14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LAS CIENCIAS NATURALES 5 4 1<br />

gías y filosofías. Las ci<strong>en</strong>cias naturales podían reflejar el siglo <strong>en</strong> que vivían<br />

los ci<strong>en</strong>tíficos tan sólo d<strong>en</strong>tro de los confines de la metodología empírica<br />

que, <strong>en</strong> una época de incertidumbre epistemológica, se g<strong>en</strong>eralizó necesariam<strong>en</strong>te:<br />

la de la hipótesis verificable —o, <strong>en</strong> términos de Karl Popper (1902-<br />

1994), falsable— mediante pruebas prácticas. Esto imponía límites a su<br />

ideologización. La economía, aunque sujeta a exig<strong>en</strong>cias de lógica y consist<strong>en</strong>cia,<br />

ha florecido como una especie de teología —probablem<strong>en</strong>te como la<br />

rama más influy<strong>en</strong>te de la teología secular, <strong>en</strong> el mundo occid<strong>en</strong>tal— porque<br />

normalm<strong>en</strong>te se puede formular, y se formula, <strong>en</strong> unos términos que le permit<strong>en</strong><br />

rehuir el control de la verificación. La física no puede permitírselo.<br />

Así, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> el ámbito de la economía se puede demostrar que las<br />

escuelas <strong>en</strong> conflicto y el cambio de las modas <strong>del</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to económico<br />

son fiel reflejo de las experi<strong>en</strong>cias y <strong>del</strong> debate ideológico contemporáneos,<br />

esto no sucede <strong>en</strong> el ámbito de la cosmología.<br />

Pese a todo la ci<strong>en</strong>cia se hizo eco de su tiempo, aunque es innegable que<br />

algunos movimi<strong>en</strong>tos ci<strong>en</strong>tíficos importantes son <strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>os. Así, era prácticam<strong>en</strong>te<br />

inevitable que la desord<strong>en</strong>ada proliferación de partículas subatómicas,<br />

especialm<strong>en</strong>te tras la aceleración experim<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> los años cincu<strong>en</strong>ta,<br />

condujese a los ci<strong>en</strong>tíficos a buscar simplificación. La arbitraria naturaleza<br />

de la nueva, e hipotéticam<strong>en</strong>te «última», partícula de la que se decía ahora<br />

que estaban compuestos los protones, neutrones, electrones y demás, queda<br />

reflejada <strong>en</strong> su mismo nombre", quark, término tomado de Finnegan's Wake de<br />

James Joyce (1963). Éste fue muy pronto dividido <strong>en</strong> tres o cuatro subespecies<br />

(con sus «antiquarks»), descritas como up, down, sideways o strange, y quarks<br />

con charm, cada una de ellos dotada de una propiedad llamada «color». Ninguna<br />

de estas palabras t<strong>en</strong>ía nada que ver con sus significados comunes.<br />

Como de costumbre, a partir de esta teoría se hicieron predicciones acertadas,<br />

<strong>en</strong>cubri<strong>en</strong>do así el hecho de que <strong>en</strong> los nov<strong>en</strong>ta no se ha <strong>en</strong>contrado<br />

ningún tipo de evid<strong>en</strong>cia experim<strong>en</strong>tal que avale la exist<strong>en</strong>cia de quarks<br />

de ningún tipo. 16<br />

Si estos nuevos avances constituían una simplificación <strong>del</strong> laberinto<br />

subatómico o, por el contrario, un aum<strong>en</strong>to de su complejidad, es algo que<br />

debe dejarse al juicio de los físicos capacitados para ello. Sin embargo, el<br />

observador lego escéptico, aunque admirado, puede recordar a veces los titánicos<br />

esfuerzos intelectuales y las dosis de ing<strong>en</strong>io empleadas a fines <strong>del</strong><br />

siglo Xix para mant<strong>en</strong>er la cre<strong>en</strong>cia ci<strong>en</strong>tífica <strong>en</strong> el «éter», antes de que los<br />

trabajos de Planck y Einstein lo relegaran al museo de las pseudoteorías junto<br />

al «flogisto» (véase La era <strong>del</strong> imperio, capítulo 10).<br />

La misma falta de contacto de estas construcciones teóricas con la realidad<br />

que int<strong>en</strong>tan explicar (excepto <strong>en</strong> calidad de hipótesis falsables) las abrió<br />

16. John Maddox afirma que esto dep<strong>en</strong>de de lo que cada uno <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>da por «<strong>en</strong>contrar».<br />

Se id<strong>en</strong>tificaron algunos efectos de los quarks, pero, al parecer, éstos no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran «solos»,<br />

sino <strong>en</strong> pares o tríos. Lo que confunde a los ci<strong>en</strong>tíficos no es si los quarks exist<strong>en</strong> o no, sino el<br />

motivo por el cual nunca están solos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!