14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL «SOCIALISMO REAL» 3 9 5<br />

cas, aunque a partir de 1949 los regím<strong>en</strong>es comunistas más pequeños disfrutas<strong>en</strong><br />

durante algún tiempo <strong>del</strong> apoyo chino. Las adhesiones subsigui<strong>en</strong>tes al<br />

«campo socialista», empezando por Cuba, se habían producido por iniciativa<br />

propia, aunque los movimi<strong>en</strong>tos guerrilleros de liberación de África podían<br />

contar con el firme apoyo <strong>del</strong> bloque soviético.<br />

Sin embargo, incluso <strong>en</strong> los estados <strong>en</strong> que los comunistas se impusieron<br />

<strong>en</strong> el poder gracias al ejército rojo, los nuevos regím<strong>en</strong>es disfrutaron al principio<br />

de una legitimidad temporal y, durante cierto tiempo, de un g<strong>en</strong>uino<br />

apoyo popular. Tal como hemos visto (capítulo V), la idea de construir un<br />

mundo nuevo sobre las ruinas totales <strong>del</strong> viejo inspiraba a muchos jóv<strong>en</strong>es e<br />

intelectuales. Por impopulares que fues<strong>en</strong> el partido y el gobierno, la propia<br />

<strong>en</strong>ergía y determinación que ambos aportaban a la tarea de reconstrucción de<br />

la posguerra recibió una amplia aunque retic<strong>en</strong>te aprobación. El éxito de los<br />

nuevos regím<strong>en</strong>es <strong>en</strong> esta tarea resulta difícil de negar. En los países agrícolas<br />

más atrasados, tal como hemos visto, el compromiso comunista con la<br />

industrialización, o sea, con el progreso y la modernidad, tuvo resonancia<br />

mucho más allá de las filas <strong>del</strong> partido. ¿Quién podía dudar de que países<br />

como Bulgaria y Yugoslavia avanzaban más deprisa de lo que parecía probable<br />

o incluso posible antes de la guerra Sólo <strong>en</strong> lugares donde una primitiva<br />

y despiadada URSS había ocupado y asimilado por fuerza regiones m<strong>en</strong>os<br />

atrasadas, o, <strong>en</strong> todo caso, regiones con ciudades desarrolladas, como <strong>en</strong> las<br />

zonas anexionadas <strong>en</strong> 1939-1940 y <strong>en</strong> la zona soviética de Alemania (después<br />

de 1954, la República Democrática Alemana), que continuó saqueando<br />

por algún tiempo después de 1945 para favorecer su propia reconstrucción, el<br />

balance parecía totalm<strong>en</strong>te negativo.<br />

Políticam<strong>en</strong>te, los estados comunistas, autóctonos o impuestos, empezaron<br />

a formar un bloque único bajo el liderazgo de la URSS, que, por motivos<br />

de solidaridad antioccid<strong>en</strong>tal, contó también con el apoyo <strong>del</strong> régim<strong>en</strong><br />

comunista que se adueñó por completo de China <strong>en</strong> 1949, aunque la influ<strong>en</strong>cia<br />

de Moscú sobre el Partido Comunista chino había sido escasa desde que<br />

Mao Tse-tung se había convertido <strong>en</strong> su líder indiscutible a mediados de los<br />

años treinta. Mao iba por su cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> medio de profesiones de lealtad a la<br />

URSS, y Stalin, realista, tuvo bu<strong>en</strong> cuidado de no perturbar sus relaciones<br />

con el gigantesco partido hermano <strong>del</strong> este, que era indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la<br />

práctica. Cuando a finales de los cincu<strong>en</strong>ta Nikita Kruschev las perturbó, el<br />

resultado fue una agria ruptura, al cuestionar China el liderazgo soviético<br />

<strong>del</strong> movimi<strong>en</strong>to comunista internacional, aunque sin mucho éxito. La actitud<br />

de Stalin hacia los estados y países comunistas de la parte de Europa<br />

ocupada por el ejército soviético fue m<strong>en</strong>os conciliadora, <strong>en</strong> parte porque<br />

sus ejércitos seguían pres<strong>en</strong>tes allí, pero también porque creía que podía<br />

contar con la lealtad de los comunistas a Moscú y a su persona. Se sorpr<strong>en</strong>dió<br />

<strong>en</strong> 1948 cuando la dirección comunista de Yugoslavia, tan leal que Belgrado<br />

había sido designada como sede de la Internacional Comunista<br />

reconstruida durante la guerra fría (la Oficina de Información Comunista o<br />

Cominform) hacía sólo unos meses, llevó su resist<strong>en</strong>cia a las directivas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!