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Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

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9 8 LA ERA DE LAS CATÁSTROFES<br />

tal internacional que circularon por el mundo industrializado, y <strong>en</strong> especial<br />

hacia Alemania. Este país, que <strong>en</strong> 1928 había sido el destinatario de casi la<br />

mitad de todas las exportaciones de capital <strong>del</strong> mundo, recibió un volum<strong>en</strong><br />

de préstamos de <strong>en</strong>tre 200 y 300 billones de marcos, la mitad de ellos a corto<br />

plazo (Arndt, 1944, p. 47; Kin<strong>del</strong>berger, 1973). Eso hacía muy vulnerable a<br />

la economía alemana, como quedó demostrado cuando se retiraron los capitales<br />

norteamericanos después de 1929.<br />

Por consigui<strong>en</strong>te, no fue una gran sorpresa para nadie, salvo para los<br />

def<strong>en</strong>sores de la Norteamérica provinciana, cuya imag<strong>en</strong> se haría familiar <strong>en</strong><br />

el mundo occid<strong>en</strong>tal contemporáneo a través de la novela Babbitt (1920), <strong>del</strong><br />

norteamericano Sinclair Lewis, que la economía mundial atravesara por nuevas<br />

dificultades pocos años después. De hecho, durante la época de bonanza<br />

la Internacional Comunista ya había profetizado una nueva crisis económica,<br />

esperando —así lo creían o afirmaban creerlo sus portavoces— que des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>aría<br />

una nueva oleada revolucionaria. En realidad, sus consecu<strong>en</strong>cias fueron<br />

justam<strong>en</strong>te las contrarias. Sin embargo, lo que nadie esperaba, ni siquiera<br />

los revolucionarios <strong>en</strong> sus mom<strong>en</strong>tos de mayor optimismo, era la extraordinaria<br />

g<strong>en</strong>eralidad y profundidad de la crisis que se inició, como sab<strong>en</strong> incluso los<br />

no historiadores, con el crac de la Bolsa de Nueva York el 29 de octubre de<br />

1929. Fue un acontecimi<strong>en</strong>to de extraordinaria magnitud, que supuso poco<br />

m<strong>en</strong>os que el colapso de la economía capitalista mundial, que parecía atrapada<br />

<strong>en</strong> un círculo vicioso donde cada desc<strong>en</strong>so de los índices económicos<br />

(exceptuando el <strong>del</strong> desempleo, que alcanzó cifras astronómicas) reforzaba la<br />

baja de todos los demás.<br />

Como señalaron los admirables expertos de la Sociedad de Naciones, aunque<br />

nadie los tomó muy <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta, la dramática recesión de la economía<br />

industrial de Norteamérica no tardó <strong>en</strong> golpear al otro gran núcleo industrial,<br />

Alemania (Ohlin, 1931). Entre 1929 y 1931 la producción industrial disminuyó<br />

aproximadam<strong>en</strong>te un tercio <strong>en</strong> los Estados Unidos y <strong>en</strong> una medida parecida<br />

<strong>en</strong> Alemania, si bi<strong>en</strong> estas cifras son medias que suavizan la realidad. En<br />

los Estados Unidos, la gran compañía <strong>del</strong> sector eléctrico, Westinghouse, perdió<br />

dos tercios de sus v<strong>en</strong>tas <strong>en</strong>tre 1929 y 1933 y sus ingresos netos desc<strong>en</strong>dieron<br />

el 76 por 100 <strong>en</strong> dos años (Schatz, 1983, p. 60). Se produjo una crisis<br />

<strong>en</strong> la producción de artículos de primera necesidad, tanto alim<strong>en</strong>tos como<br />

materias primas, dado que sus precios, que ya no se protegían acumulando<br />

exist<strong>en</strong>cias como antes, iniciaron una caída libre. Los precios <strong>del</strong> té y <strong>del</strong> trigo<br />

cayeron <strong>en</strong> dos tercios y el de la seda <strong>en</strong> bruto <strong>en</strong> tres cuartos. Eso supuso<br />

el hundimi<strong>en</strong>to —por m<strong>en</strong>cionar tan sólo los países <strong>en</strong>umerados por la Sociedad<br />

de Naciones <strong>en</strong> 1931— de Arg<strong>en</strong>tina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá,<br />

Colombia, Cuba, Chile, Egipto, Ecuador, Finlandia, Hungría, India, las Indias<br />

Holandesas (la actual Indonesia), Malasia (británica), México, Nueva Zelanda,<br />

Países Bajos, Paraguay, Perú, Uruguay y V<strong>en</strong>ezuela, cuyo comercio exterior<br />

dep<strong>en</strong>día de unos pocos productos primarios. En definitiva, ese f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />

transformó la Depresión <strong>en</strong> un acontecimi<strong>en</strong>to literalm<strong>en</strong>te mundial.<br />

Las economías de Austria, Checoslovaquia, Grecia, Japón, Polonia y

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