14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

224 LA ERA DE LAS CATÁSTROFES<br />

medios aniquilar a Nasser <strong>en</strong> la guerra de Suez de 1956 (véase p. 360). En<br />

cambio, Francia se opuso con <strong>en</strong>ergía al levantami<strong>en</strong>to de las fuerzas que<br />

luchaban por la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia nacional <strong>en</strong> Argelia (1954-1961), uno de esos<br />

territorios, como Suráfrica y —<strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido distinto— Israel, donde la<br />

coexist<strong>en</strong>cia de la población autóctona con un núcleo numeroso de colonos<br />

europeos dificultaba la solución <strong>del</strong> problema de la descolonización. La guerra<br />

de Argelia fue un conflicto sangri<strong>en</strong>to que contribuyó a institucionalizar<br />

la tortura <strong>en</strong> el ejército, la policía y las fuerzas de seguridad de unos países<br />

que se declaraban civilizados. Popularizó la utilización de la tortura mediante<br />

descargas eléctricas que se aplicaban <strong>en</strong> distintas zonas <strong>del</strong> cuerpo como la<br />

l<strong>en</strong>gua, los pezones y los g<strong>en</strong>itales, y provocó la caída de la cuarta república<br />

(1958) y casi la de la quinta (1961), antes de que Argelia consiguiera la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

que el g<strong>en</strong>eral De Gaulle había considerado inevitable hacía mucho<br />

tiempo. Mi<strong>en</strong>tras tanto, el gobierno francés había negociado secretam<strong>en</strong>te la<br />

autonomía y la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia (1956) de los otros dos protectorados que<br />

poseía <strong>en</strong> el norte de África: Túnez (que se convirtió <strong>en</strong> una república) y<br />

Marruecos (que siguió si<strong>en</strong>do una monarquía). Ese mismo año Gran Bretaña<br />

se despr<strong>en</strong>dió tranquilam<strong>en</strong>te de Sudán, cuyo mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to como colonia<br />

era insost<strong>en</strong>ible desde que perdiera el control sobre Egipto.<br />

Es difícil decir con certeza cuándo compr<strong>en</strong>dieron los viejos imperios<br />

que la era <strong>del</strong> imperialismo había concluido definitivam<strong>en</strong>te. Visto desde la<br />

actualidad, el int<strong>en</strong>to de Gran Bretaña y de Francia de reafirmar su posición<br />

como pot<strong>en</strong>cias imperialistas <strong>en</strong> la av<strong>en</strong>tura <strong>del</strong> canal de Suez de 1956 parece<br />

más claram<strong>en</strong>te cond<strong>en</strong>ado al fracaso de lo que debieron p<strong>en</strong>sar los<br />

gobiernos de Londres y París que proyectaron esa operación militar para acabar<br />

con el gobierno egipcio revolucionario <strong>del</strong> coronel Nasser, <strong>en</strong> una acción<br />

concertada con Israel. El episodio constituyó un sonoro fracaso (salvo desde<br />

el punto de vista de Israel), tanto más ridículo por la combinación de indecisión<br />

y falta de sinceridad de que hizo gala el primer ministro británico Anthony<br />

Edén. La operación —que, ap<strong>en</strong>as iniciada, tuvo que ser cancelada<br />

bajo la presión de Estados Unidos— inclinó a Egipto hacia la URSS y terminó<br />

para siempre con lo que se ha llamado «el mom<strong>en</strong>to de Gran Bretaña<br />

<strong>en</strong> el Próximo Ori<strong>en</strong>te», es decir, la época de hegemonía británica incontestable<br />

<strong>en</strong> la región, iniciada <strong>en</strong> 1918.<br />

Sea como fuere, a finales de los años cincu<strong>en</strong>ta los viejos imperios eran<br />

consci<strong>en</strong>tes de la necesidad de liquidar el colonialismo formal. Sólo Portugal<br />

continuaba resistiéndose, porque la economía de la metrópoli, atrasada y aislada<br />

políticam<strong>en</strong>te, no podía permitirse el neocolonialismo. Necesitaba explotar<br />

sus recursos africanos y, como su economía no era competitiva, sólo podía<br />

hacerlo mediante el control directo. Suráfrica y Rodesia <strong>del</strong> Sur, los dos estados<br />

africanos <strong>en</strong> los que existía un importante núcleo de colonos de raza blanca<br />

(aparte de K<strong>en</strong>ia), se negaron también a seguir la s<strong>en</strong>da que desembocaría<br />

inevitablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el establecimi<strong>en</strong>to de unos regím<strong>en</strong>es dominados por la<br />

población africana, y para evitar ese destino Rodesia <strong>del</strong> Sur se declaró indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />

de Gran Bretaña (1965). Sin embargo, París, Londres y Bruselas (el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!