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Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

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232 LA EDAD DE ORO<br />

revolución china y los años set<strong>en</strong>ta, cuando la China comunista ya no formaba<br />

parte <strong>del</strong> mismo.<br />

En la práctica, la situación mundial se hizo razonablem<strong>en</strong>te estable poco<br />

después de la guerra y siguió siéndolo hasta mediados de los set<strong>en</strong>ta, cuando<br />

el sistema internacional y sus compon<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>traron <strong>en</strong> otro prolongado período<br />

de crisis política y económica. Hasta <strong>en</strong>tonces ambas superpot<strong>en</strong>cias<br />

habían aceptado el reparto desigual <strong>del</strong> mundo, habían hecho los máximos<br />

esfuerzos por resolver las disputas sobre sus zonas de influ<strong>en</strong>cia sin llegar a<br />

un choque abierto de sus fuerzas armadas que pudiese llevarlas a la guerra y,<br />

<strong>en</strong> contra de la ideología y de la retórica de guerra fría, habían actuado parti<strong>en</strong>do<br />

de la premisa de que la coexist<strong>en</strong>cia pacífica <strong>en</strong>tre ambas era posible.<br />

De hecho, a la hora de la verdad, la una confiaba <strong>en</strong> la moderación de la otra,<br />

incluso <strong>en</strong> las ocasiones <strong>en</strong> que estuvieron oficialm<strong>en</strong>te a punto de <strong>en</strong>trar, o<br />

<strong>en</strong>traron, <strong>en</strong> guerra. Así, durante la guerra de Corea de 1950-1953, <strong>en</strong> la que<br />

participaron oficialm<strong>en</strong>te los norteamericanos, pero no los rusos, Washington<br />

sabía perfectam<strong>en</strong>te que unos 150 aviones chinos eran <strong>en</strong> realidad aviones<br />

soviéticos pilotados por aviadores soviéticos (Walker, 1993, pp. 75-77). La<br />

información se mantuvo <strong>en</strong> secreto porque se dedujo, acertadam<strong>en</strong>te, que lo<br />

último que Moscú deseaba era la guerra. Durante la crisis de los misiles<br />

cubanos de 1962, tal como sabemos hoy (Ball, 1992; Ball, 1993), la principal<br />

preocupación de ambos bandos fue cómo evitar que se malinterpretaran<br />

gestos hostiles como preparativos bélicos reales.<br />

Este acuerdo tácito de tratar la guerra fría como una «paz fría» se mantuvo<br />

hasta los años set<strong>en</strong>ta. La URSS supo (o, mejor dicho, apr<strong>en</strong>dió) <strong>en</strong> 1953<br />

que los llamami<strong>en</strong>tos de los Estados Unidos para «hacer retroceder» al comunismo<br />

era simple propaganda radiofónica, porque los norteamericanos ni pestañearon<br />

cuando los tanques soviéticos restablecieron el control comunista<br />

durante un importante levantami<strong>en</strong>to obrero <strong>en</strong> la Alemania <strong>del</strong> Este. A partir<br />

de <strong>en</strong>tonces, tal como confirmó la revolución húngara de 1956, Occid<strong>en</strong>te<br />

no se <strong>en</strong>trometió <strong>en</strong> la esfera de control soviético. La guerra fría, que sí procuraba<br />

estar a la altura de su propia retórica de lucha por la supremacía o por<br />

la aniquilación, no era un <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el que las decisiones fundam<strong>en</strong>tales<br />

las tomaban los gobiernos, sino la sorda rivalidad <strong>en</strong>tre los distintos<br />

servicios secretos reconocidos y por reconocer, que <strong>en</strong> Occid<strong>en</strong>te produjo el<br />

fruto más característico de la t<strong>en</strong>sión internacional: las novelas de espionaje y<br />

de asesinatos <strong>en</strong>cubiertos. En este género, los británicos, gracias al James<br />

Bond de Ian Fleming y a los héroes agridulces de John Le Carré —ambos<br />

habían trabajado por un tiempo <strong>en</strong> los servicios secretos británicos—, mantuvieron<br />

la primacía, comp<strong>en</strong>sando así el declive de su país <strong>en</strong> el mundo <strong>del</strong><br />

poder real. No obstante, con la excepción de lo sucedido <strong>en</strong> algunos de los<br />

países más débiles <strong>del</strong> tercer mundo, las operaciones <strong>del</strong> KGB, la CÍA y<br />

semejantes fueron desdeñables <strong>en</strong> términos de poder político real, por teatrales<br />

que resultas<strong>en</strong> a m<strong>en</strong>udo.<br />

En tales circunstancias, ¿hubo <strong>en</strong> algún mom<strong>en</strong>to peligro real de guerra<br />

mundial durante este largo período de t<strong>en</strong>sión, con la lógica excepción de los

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