14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

276 LA EDAD DE ORO<br />

do def<strong>en</strong>sor de la planificación económica <strong>en</strong> Francia. Convirtió a Lionel<br />

(lord) Robbins, un economista liberal que <strong>en</strong> otro tiempo había def<strong>en</strong>dido la<br />

ortodoxia fr<strong>en</strong>te a Keynes <strong>en</strong> un seminario dirigido conjuntam<strong>en</strong>te con<br />

Hayek <strong>en</strong> la London School of Economics, <strong>en</strong> el director de la economía<br />

semisocialista británica de guerra. Durante unos treinta años existió un cons<strong>en</strong>so<br />

<strong>en</strong> Occid<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los p<strong>en</strong>sadores y los responsables de tomar las decisiones,<br />

sobre todo <strong>en</strong> los Estados Unidos, que marcaban la pauta de lo que<br />

los demás países <strong>del</strong> área no comunista podían hacer o, mejor dicho, de lo<br />

que no podían hacer. Todos querían un mundo de producción creci<strong>en</strong>te, con<br />

un comercio internacional <strong>en</strong> expansión, pl<strong>en</strong>o empleo, industrialización y<br />

modernización, y todos estaban dispuestos a conseguirlo, si era necesario,<br />

mediante el control y la gestión gubernam<strong>en</strong>tales sistemáticas de economías<br />

mixtas, y asociándose con movimi<strong>en</strong>tos obreros organizados, siempre<br />

que no fues<strong>en</strong> comunistas. La edad de oro <strong>del</strong> capitalismo habría sido imposible<br />

sin el cons<strong>en</strong>so de que la economía de la empresa privada («libre<br />

empresa» era la expresión preferida) 1 t<strong>en</strong>ía que ser salvada de sí misma para<br />

sobrevivir.<br />

Sin embargo, si bi<strong>en</strong> es cierto que el capitalismo se reformó, hay que distinguir<br />

claram<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre la disposición g<strong>en</strong>eral a hacer lo que hasta <strong>en</strong>tonces<br />

había sido imp<strong>en</strong>sable y la eficacia real de cada una de las nuevas recetas que<br />

creaban los chefs de los nuevos restaurantes económicos, y eso es difícil de<br />

evaluar. Los economistas, al igual que los políticos, siempre ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a atribuir<br />

el éxito a la sagacidad de su política, y durante la edad de oro, cuando<br />

hasta economías débiles como la británica florecieron y prosperaron, parecía<br />

haber razones de sobra para felicitarse. No obstante, esas políticas obtuvieron<br />

éxitos resonantes. En 1945-1946, Francia, por ejemplo, empr<strong>en</strong>dió un programa<br />

serio de planificación económica para modernizar la economía industrial<br />

francesa. La adaptación de ideas soviéticas a las economías capitalistas<br />

mixtas debió t<strong>en</strong>er consecu<strong>en</strong>cias, ya que <strong>en</strong>tre 1950 y 1979 Francia, hasta<br />

<strong>en</strong>tonces un paradigma de atraso económico, acortó distancias con respecto a<br />

la productividad de los Estados Unidos más que ningún otro de los principales<br />

países industrializados, Alemania incluida (Maddison, 1982, p. 46). No<br />

obstante, dejemos a los economistas, una tribu notablem<strong>en</strong>te p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>ciera,<br />

que discutan las virtudes y defectos y la eficacia de las diversas políticas<br />

que adoptaron distintos gobiernos (muchas de ellas asociadas al nombre de<br />

J. M. Keynes, que había muerto <strong>en</strong> 1946).<br />

1. La palabra «capitalismo», al igual que «imperialismo», se vio marginada <strong>del</strong> discurso<br />

público, por sus connotaciones negativas para el público. Hasta los años set<strong>en</strong>ta no <strong>en</strong>contramos<br />

a políticos y propagandistas orgullosos de declararse «capitalistas», algo a lo que se anticipó<br />

ligeram<strong>en</strong>te a partir de 1965 el lema de la revista de negocios Forbes, que, dándole la vuelta a<br />

una expresión de la jerga comunista norteamericana, empezó a describirse a sí misma como un<br />

«instrum<strong>en</strong>to al servicio <strong>del</strong> capitalismo».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!