14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

520 EL DERRUMBAMIENTO<br />

que t<strong>en</strong>ían implicaciones prácticas. Cuando el físico alemán Otto Hahn descubrió<br />

la fisión nuclear a principios de 1939, incluso algunos de los ci<strong>en</strong>tíficos<br />

más activos <strong>en</strong> ese campo, como el gran Niels Bohr (1885-1962), dudaron<br />

de que tuviese aplicaciones prácticas <strong>en</strong> la paz o <strong>en</strong> la guerra, por lo<br />

m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> un futuro previsible. Y si los físicos que compr<strong>en</strong>dieron su valor<br />

pot<strong>en</strong>cial no se lo hubieran comunicado a sus g<strong>en</strong>erales y a sus políticos,<br />

éstos no se hubieran <strong>en</strong>terado de ello, salvo que fues<strong>en</strong> lic<strong>en</strong>ciados <strong>en</strong> física,<br />

lo que no era frecu<strong>en</strong>te.<br />

Por poner otro ejemplo, el célebre texto de Alan Turing de 1935, que proporcionaría<br />

los fundam<strong>en</strong>tos de la moderna teoría informática, había sido<br />

escrito originalm<strong>en</strong>te como una exploración especulativa para lógicos matemáticos.<br />

La guerra dio a él y a otros ci<strong>en</strong>tíficos la oportunidad de traducir la<br />

teoría a unos primeros pasos de la práctica empleándola para descifrar códigos,<br />

pero cuando el texto se publicó originalm<strong>en</strong>te, nadie, a excepción de un<br />

puñado de matemáticos, pareció <strong>en</strong>terarse de sus implicaciones. Este g<strong>en</strong>io<br />

de tez pálida y aspecto desmañado, que era por aquel <strong>en</strong>tonces un jov<strong>en</strong><br />

becario aficionado al jogging y que se convirtió postumam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> una especie<br />

de ídolo para los homosexuales, no era una figura destacada ni siquiera<br />

<strong>en</strong> su propia facultad universitaria, o al m<strong>en</strong>os yo no lo recuerdo como tal. 4<br />

Incluso cuando los ci<strong>en</strong>tíficos se <strong>en</strong>tregaban a la resolución de problemas de<br />

importancia conocida, sólo unos pocos cerebros aislados <strong>en</strong> una pequeña parcela<br />

intelectual podían darse cu<strong>en</strong>ta de lo que se traían <strong>en</strong>tre manos. Por<br />

ejemplo, el autor de estas líneas era un becario <strong>en</strong> Cambridge durante la misma<br />

época <strong>en</strong> que Crick y Watson preparaban su triunfal descubrimi<strong>en</strong>to de la<br />

estructura <strong>del</strong> ADN (la «doble hélice»), que fue inmediatam<strong>en</strong>te reconocido<br />

como uno de los grandes acontecimi<strong>en</strong>tos ci<strong>en</strong>tíficos <strong>del</strong> siglo. Sin embargo,<br />

aunque recuerdo que <strong>en</strong> aquella época coincidí con Crick <strong>en</strong> diversos actos<br />

sociales, la mayoría de nosotros ignorábamos por completo que tan extraordinarios<br />

acontecimi<strong>en</strong>tos t<strong>en</strong>ían lugar a pocos metros de la puerta de nuestra<br />

facultad, <strong>en</strong> laboratorios ante los que pasábamos regularm<strong>en</strong>te y <strong>en</strong> bares<br />

donde íbamos a tomar unas copas. No es que tales cuestiones no nos interesas<strong>en</strong>,<br />

sino que qui<strong>en</strong>es trabajaban <strong>en</strong> ellas no veían la necesidad de explicárnoslas,<br />

ya que ni hubiésemos podido contribuir a su trabajo, ni siquiera<br />

compr<strong>en</strong>dido exactam<strong>en</strong>te cuáles eran sus dificultades.<br />

Ño obstante, por más esotéricas o incompr<strong>en</strong>sibles que fues<strong>en</strong> las inno-<br />

4. Turing se suicidó <strong>en</strong> 1954, tras haber sido cond<strong>en</strong>ado por comportami<strong>en</strong>to homosexual,<br />

que por aquel <strong>en</strong>tonces se consideraba un <strong>del</strong>ito y también una patología que podía curarse<br />

mediante un tratami<strong>en</strong>to médico o psicológico. Turing no pudo soportar la «cura» que le impusieron.<br />

No fue tanto una víctima de la criminalización de la homosexualidad (masculina) <strong>en</strong> Gran<br />

Bretaña antes de los años ses<strong>en</strong>ta, como de su propia incapacidad para asumirla. Sus inclinaciones<br />

sexuales no provocaron ningún problema <strong>en</strong> el King's College de Cambridge, ni <strong>en</strong>tre el<br />

notable conjunto de personas raras y excéntricas que durante la guerra se dedicaron a descifrar<br />

códigos <strong>en</strong> Bletchley, donde Turing vivió antes de trasladarse a Manchester, una vez terminada<br />

la guerra. Sólo a un hombre que, como él, desconocía el mundo <strong>en</strong> que vivían los demás podía<br />

ocurrírsele ir a d<strong>en</strong>unciar el robo cometido <strong>en</strong> su casa por un amigo íntimo (temporal), dando así<br />

'a policía la oportunidad de det<strong>en</strong>er a dos <strong>del</strong>incu<strong>en</strong>tes a la vez.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!