14.01.2015 Views

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LA MUERTE DE LA VANGUARDIA 503<br />

nates de primera g<strong>en</strong>eración, <strong>en</strong> parte porque, <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia de una jerarquía<br />

social formal, la segunda mejor opción era lo que podríamos d<strong>en</strong>ominar un<br />

estatus de Médicis. Cada vez más, los grandes inversores no se limitaban a<br />

donar sus colecciones a museos nacionales o a otras instituciones públicas,<br />

sino que insistían <strong>en</strong> fundar sus propios museos, a los que bautizaban con su<br />

nombre, o bi<strong>en</strong> exigían t<strong>en</strong>er su propia ala o sector de los museos <strong>en</strong> que sus<br />

colecciones se pres<strong>en</strong>tarían <strong>en</strong> la forma determinada por sus propietarios y<br />

donantes.<br />

En cuanto al mercado de arte, desde los cincu<strong>en</strong>ta descubrió que se estaba<br />

recuperando de casi medio siglo de depresión. Los precios, <strong>en</strong> especial los<br />

de ¡os impresionistas y postimpresionistas franceses, así como los de los<br />

mejores de <strong>en</strong>tre los primeros modernos parisinos, se pusieron por las nubes,<br />

hasta que <strong>en</strong> los años set<strong>en</strong>ta el mercado artístico internacional, cuyo c<strong>en</strong>tro<br />

pasó primero a Londres y más tarde a Nueva York, igualó los récords históricos<br />

(<strong>en</strong> precios reales) de la era <strong>del</strong> imperio, para dejarlos muy atrás <strong>en</strong> el<br />

alocado mercado alcista de los años och<strong>en</strong>ta. El precio de los impresionistas<br />

y postimpresionistas se multiplicó por veintitrés <strong>en</strong>tre 1975 y 1989 (Sotheby,<br />

1992). No obstante, las comparaciones con otros períodos anteriores resultaron<br />

desde <strong>en</strong>tonces imposibles. Es verdad que los ricos todavía coleccionaban<br />

—como norma, el dinero viejo prefería a los viejos maestros; el nuevo,<br />

las novedades— pero, cada vez más, qui<strong>en</strong>es compraban arte lo hacían como<br />

inversión, de la misma manera que antes se compraban especulativam<strong>en</strong>te<br />

acciones de minas de oro. El Fondo de P<strong>en</strong>siones de los Ferrocarriles Británicos,<br />

que (muy bi<strong>en</strong> asesorado) hizo mucho dinero comprando arte, no puede<br />

considerarse como un amante <strong>del</strong> arte, y la transacción artística característica<br />

de fines de los años och<strong>en</strong>ta fue la de un magnate de Australia occid<strong>en</strong>tal que<br />

compró un Van Gogh por 31 millones de libras, gran parte de las cuales le<br />

fueron prestadas por los propios subastadores, con la presumible esperanza,<br />

por parte de ambos, de que futuros increm<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> los precios harían de la<br />

pintura un objeto mucho más valioso como garantía de préstamos bancarios,<br />

y aum<strong>en</strong>tarían los b<strong>en</strong>eficios de los intermediarios. No obstante, las expectativas<br />

no se cumplieron: el señor Bond de Perth se declaró <strong>en</strong> bancarrota y el<br />

boom artístico especulativo <strong>en</strong>tró <strong>en</strong> un colapso a principios de los años<br />

nov<strong>en</strong>ta.<br />

La relación <strong>en</strong>tre el dinero y las artes siempre ha sido ambigua. Dista<br />

mucho de estar claro que las mayores realizaciones artísticas de la segunda<br />

mitad <strong>del</strong> siglo le deban mucho; excepto <strong>en</strong> arquitectura, donde, <strong>en</strong> conjunto,<br />

lo grande es bello o, <strong>en</strong> cualquier caso, es más fácil que salga <strong>en</strong> las guías.<br />

Por otra parte, otro tipo de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o económico afectó de forma profunda a<br />

la mayoría de las artes: su integración <strong>en</strong> la vida académica, <strong>en</strong> las instituciones<br />

de educación superior cuya extraordinaria expansión ya hemos señalado<br />

antes (capítulo X). Este era, a la vez, un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o g<strong>en</strong>eral y específico.<br />

Hablando <strong>en</strong> términos g<strong>en</strong>erales, el hecho decisivo <strong>en</strong> el desarrollo cultural<br />

<strong>del</strong> siglo xx, la creación de una revolucionaria industria <strong>del</strong> ocio destinada al<br />

mercado de masas, redujo las formas tradicionales <strong>del</strong> «gran arte» a los gue-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!