14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

5 1 0 EL DERRUMBAMIENTO<br />

van der Rohe, o bi<strong>en</strong> subi<strong>en</strong>do más alto, como <strong>en</strong> el World Trade C<strong>en</strong>ter<br />

(ambos <strong>en</strong> Nueva York). En el viejo contin<strong>en</strong>te se seguía hasta cierto punto la<br />

t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia norteamericana, que ahora se inclinaba a asociar la modernidad con<br />

los «valores occid<strong>en</strong>tales»: la abstracción (el arte no figurativo) <strong>en</strong> las artes<br />

visuales y la modernidad <strong>en</strong> la arquitectura se hicieron parte, a veces la parte<br />

dominante, de la esc<strong>en</strong>a cultural establecida, e incluso r<strong>en</strong>ació parcialm<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> países como el Reino Unido, donde parecía haberse estancado.<br />

Por contra, desde finales de los ses<strong>en</strong>ta se fue manifestando una marcada<br />

reacción contra esto, que <strong>en</strong> los años och<strong>en</strong>ta se puso de moda bajo etiquetas<br />

tales como «posmodernidad». No era tanto un «movimi<strong>en</strong>to» como la negación<br />

de cualquier criterio preestablecido de juicio y valoración <strong>en</strong> las artes o,<br />

de hecho, de la posibilidad de realizarlos. Fue <strong>en</strong> la arquitectura donde esta<br />

reacción se dejó s<strong>en</strong>tir y ver por primera vez, coronando los rascacielos con<br />

frontispicios chipp<strong>en</strong>dale, tanto más provocativos por el hecho de ser construidos<br />

por el propio coinv<strong>en</strong>tor <strong>del</strong> término «estilo internacional», Philip<br />

Johnson (1906). Los críticos para qui<strong>en</strong>es la línea <strong>del</strong> cielo creada espontáneam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> Manhattan había sido el mo<strong>del</strong>o moderno de ciudad, descubrieron<br />

las virtudes de la desvertebración de Los Ángeles, un desierto de detalles<br />

sin forma, el paraíso (o el infierno) de aquellos que hicieron lo que quisieron.<br />

Irracional como era, la arquitectura moderna se regía por criterios estéticomorales,<br />

pero <strong>en</strong> a<strong>del</strong>ante las cosas ya no iban a ser así.<br />

Los logros <strong>del</strong> movimi<strong>en</strong>to moderno <strong>en</strong> la arquitectura habían sido impresionantes.<br />

A partir de 1945 habían construido los aeropuertos que unían al<br />

mundo, sus fábricas, sus edificios de oficinas y cuantos edificios públicos<br />

había sido preciso erigir (capitales <strong>en</strong>teras <strong>en</strong> el tercer mundo; museos, universidades<br />

y teatros <strong>en</strong> el primero). Presidió la reconstrucción masiva y global<br />

de las ciudades <strong>en</strong> los años ses<strong>en</strong>ta, puesto que las innovaciones técnicas<br />

que permitían realizar construcciones rápidas y baratas dejaron huella incluso<br />

<strong>en</strong> el mundo socialista. No cab<strong>en</strong> demasiadas dudas de que produjo gran<br />

número de edificios muy bellos e incluso obras maestras, pero también un<br />

bu<strong>en</strong> número de edificios feos y muchos hormigueros inhumanos impersonales.<br />

Las realizaciones de la pintura y escultura modernas de posguerra fueron<br />

incomparablem<strong>en</strong>te m<strong>en</strong>ores y, casi siempre, inferiores a sus predecesoras de<br />

<strong>en</strong>treguerras, como demuestra la comparación <strong>del</strong> arte parisino de los cincu<strong>en</strong>ta<br />

con ei de los años veinte. Consistían sobre todo <strong>en</strong> una serie de trucos<br />

cada vez más elaborados mediante los cuales los artistas int<strong>en</strong>taban dar a sus<br />

obras una marca inmediatam<strong>en</strong>te reconocible, <strong>en</strong> una sucesión de manifiestos<br />

de desesperación o de abdicación fr<strong>en</strong>te a la inundación de no arte (pop<br />

art, art brut de Dubuffet y similares) que sumergió al artista a la vieja usanza,<br />

<strong>en</strong> la asimilación de garabatos, trozos y piezas, o de gestos que reducían<br />

ad absurdum el arte adquirido como una mercancía para invertir y sus coleccionistas,<br />

como cuando se añadía un nombre individual a un montón de<br />

ladrillos o de tierra («arte minimalista»), o se int<strong>en</strong>taba evitar que se convirtiera<br />

<strong>en</strong> tal mercancía haciéndolo perecedero {performances).<br />

Un aroma de muerte próxima emanaba de estas vanguardias. El futuro ya

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!