14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LAS CIENCIAS NATURALES 5 4 9<br />

todos los ci<strong>en</strong>tíficos sabían, la investigación ci<strong>en</strong>tífica no era ilimitada y libre,<br />

aunque sólo fuese porque necesitaba unos recursos que estaban limitados. La<br />

cuestión no estribaba <strong>en</strong> si algui<strong>en</strong> debía decir a los investigadores qué podían<br />

hacer o no, sino <strong>en</strong> quién imponía tales límites y directrices, y con qué criterios.<br />

Para la mayoría de los ci<strong>en</strong>tíficos, cuyas instituciones estaban directa o<br />

indirectam<strong>en</strong>te financiadas con fondos públicos, los controladores de la investigación<br />

eran los gobiernos, cuyos criterios, por muy sincera que fuese su<br />

devoción por los valores de la libre investigación, no eran los de un Planck,<br />

un Rutherford o un Einstein.<br />

Sus prioridades no eran, por definición, las de la investigación «pura»,<br />

especialm<strong>en</strong>te cuando esa investigación era cara. Cuando el gran boom global<br />

llegó a su fin, incluso los gobiernos más ricos, cuyos ingresos no superaban<br />

ya a sus gastos, tuvieron que hacer cu<strong>en</strong>tas. Tampoco eran, ni podían ser,<br />

las prioridades de la investigación «aplicada», que daba empleo a la gran<br />

mayoría de los ci<strong>en</strong>tíficos, porque éstas no se fijaban <strong>en</strong> términos <strong>del</strong> «avance<br />

<strong>del</strong> conocimi<strong>en</strong>to» <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral (aunque pudiera resultar de ella), sino <strong>en</strong><br />

función de la necesidad de lograr ciertos resultados prácticos, como, por<br />

ejemplo, una terapia efectiva para el cáncer o el SIDA. Qui<strong>en</strong>es investigaban<br />

<strong>en</strong> estos campos no se dedicaban necesariam<strong>en</strong>te a aquello que verdaderam<strong>en</strong>te<br />

les interesaba, sino a lo que era socialm<strong>en</strong>te útil o económicam<strong>en</strong>te<br />

r<strong>en</strong>table, o por lo m<strong>en</strong>os aquello para lo que se disponía de dinero, aunque<br />

confias<strong>en</strong> <strong>en</strong> que volviera a llevarles alguna vez a la s<strong>en</strong>da de la investigación<br />

básica. En estas circunstancias, resultaba retórico afirmar que poner<br />

límites a la investigación era intolerable porque el hombre, por naturaleza,<br />

pert<strong>en</strong>ecía a una especie que necesitaba «satisfacer su curiosidad, explorar y<br />

experim<strong>en</strong>tar» (Lewis Thomas, <strong>en</strong> Baltimore, 1978, p. 44), o que, sigu<strong>en</strong>do<br />

la consigna de los montañeros, debemos escalar las cimas <strong>del</strong> conocimi<strong>en</strong>to<br />

«porque están ahí».<br />

La verdad es que la «ci<strong>en</strong>cia» (un término por el que mucha g<strong>en</strong>te <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de<br />

las ci<strong>en</strong>cias naturales «duras») era demasiado grande, demasiado poderosa,<br />

demasiado indisp<strong>en</strong>sable para la sociedad <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y para sus patrocinadores<br />

<strong>en</strong> particular como para dejarla a merced de sí misma. La paradoja de esta<br />

situación era que, <strong>en</strong> último análisis, el poderoso motor de la tecnología <strong>del</strong><br />

siglo xx, y la economía que ésta hizo posible, dep<strong>en</strong>dían cada vez más de<br />

una comunidad relativam<strong>en</strong>te minúscula de personas para qui<strong>en</strong>es estas<br />

colosales consecu<strong>en</strong>cias de sus actividades resultaban secundarias o triviales.<br />

Para ellos la capacidad humana de viajar a la Luna o de transmitir vía satélite<br />

las imág<strong>en</strong>es de un partido de fútbol disputado <strong>en</strong> Brasil para que pudiera<br />

verse <strong>en</strong> un televisor de Dusseldorf, era mucho m<strong>en</strong>os interesante que el<br />

descubrimi<strong>en</strong>to de un ruido de fondo cósmico que perturbaba las<br />

comunicaciones, pero que confirmaba una teoría sobre los oríg<strong>en</strong>es <strong>del</strong> universo.<br />

No obstante, al igual que el antiguo matemático griego Arquímedes,<br />

sabían que habitaban, y estaban ayudando a configurar, un mundo que no<br />

podía compr<strong>en</strong>der lo que hacían, ni se preocupaba por ello. Su llamami<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong> favor de la libertad de investigación era como el grito de Arquímedes a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!