14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LAS CIENCIAS NATURALES 5 4 3<br />

planetas está, como el universo, ll<strong>en</strong>a de cataclismos: novas, supernovas,<br />

estrellas gigantes rojas, estrellas <strong>en</strong>anas, agujeros negros y otros f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os<br />

astronómicos que antes de los años veinte eran desconocidos o considerados<br />

como periféricos.<br />

Durante mucho tiempo la mayor parte de los geólogos se resistieron a la<br />

idea de grandes desplazami<strong>en</strong>tos laterales, como los de la deriva de los contin<strong>en</strong>tes<br />

a través <strong>del</strong> planeta <strong>en</strong> el transcurso de la historia de la tierra, aunque<br />

la evid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> su favor fuese considerable. Su oposición se fundam<strong>en</strong>taba <strong>en</strong><br />

cuestiones básicam<strong>en</strong>te ideológicas, a juzgar por la acritud de la polémica<br />

contra el principal def<strong>en</strong>sor de la «deriva contin<strong>en</strong>tal», Alfred Weg<strong>en</strong>er. En<br />

todo caso, el argum<strong>en</strong>to de qui<strong>en</strong>es consideraban que la «deriva contin<strong>en</strong>tal»<br />

no podía ser cierta porque no había ningún mecanismo geofísico conocido<br />

que pudiese llevar a cabo tales movimi<strong>en</strong>tos no era, a priori, más convinc<strong>en</strong>te<br />

que el razonami<strong>en</strong>to de lord Kelvin, <strong>en</strong> el siglo xix, según el cual la escala<br />

temporal postulada <strong>en</strong> aquel tiempo por los geólogos no podía ser verdadera<br />

porque la física, tal como se conocía <strong>en</strong>tonces, consideraba que la tierra era<br />

mucho más jov<strong>en</strong> de lo que decía la geología.<br />

Sin embargo, <strong>en</strong> los años ses<strong>en</strong>ta lo que antes era imp<strong>en</strong>sable se convirtió<br />

<strong>en</strong> la ortodoxia cotidiana de la geología: un mundo compuesto por<br />

gigantescas placas movedizas, a veces <strong>en</strong> rápido movimi<strong>en</strong>to («tectónica de<br />

placas»). 17<br />

Quizá resulte aún más ilustrativo el hecho de que desde los años ses<strong>en</strong>ta<br />

la geología y la teoría evolucionista regresaran a un catastrofismo directo a<br />

través de la paleontología. Una vez más, las evid<strong>en</strong>cias prima facie eran<br />

conocidas desde hacía mucho tiempo: todos los niños sab<strong>en</strong> que los dinosaurios<br />

se extinguieron al final <strong>del</strong> período Cretácico. Pero era tal la fuerza de la<br />

cre<strong>en</strong>cia darwinista según la cual la evolución no era el resultado de catástrofes<br />

(o de la creación), sino de l<strong>en</strong>tos y pequeños cambios que se produjeron<br />

<strong>en</strong> el transcurso de la historia geológica, que este apar<strong>en</strong>te cataclismo<br />

biológico llamó poco la at<strong>en</strong>ción.<br />

S<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te, el tiempo geológico se consideraba lo sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />

prolongado como para dar cu<strong>en</strong>ta de cualquier cambio evolutivo. ¿Debemos<br />

sorpr<strong>en</strong>dernos de que, <strong>en</strong> una época <strong>en</strong> que la historia humana estaba tan<br />

marcada por los cataclismos, las discontinuidades evolutivas llamaran de<br />

nuevo la at<strong>en</strong>ción Todavía podríamos ir más lejos: el mecanismo predilecto<br />

de los geólogos y los paleontólogos catastrofistas <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que<br />

escribo esto es el de un bombardeo <strong>del</strong> espacio exterior, es decir, la colisión<br />

con uno o varios grandes meteoritos. Según algunos cálculos, es probable<br />

que cada tresci<strong>en</strong>tos mil años llegue a la Tierra un asteroide lo sufici<strong>en</strong>te-<br />

17. Las evid<strong>en</strong>cias prima facie consistían <strong>en</strong>: a) el «ajuste» de las líneas costeras de contin<strong>en</strong>tes<br />

separados, especialm<strong>en</strong>te el de las costas occid<strong>en</strong>tales de África y las ori<strong>en</strong>tales de<br />

América <strong>del</strong> Sur; b) la similitud de los estratos geológicos <strong>en</strong> tales casos, y c) la distribución<br />

geográfica de ciertos tipos de animales y plantas. Puedo recordar mi sorpresa cuando <strong>en</strong> los años<br />

cincu<strong>en</strong>ta, poco antes <strong>del</strong> avance de la tectónica de placas, un colega geofísico se negaba ni<br />

siquiera a considerar que esto necesitase explicación.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!