strong>en</strong> conflicto con<br />

el principio de una única e indivisible Volksgemeinschaft o comunidad <strong>del</strong><br />

pueblo. Incluso un elem<strong>en</strong>to apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te tan crucial como el racismo<br />

estaba aus<strong>en</strong>te, al principio, <strong>del</strong> fascismo italiano. Por otra parte, como<br />

hemos visto, el fascismo compartía el nacionalismo, el anticomunismo, el<br />

antiliberalismo, etc., con otros elem<strong>en</strong>tos no fascistas de la derecha. Algunos<br />

de ellos, <strong>en</strong> especial los grupos reaccionarios franceses no fascistas,<br />

compartían también con él la concepción de la política como viol<strong>en</strong>cia<br />

callejera.<br />

La principal difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la derecha fascista y la no fascista era que la<br />

primera movilizaba a las masas desde abajo. Pert<strong>en</strong>ecía a la era de la política<br />

democrática y popular que los reaccionarios tradicionales rechazaban y<br />

que los paladines <strong>del</strong> «estado orgánico» int<strong>en</strong>taban sobrepasar. El fascismo<br />

se complacía <strong>en</strong> las movilizaciones de masas, y las conservó simbólicam<strong>en</strong>te,<br />

como una forma de esc<strong>en</strong>ografía política —las conc<strong>en</strong>traciones nazis de<br />

Nuremberg, las masas de la Piazza V<strong>en</strong>ezia contemplando las gesticulaciones<br />

de Mussolini desde su balcón—, incluso cuando subió al poder; lo mismo<br />

cabe decir de los movimi<strong>en</strong>tos comunistas. Los fascistas eran los revolucionarios<br />

de la contrarrevolución: <strong>en</strong> su retórica, <strong>en</strong> su atractivo para cuantos se<br />

consideraban víctimas de la sociedad, <strong>en</strong> su llamami<strong>en</strong>to a transformarla de<br />

forma radical, e incluso <strong>en</strong> su <strong>del</strong>iberada adaptación de los símbolos y nombres<br />

de los revolucionarios sociales, tan evid<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el caso <strong>del</strong> «Partido<br />

Obrero Nacionalsocialista» de Hitler, con su bandera roja (modificada) y la<br />

inmediata adopción <strong>del</strong> 1.° de mayo de los rojos como fiesta oficial, <strong>en</strong> 1933.<br />

Análogam<strong>en</strong>te, aunque el fascismo también se especializó <strong>en</strong> la retórica<br />

<strong>del</strong> retorno <strong>del</strong> pasado tradicional y obtuvo un gran apoyo <strong>en</strong>tre aquellos que<br />

habrían preferido borrar el siglo anterior, si hubiera sido posible, no era realm<strong>en</strong>te<br />

un movimi<strong>en</strong>to tradicionalista <strong>del</strong> estilo de los carlistas de Navarra<br />

que apoyaron a Franco <strong>en</strong> la guerra civil, o de las campañas de Gandhi <strong>en</strong><br />

pro <strong>del</strong> retorno a los telares manuales y a los ideales rurales. Propugnaba<br />

muchos valores tradicionales, lo cual es otra cuestión. D<strong>en</strong>unciaba la emancipación<br />

liberal —la mujer debía permanecer <strong>en</strong> el hogar y dar a luz muchos<br />

hijos— y desconfiaba de la insidiosa influ<strong>en</strong>cia de la cultura moderna y,<br />

especialm<strong>en</strong>te, <strong>del</strong> arte de vanguardia, al que los nacionalsocialistas alemanes<br />

tildaban de «bolchevismo cultural» y de deg<strong>en</strong>erado. Sin embargo, los<br />

principales movimi<strong>en</strong>tos fascistas —el italiano y el alemán— no recurrieron<br />

a los guardianes históricos <strong>del</strong> ord<strong>en</strong> conservador, la Iglesia y la monarquía.<br />

Antes al contrario, int<strong>en</strong>taron suplantarlos por un principio de liderazgo<br />

totalm<strong>en</strong>te nuevo <strong>en</strong>carnado <strong>en</strong> el hombre hecho a sí mismo y legitimado por

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!