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Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

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LA REVOLUCIÓN SOCIAL, 1945-1990 305<br />

lización, sobre todo <strong>en</strong> la Europa <strong>del</strong> Este, la cifra de proletarios se multiplicó<br />

más deprisa que nunca, al igual que <strong>en</strong> las zonas <strong>del</strong> tercer mundo que<br />

empr<strong>en</strong>dieron su propia industrialización: Brasil, México, India, Corea y<br />

otros. En resum<strong>en</strong>, al final de los años dorados había ciertam<strong>en</strong>te muchísimos<br />

más obreros <strong>en</strong> el mundo, <strong>en</strong> cifras absolutas, y muy probablem<strong>en</strong>te una<br />

proporción de trabajadores industriales d<strong>en</strong>tro de la población mundial más<br />

alta que nunca. Con muy pocas excepciones, como Gran Bretaña, Bélgica y<br />

los Estados Unidos, <strong>en</strong> 1970 los obreros seguram<strong>en</strong>te constituían una proporción<br />

<strong>del</strong> total de la población activa ocupada mayor que <strong>en</strong> la década<br />

de 1890 <strong>en</strong> todos los países <strong>en</strong> donde, a finales <strong>del</strong> siglo xix, surgieron grandes<br />

partidos socialistas basados <strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>ciación <strong>del</strong> proletariado. Sólo<br />

<strong>en</strong> los años och<strong>en</strong>ta y nov<strong>en</strong>ta <strong>del</strong> pres<strong>en</strong>te siglo se adviert<strong>en</strong> indicios de una<br />

importante contracción de la clase obrera.<br />

El espejismo <strong>del</strong> hundimi<strong>en</strong>to de la clase obrera se debió a los cambios<br />

internos de la misma y <strong>del</strong> proceso de producción, más que a una sangría<br />

demográfica. Las viejas industrias <strong>del</strong> siglo xix y principios <strong>del</strong> xx <strong>en</strong>traron<br />

<strong>en</strong> decad<strong>en</strong>cia, y su notoriedad anterior, cuando simbolizaban «la industria»<br />

<strong>en</strong> su conjunto, hizo que su decad<strong>en</strong>cia fuese más evid<strong>en</strong>te. Los mineros<br />

<strong>del</strong> carbón, que antaño se contaban por ci<strong>en</strong>tos de miles, y <strong>en</strong> Gran Bretaña<br />

incluso por millones, acabaron si<strong>en</strong>do más escasos que los lic<strong>en</strong>ciados<br />

universitarios. La industria siderúrgica estadounid<strong>en</strong>se empleaba ahora a<br />

m<strong>en</strong>os g<strong>en</strong>te que las hamburgueserías McDonald's. Cuando no desaparecían,<br />

las industrias tradicionales se iban de los viejos países industrializados a<br />

otros nuevos. La industria textil, de la confección y <strong>del</strong> calzado emigró <strong>en</strong><br />

masa. La cantidad de empleados <strong>en</strong> la industria textil y de la confección <strong>en</strong><br />

la República Federal de Alemania se redujo a m<strong>en</strong>os de la mitad <strong>en</strong>tre 1960<br />

y 1984, pero a principios de los och<strong>en</strong>ta por cada ci<strong>en</strong> trabajadores alemanes,<br />

la industria de la confección alemana empleaba a treinta y cuatro trabajadores<br />

<strong>en</strong> el extranjero (<strong>en</strong> 1966 eran m<strong>en</strong>os de tres). La siderurgia y los astilleros<br />

desaparecieron prácticam<strong>en</strong>te de los viejos países industrializados, pero<br />

emergieron <strong>en</strong> Brasil y Corea, <strong>en</strong> España, Polonia y Rumania. Las viejas<br />

zonas industriales se convirtieron <strong>en</strong> «cinturones de herrumbre» —rustbelts,<br />

una expresión inv<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> los Estados Unidos <strong>en</strong> los años set<strong>en</strong>ta—, e<br />

incluso países <strong>en</strong>teros id<strong>en</strong>tificados con una etapa anterior de la industria,<br />

como Gran Bretaña, se desindustrializaron <strong>en</strong> gran parte, para convertirse <strong>en</strong><br />

museos vivi<strong>en</strong>tes, o muertos, de un pasado extinto, que los empresarios<br />

explotaron, con cierto éxito, como atracción turística. Mi<strong>en</strong>tras desaparecían<br />

las últimas minas de carbón <strong>del</strong> sur de Gales, donde más de 130.000 personas<br />

se habían ganado la vida como mineros a principios de la segunda guerra<br />

mundial, los ancianos supervivi<strong>en</strong>tes bajaban a las minas abandonadas<br />

para mostrar a grupos de turistas lo que antes habían hecho <strong>en</strong> la eterna oscuridad<br />

de las profundidades.<br />

Y aunque nuevas industrias sustituyeran a las antiguas, no eran las mismas<br />

industrias, a m<strong>en</strong>udo no estaban <strong>en</strong> los mismos lugares, y lo más probable era<br />

que estuvies<strong>en</strong> organizadas de modo difer<strong>en</strong>te. La jerga de los años och<strong>en</strong>ta,

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