14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

4 9 0 EL DERRUMBAMIENTO<br />

vacaciones). No se trataba tanto de un golpe de estado —no se arrestó a<br />

nadie <strong>en</strong> Moscú, ni siquiera se tomaron las estaciones de radio—, como de<br />

una proclamación de que la maquinaria de poder real se ponía <strong>en</strong> marcha otra<br />

vez, con la secreta esperanza de que la ciudadanía les daría la bi<strong>en</strong>v<strong>en</strong>ida o,<br />

por lo m<strong>en</strong>os, aceptaría pacíficam<strong>en</strong>te la vuelta al ord<strong>en</strong> y al gobierno. No<br />

fue derrotado por una revolución o levantami<strong>en</strong>to popular, puesto que la<br />

población de Moscú se mantuvo tranquila y el llamami<strong>en</strong>to a una huelga<br />

contra el golpe cayó <strong>en</strong> el vacío. Como tantas otras veces <strong>en</strong> la historia soviética,<br />

se trató de un drama esc<strong>en</strong>ificado por un pequeño grupo de actores<br />

sobre las cabezas de un pueblo acostumbrado a sufrir.<br />

Pero eso no fue todo. Treinta, incluso diez años antes, habría bastado con<br />

la mera proclamación de dónde residía realm<strong>en</strong>te el poder. Pese a todo, la<br />

mayoría de los ciudadanos de la Unión Soviética mantuvo la cabeza gacha:<br />

el 48 por 100 de ellos (según una <strong>en</strong>cuesta) y, de manera m<strong>en</strong>os sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te,<br />

el 70 por 100 de los comités <strong>del</strong> partido, apoyaron el «golpe» (Di Leo,<br />

1992, pp. 141 y 143 n.). Más gobiernos extranjeros de los que se preocuparon<br />

de decirlo esperaban que el golpe triunfara. 18 Pero la reafirmación <strong>del</strong> poder<br />

<strong>del</strong> partido-estado al viejo estilo había de basarse <strong>en</strong> un cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to universal<br />

e inmediato, más que <strong>en</strong> un recu<strong>en</strong>to de votos. En 1991 no había ni<br />

poder c<strong>en</strong>tral ni obedi<strong>en</strong>cia universal. Un verdadero golpe hubiera podido<br />

triunfar sobre la mayor parte <strong>del</strong> territorio y la población de la Unión Soviética<br />

y, cualesquiera que fues<strong>en</strong> las divisiones y retic<strong>en</strong>cias d<strong>en</strong>tro de las fuerzas<br />

armadas y <strong>del</strong> aparato de seguridad, se hubiera podido <strong>en</strong>contrar un<br />

número sufici<strong>en</strong>te de tropas para llevar a cabo con éxito un putsch <strong>en</strong> la capital.<br />

Pero la reafirmación simbólica de la autoridad ya no era sufici<strong>en</strong>te. Gorbachov<br />

t<strong>en</strong>ía razón: la perestmika había derrotado a los conspiradores al<br />

cambiar la sociedad. También le derrotó a él.<br />

Un golpe simbólico podía ser derrotado por una resist<strong>en</strong>cia simbólica,<br />

puesto que lo último que querían los conspiradores era una guerra civil, para<br />

la que no estaban preparados. De hecho, su gesto trataba de det<strong>en</strong>er lo que<br />

mucha g<strong>en</strong>te temía: un deslizami<strong>en</strong>to hacia un conflicto civil armado. Así<br />

que cuando las inconsist<strong>en</strong>tes instituciones de la Unión Soviética se alinearon<br />

con los conspiradores, las no m<strong>en</strong>os inconsist<strong>en</strong>tes de la república de Rusia<br />

gobernada por Boris Yeltsin, recién elegido presid<strong>en</strong>te por una mayoría sustancial<br />

de electores, no lo hicieron. Los conspiradores no t<strong>en</strong>ían nada que<br />

hacer salvo aceptar su derrota, una vez que Yeltsin, rodeado por unos miles<br />

de seguidores que habían ido a def<strong>en</strong>der su cuartel g<strong>en</strong>eral, desafió a los desconcertados<br />

tanques desplegados ante él, para b<strong>en</strong>eficio de las pantallas de<br />

televisión de todo el mundo. Vali<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, pero con pl<strong>en</strong>a garantía de su<br />

seguridad, Yeltsin, cuyo tal<strong>en</strong>to político y cuya capacidad de decisión con-<br />

18. El primer día <strong>del</strong> «golpe», el resum<strong>en</strong> oficial de noticias <strong>del</strong> gobierno finlandés daba<br />

cu<strong>en</strong>ta brevem<strong>en</strong>te, y sin com<strong>en</strong>tarios, <strong>del</strong> arresto de Gorbachov <strong>en</strong> la mitad de la tercera página<br />

de un boletín de cuatro. Sólo empezó a dar opiniones cuando el int<strong>en</strong>to hubo fracasado de<br />

forma evid<strong>en</strong>te.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!