14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EL TERCER MUNDO 3 5 5<br />

(Hodgkin, 1961, p. 29; Gray, 1970, p. 135). Más aún, toda persona que deseara<br />

ejercer alguna actividad d<strong>en</strong>tro <strong>del</strong> gobierno nacional de un estado <strong>del</strong> tercer<br />

mundo t<strong>en</strong>ía que saber leer y escribir no sólo <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua común de la<br />

región (que no t<strong>en</strong>ía por qué ser la de su comunidad), sino también <strong>en</strong> una de<br />

<strong>en</strong>tre el reducido grupo de l<strong>en</strong>guas internacionales (inglés, francés, español,<br />

árabe, chino mandarín), o por lo m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> las l<strong>en</strong>guas francas regionales a las<br />

que los gobiernos solían dar la categoría de l<strong>en</strong>gua escrita «nacional» (swahilí,<br />

bahasa, pidgin). La única excepción eran los países latinoamericanos donde<br />

la l<strong>en</strong>gua oficial escrita (español y portugués) coincidía con la l<strong>en</strong>gua que<br />

hablaba la mayoría. De los candidatos a un escaño por Hyderabad (India) <strong>en</strong><br />

las elecciones g<strong>en</strong>erales de 1967, sólo tres (de treinta y cuatro) no hablaban<br />

inglés (Bernstorff, 1970, p. 146).<br />

Por eso hasta las g<strong>en</strong>tes más lejanas y atrasadas se dieron cu<strong>en</strong>ta de las<br />

v<strong>en</strong>tajas de t<strong>en</strong>er estudios superiores, aunque no pudieran compartirlas, o tal<br />

vez porque no podían compartirlas. Conocimi<strong>en</strong>to equivalía, literalm<strong>en</strong>te, a<br />

poder, algo especialm<strong>en</strong>te visible <strong>en</strong> países donde el estado era, a los ojos<br />

de sus subditos, una máquina que absorbía sus recursos y los repartía <strong>en</strong>tre<br />

los empleados públicos. T<strong>en</strong>er estudios era t<strong>en</strong>er un empleo, a m<strong>en</strong>udo un<br />

empleo asegurado, 4 como funcionario, y, con suerte, hacer carrera, lo que le<br />

permitía a uno obt<strong>en</strong>er sobornos y comisiones y dar trabajo a pari<strong>en</strong>tes y<br />

amigos. Un pueblo de, por ejemplo, África c<strong>en</strong>tral que invirtiese <strong>en</strong> los estudios<br />

de uno de sus jóv<strong>en</strong>es esperaba recibir a cambio unos ingresos y protección<br />

para toda la comunidad, gracias al cargo <strong>en</strong> la administración que esos<br />

estudios aseguraban. En cualquier caso, los funcionarios que t<strong>en</strong>ían éxito<br />

eran los mejor pagados de toda la población. En un país como la Uganda de<br />

los años ses<strong>en</strong>ta, podían percibir un salario (legal) 112 veces mayor que la<br />

r<strong>en</strong>ta per capita media de sus paisanos (fr<strong>en</strong>te a una proporción equival<strong>en</strong>te<br />

de 10/1 <strong>en</strong> Gran Bretaña) (UN World Social Situation, 1970, p. 66).<br />

Donde parecía que la g<strong>en</strong>te pobre <strong>del</strong> campo podía b<strong>en</strong>eficiarse de las v<strong>en</strong>tajas<br />

de la educación, o ofrecérselas a sus hijos (como <strong>en</strong> América Latina, la<br />

región <strong>del</strong> tercer mundo más cercana a la modernidad y más alejada <strong>del</strong> colonialismo),<br />

el deseo de apr<strong>en</strong>der era prácticam<strong>en</strong>te universal. «Todo el mundo<br />

quiere apr<strong>en</strong>der algo —le dijo al autor <strong>en</strong> 1962 un responsable de organización<br />

<strong>del</strong> Partido Comunista chil<strong>en</strong>o que actuaba <strong>en</strong>tre los indios mapuches—. Yo<br />

no soy un intelectual, y no puedo <strong>en</strong>señarles nada de lo que <strong>en</strong>señan <strong>en</strong> la<br />

escuela, o sea que les <strong>en</strong>seño a jugar a fútbol.» Estas ansias de conocimi<strong>en</strong>to<br />

explican <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida la <strong>en</strong>orme migración <strong>del</strong> campo a la ciudad que despobló<br />

el agro de América <strong>del</strong> Sur a partir de los años cincu<strong>en</strong>ta. Y es que todas<br />

las investigaciones sobre el tema coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> que el atractivo de la ciudad<br />

residía, ante todo, <strong>en</strong> las oportunidades que ofrecía de educar y formar a los<br />

hijos. En la ciudad, éstos podían «llegar a ser algo». La escolarización abría<br />

las perspectivas más halagüeñas, pero <strong>en</strong> los países más atrasados, el mero<br />

4. Por ejemplo, hasta mediados de los och<strong>en</strong>ta, <strong>en</strong> B<strong>en</strong>in. Congo, Guinea. Somalia, Sudán,<br />

Mali, Ruanda y la República C<strong>en</strong>troafricana (World Labour. 1989. p. 49).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!