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Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

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LA REVOLUCIÓN MUNDIAL 71<br />

ción, mi<strong>en</strong>tras urgía a los obreros que mantuvieran la producción. No t<strong>en</strong>ía<br />

otra cosa que decirles. 5<br />

El nuevo régim<strong>en</strong> se mantuvo. Sobrevivió a una dura paz impuesta por<br />

Alemania <strong>en</strong> Brest-Litovsk, unos meses antes de que los propios alemanes<br />

fueran derrotados, y que supuso la pérdida de Polonia, las provincias <strong>del</strong> Báltico,<br />

Ucrania y ext<strong>en</strong>sos territorios <strong>del</strong> sur y el oeste de Rusia, así como, de<br />

peto, de Transcaucasia (Ucrania y Transcaucasia serían recuperadas). Por su<br />

parte, los aliados no vieron razón alguna para comportarse con más g<strong>en</strong>erosidad<br />

con el c<strong>en</strong>tro de la subversión mundial. Diversos ejércitos y regím<strong>en</strong>es<br />

contrarrevolucionarios («blancos») se levantaron contra los soviets, financiados<br />

por los aliados, que <strong>en</strong>viaron a suelo ruso tropas británicas, francesas,<br />

norteamericanas, japonesas, polacas, serbias, griegas y rumanas. En los peores<br />

mom<strong>en</strong>tos de la brutal y caótica guerra civil de 1918-1920, la Rusia<br />

soviética quedó reducida a un núcleo cercado de territorios <strong>en</strong> el norte y el<br />

c<strong>en</strong>tro, <strong>en</strong>tre la región de los Urales y los actuales estados <strong>del</strong> Báltico, además<br />

<strong>del</strong> pequeño apéndice de L<strong>en</strong>ingrado, que apunta al golfo de Finlandia.<br />

Los únicos factores de peso que favorecían al nuevo régim<strong>en</strong>, mi<strong>en</strong>tras creaba<br />

de la nada un ejército a la postre v<strong>en</strong>cedor, eran la incompet<strong>en</strong>cia y división<br />

que reinaban <strong>en</strong>tre las fuerzas «blancas», su incapacidad para ganar el<br />

apoyo <strong>del</strong> campesinado ruso y la bi<strong>en</strong> fundada sospecha de las pot<strong>en</strong>cias<br />

occid<strong>en</strong>tales de que era imposible organizar adecuadam<strong>en</strong>te a esos soldados<br />

y marineros levantiscos para luchar contra los bolcheviques. La victoria de<br />

éstos se había consumado a finales de 1920.<br />

Ar.í pues, y contra lo esperado, la Rusia soviética sobrevivió. Los bolcheviques<br />

ext<strong>en</strong>dieron su poder y lo conservaron, no sólo durante más tiempo<br />

<strong>del</strong> que había durado la Comuna de París de 1871 (como observó con<br />

orgullo y alivio L<strong>en</strong>in una vez transcurridos dos meses y quince días), sino a<br />

lo largo de varios años de continuas crisis y catástrofes: la conquista de los<br />

alemanes y la dura paz que les impusieron, las secesiones regionales, la contrarrevolución,<br />

la guerra civil, la interv<strong>en</strong>ción armada extranjera, el hambre y<br />

el hundimi<strong>en</strong>to económico. La única estrategia posible consistía <strong>en</strong> escoger,<br />

día a día, <strong>en</strong>tre las decisiones que podían asegurar la superviv<strong>en</strong>cia y las que<br />

podían llevar al desastre inmediato. ¿Quién iba a preocuparse de las consecu<strong>en</strong>cias<br />

que pudieran t<strong>en</strong>er para la revolución, a largo plazo, las decisiones<br />

que había que tomar <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to, cuando el hecho de no adoptarlas<br />

supondría liquidar la revolución y haría innecesario t<strong>en</strong>er que analizar, <strong>en</strong> el<br />

futuro, cualquier posible consecu<strong>en</strong>cia Uno tras otro se dieron los pasos<br />

necesarios y cuando la nueva república soviética emergió de su agonía, se<br />

descubrió que conducían <strong>en</strong> una dirección muy distinta de la que había previsto<br />

L<strong>en</strong>in <strong>en</strong> la estación de Finlandia.<br />

5. «Les dije: haced lo que queráis, tomad cuanto queráis, os apoyaremos, pero cuidad la<br />

producción, t<strong>en</strong>ed <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que la producción es útil. Haced un trabajo útil; cometeréis errores.<br />

Pero apr<strong>en</strong>deréis» (L<strong>en</strong>in, Informe sobre las actividades <strong>del</strong> consejo de los comisarios <strong>del</strong> pueblo,<br />

11/24 de <strong>en</strong>ero de 1918. L<strong>en</strong>in, 1970. p. 551).

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