14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LAS CIENCIAS NATURALES 5 3 5<br />

te <strong>en</strong>gañoso, de «teoría <strong>del</strong> caos». Y era <strong>en</strong>gañoso porque lo que revelaba no<br />

era tanto los impredecibles resultados de procedimi<strong>en</strong>tos ci<strong>en</strong>tíficos perfectam<strong>en</strong>te<br />

deterministas, sino la extraordinaria universalidad de formas y mo<strong>del</strong>os<br />

de la naturaleza <strong>en</strong> sus manifestaciones más dispares y apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />

inconexas. 11<br />

La teoría <strong>del</strong> caos ayudó a dar otra vuelta de tuerca a Ja antigua causalidad.<br />

Rompió los lazos <strong>en</strong>tre ésta y la posibilidad de predicción, puesto que no<br />

sost<strong>en</strong>ía que los hechos sucedies<strong>en</strong> de manera fortuita, sino que los efectos<br />

que se seguían de unas causas específicas no se podían predecir. Ello reforzó,<br />

además, otra cuestión avanzada por los paleontólgos y de considerable interés<br />

para los historiadores: la suger<strong>en</strong>cia de que las cad<strong>en</strong>as de desarrollo histórico<br />

o evolutivo son perfectam<strong>en</strong>te coher<strong>en</strong>tes y explicables después <strong>del</strong><br />

hecho, pero que los resultados finales no se pued<strong>en</strong> predecir desde el principio,<br />

porque, si se dan las mismas condiciones otra vez, cualquier cambio, por<br />

insignificante o poco importante que pueda parecer <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to, «hará<br />

que la evolución se desarrolle por una vía radicalm<strong>en</strong>te distinta» (Gould,<br />

1989, p. 51). Las consecu<strong>en</strong>cias políticas, económicas y sociales de este <strong>en</strong>foque<br />

pued<strong>en</strong> ser de largo alcance.<br />

Por otra parte, estaba también el absurdo total de gran parte <strong>del</strong> nuevo<br />

mundo de los físicos. Mi<strong>en</strong>tras estuviese confinado <strong>en</strong> el átomo, no afectaba<br />

directam<strong>en</strong>te a la vida cotidiana, <strong>en</strong> la que incluso los ci<strong>en</strong>tíficos estaban<br />

inmersos, pero hubo al m<strong>en</strong>os un nuevo e inasimilable descubrimi<strong>en</strong>to que no<br />

se pudo poner también <strong>en</strong> cuar<strong>en</strong>t<strong>en</strong>a. Este era el hecho extraodinario,<br />

que algunos habían anticipado a partir de la teoría de la relatividad, y que<br />

había sido observado <strong>en</strong> 1929 por el astrónomo estadounid<strong>en</strong>se E. Hubble, de<br />

que el universo <strong>en</strong>tero parecía expandirse a una velocidad de vértigo. Esta<br />

expansión, que incluso muchos ci<strong>en</strong>tíficos <strong>en</strong>contraban difícil de aceptar, por<br />

lo que algunos llegaron a idear teorías alternativas sobre el «estado estacionario»<br />

<strong>del</strong> cosmos, fue verificada con la obt<strong>en</strong>ción de nuevos datos astronómicos<br />

<strong>en</strong> los años ses<strong>en</strong>ta. Era imposible no hacerse preguntas acerca de hacia<br />

dónde se (y nos) dirigía esta expansión; acerca de cuándo y cómo com<strong>en</strong>zó y,<br />

por consigui<strong>en</strong>te, especular sobre la historia <strong>del</strong> universo, empezando por el<br />

big bang o explosión inicial.<br />

Este descubrimi<strong>en</strong>to produjo el floreci<strong>en</strong>te campo de la cosmología, la<br />

parte de la ci<strong>en</strong>cia <strong>del</strong> siglo xx más apta para inspirar bestsellers, y aum<strong>en</strong>tó<br />

<strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te el papel de la historia <strong>en</strong> las ci<strong>en</strong>cias naturales que, a excepción<br />

de la geología y sus derivadas, habían manifestado hasta <strong>en</strong>tonces una<br />

11. El desarrollo de la «teoría <strong>del</strong> caos» <strong>en</strong> los años set<strong>en</strong>ta y och<strong>en</strong>ta ti<strong>en</strong>e algo <strong>en</strong> común<br />

con el surgimi<strong>en</strong>io, a comi<strong>en</strong>zos <strong>del</strong> siglo xix, de una escuela ci<strong>en</strong>tífica «romántica» c<strong>en</strong>trada<br />

principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Alemania (la Naturphilosophie), <strong>en</strong> reacción contra la corri<strong>en</strong>te principal «clásica»,<br />

c<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> Francia y Gran Bretaña. Es interesante señalar que dos emin<strong>en</strong>tes pioneros de la<br />

nueva escuela, Feig<strong>en</strong>baum y Libchaber (véase Gleick, 1988, pp. 163 y 197), se inspiraron <strong>en</strong><br />

la lectura de la apasionadam<strong>en</strong>te antinewtoniana teoría de los colores de Goethe, y <strong>en</strong> su tratado<br />

sobre la transformación de las plantas, que puede considerarse como una teoría evolucionista antidarwinista<br />

anticipada. (Sobre la Naturphilosophie véase Las revoluciones burguesas, capítulo 15.)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!