14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL FINAL DEL SOCIALISMO 4 8 9<br />

de las ti<strong>en</strong>das con mercancías ofrecidas por los productores a precios razonables,<br />

así que se permitiera el libre juego de la oferta y la demanda. La mayoría<br />

de los sufridos ciudadanos de la Unión Soviética sabían que esto no iba a<br />

ocurrir, y <strong>en</strong> efecto, después <strong>del</strong> breve tratami<strong>en</strong>to de shock de la liberalización,<br />

no ocurrió. Por otra parte, ningún conocedor serio <strong>del</strong> país creía que <strong>en</strong><br />

el año 2000 el estado y el sector público de la economía soviética no seguirían<br />

si<strong>en</strong>do fundam<strong>en</strong>tales. Los discípulos de Friedrich Hayek y Milton Friedman<br />

cond<strong>en</strong>aban la mera idea de una economía mixta de este tipo, pero no t<strong>en</strong>ían<br />

ningún consejo que ofrecer acerca de cómo se podía dirigir o transformar.<br />

Sin embargo, cuando llegó, la crisis final no fue económica sino política.<br />

Para prácticam<strong>en</strong>te la totalidad <strong>del</strong> establishm<strong>en</strong>t de la Unión Soviética<br />

—desde el partido, pasando por los planificadores y los ci<strong>en</strong>tíficos, por el<br />

estado, las fuerzas armadas, el aparato de seguridad y las autoridades deportivas—,<br />

la idea de una ruptura total de la URSS era inaceptable. No podemos<br />

saber si un número considerable de ciudadanos soviéticos —dejando a<br />

un lado los de los estados bálticos— deseaban o siquiera imaginaban esta<br />

ruptura aun después de 1989, pero parece dudoso: cualesquiera que sean las<br />

reservas que t<strong>en</strong>gamos sobre las cifras, el 76 por 100 de los votantes <strong>en</strong> el<br />

referéndum de marzo <strong>del</strong> 1991 se manifestaron a favor <strong>del</strong> mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />

de la Unión Soviética «como una federación r<strong>en</strong>ovada de repúblicas iguales<br />

y soberanas, donde los derechos y libertades de cada persona de cualquier<br />

nacionalidad estén salvaguardados por completo» (Pravda, 25-1-1991). La<br />

ruptura no figuraba oficialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el programa de ningún político importante<br />

de la Unión. No obstante, la disolución <strong>del</strong> c<strong>en</strong>tro pareció reforzar las<br />

fuerzas c<strong>en</strong>trífugas y hacer inevitable la ruptura, a causa también de la política<br />

de Boris Yeltsin, cuya estrella asc<strong>en</strong>día a medida que la de Gorbachov<br />

se apagaba. En aquel mom<strong>en</strong>to la Unión era una sombra y las repúblicas la<br />

única realidad. A fines de abril, Gorbachov, apoyado por las nueve principales<br />

repúblicas, 17 negoció un «tratado de la Unión» que, al modo <strong>del</strong> compromiso<br />

austro-húngaro de 1867, int<strong>en</strong>taba preservar la exist<strong>en</strong>cia de un c<strong>en</strong>tro<br />

de poder federal (con un presid<strong>en</strong>te federal de elección directa), responsable<br />

de las fuerzas armadas, de la política exterior y de la coordinación de la<br />

política financiera y de las relaciones económicas con el resto <strong>del</strong> mundo. El<br />

tratado t<strong>en</strong>ía que <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> vigor el 20 de agosto.<br />

Para la mayor parte <strong>del</strong> antiguo partido y <strong>del</strong> establishm<strong>en</strong>t soviético, este<br />

tratado era otra de las fórmulas de papel de Gorbachov, cond<strong>en</strong>ada al fracaso<br />

como todas las demás. Lo consideraban como la tumba de la Unión. Dos<br />

días antes de que el tratado <strong>en</strong>trara <strong>en</strong> vigor, casi todos los pesos pesados de<br />

la Unión —los ministros de Def<strong>en</strong>sa e Interior, el jefe <strong>del</strong> KGB, el vicepresid<strong>en</strong>te<br />

y el primer ministro de la URSS y diversos pilares <strong>del</strong> partido— proclamaron<br />

que un Comité de Emerg<strong>en</strong>cia tomaría el poder <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia <strong>del</strong><br />

pres-id<strong>en</strong>te y secretario g<strong>en</strong>eral (bajo arresto domiciliario <strong>en</strong> su resid<strong>en</strong>cia de<br />

17. Es decir, todas excepto los tres estados bálticos, Moldavia y Georgia, así como tampoco,<br />

por razones poco claras, Kirguiristán.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!