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Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

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EL FIN DEL MILENIO 5 5 9<br />

mundo hubies<strong>en</strong> adquirido promin<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la esc<strong>en</strong>a pública, a medida que la<br />

g<strong>en</strong>te común se convertía <strong>en</strong> actor <strong>en</strong> esta esc<strong>en</strong>a. Esto es lo que ocurrió <strong>en</strong><br />

las últimas décadas <strong>del</strong> siglo, cuando la elite minoritaria y secular que llevaba<br />

a sus países a la modernización quedó marginada (véase el capítulo XII). El<br />

atractivo de una religión politizada era tanto mayor cuanto las viejas religiones<br />

eran, casi por definición, <strong>en</strong>emigas de la civilización occid<strong>en</strong>tal que<br />

era un ag<strong>en</strong>te de perturbación social, y de los países ricos e impíos que aparecían<br />

ahora, más que nunca, como los explotadores de la miseria <strong>del</strong> mundo<br />

pobre. Que los objetivos locales contra los que se dirigían estos movimi<strong>en</strong>tos<br />

fueran los ricos occid<strong>en</strong>talizados con sus Mercedes y las mujeres emancipadas<br />

les añadía un toque de lucha de clases. Occid<strong>en</strong>te les aplicó el erróneo<br />

calificativo de «fundam<strong>en</strong>talistas»; pero cualquiera que fuera la d<strong>en</strong>ominación<br />

que se les diese, estos movimi<strong>en</strong>tos miraban atrás, hacia una época más<br />

simple, estable y compr<strong>en</strong>sible de un pasado imaginario. Como no había<br />

camino de vuelta a tal era, y como estas ideologías no t<strong>en</strong>ían nada importante<br />

que decir sobre los problemas de sociedades que no se parecían <strong>en</strong> nada,<br />

por ejemplo, a las de los pastores nómadas <strong>del</strong> antiguo Ori<strong>en</strong>te Medio, no<br />

podían proporcionar respuestas a estos problemas. Eran lo que el incisivo<br />

vi<strong>en</strong>es Karl Kraus llamaba psicoanálisis: síntomas de «la <strong>en</strong>fermedad de la<br />

que pret<strong>en</strong>dían ser la cura».<br />

Este es también el caso de la amalgama de consignas y emociones —ya<br />

que no se les puede llamar propiam<strong>en</strong>te ideologías— que florecieron sobre las<br />

ruinas de las antiguas instituciones e ideologías, como la maleza que colonizó<br />

las bombardeadas ruinas de las ciudades europeas después que cayeron ¡as<br />

bombas de la segunda guerra mundial: una mezcla de x<strong>en</strong>ofobia y de política<br />

de id<strong>en</strong>tidad. Rechazar un pres<strong>en</strong>te inaceptable no implica necesariam<strong>en</strong>te<br />

proporcionar soluciones a sus problemas (véase el capítulo XIV, VI). En realidad,<br />

lo que más se parecía a un programa político que reflejase este <strong>en</strong>foque<br />

era el «derecho a la autodeterminación nacional» wilsoniano-l<strong>en</strong>inista para<br />

«naciones» presuntam<strong>en</strong>te homogéneas <strong>en</strong> los aspectos étnico-lingüístico-culturales,<br />

que iba reduciéndose a un absurdo trágico y salvaje a medida que se<br />

acercaba el nuevo mil<strong>en</strong>io. A principios de los años nov<strong>en</strong>ta, quizá por vez<br />

primera, algunos observadores racionales, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de su filiación<br />

política (siempre que no fuese la de algún grupo específico de activismo<br />

nacionalista), empezaron a proponer públicam<strong>en</strong>te el abandono <strong>del</strong> «derecho<br />

a la autodeterminación». 3<br />

3. En 1949 Ivan Ilyin (1882-1954). ruso exiliado y anticomunista. predijo las consecu<strong>en</strong>cias<br />

de int<strong>en</strong>tar una imposible «subdivisión territorial rigurosam<strong>en</strong>te étnica» de la Rusia posbolchevique.<br />

«Parti<strong>en</strong>do de los presupuestos más modestos, t<strong>en</strong>dríamos una gama de «estados»<br />

separados, ninguno de los cuales t<strong>en</strong>dría un ámbito territorial incontestado, ni gobierno con<br />

autoridad, ni leyes, ni tribunales, ni ejército, ni una población étnicam<strong>en</strong>te definida. Una gama<br />

de etiquetas vacías. Y poco a poco, <strong>en</strong> el transcurso de las décadas sigui<strong>en</strong>tes, se irían formando<br />

mediante la separación o la desintegración nuevos estados. Cada uno de ellos debería librar<br />

una larga lucha con sus vecinos por su territorio y su población, <strong>en</strong> lo que acabaría si<strong>en</strong>do una<br />

interminable serie de guerras civiles d<strong>en</strong>tro de Rusia» (citado <strong>en</strong> Chiesa. 1993, pp. 34 y 36-37).

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