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Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

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310 LA EDAD DE ORO<br />

Además, varios acontecimi<strong>en</strong>tos significativos dilataron las grietas surgidas<br />

<strong>en</strong>tre los distintos sectores de la clase obrera, aunque eso no se hizo<br />

evid<strong>en</strong>te hasta el fin <strong>del</strong> pl<strong>en</strong>o empleo, durante la crisis económica de los<br />

set<strong>en</strong>ta y los och<strong>en</strong>ta, y hasta que se hicieron s<strong>en</strong>tir las presiones <strong>del</strong> neoliberalismo<br />

sobre las políticas de bi<strong>en</strong>estar y los sistemas «corporativistas» de<br />

relaciones industriales que habían cobijado sustancialm<strong>en</strong>te a los elem<strong>en</strong>tos<br />

más débiles de la clase obrera. Los situados <strong>en</strong> los niveles superiores de la<br />

clase obrera —la mano de obra cualificada y empleada <strong>en</strong> tareas de supervisión—<br />

se ajustaron más fácilm<strong>en</strong>te a la era moderna de producción de alta<br />

tecnología, 10 y su posición era tal, que <strong>en</strong> realidad podían b<strong>en</strong>eficiarse <strong>del</strong><br />

mercado libre, aun cuando sus hermanos m<strong>en</strong>os favorecidos perdies<strong>en</strong> terr<strong>en</strong>o.<br />

Así, <strong>en</strong> la Gran Bretaña de la señora Thatcher, ciertam<strong>en</strong>te un caso<br />

extremo, a medida que se desmantelaba la protección <strong>del</strong> gobierno y de los<br />

sindicatos, el 20 por 100 peor situado de los trabajadores pasó a estar peor,<br />

<strong>en</strong> comparación con el resto de los trabajadores, de lo que había estado un<br />

siglo antes. Y mi<strong>en</strong>tras el 10 por 100 de los trabajadores mejor situados, con<br />

unos ingresos brutos <strong>del</strong> triple que los <strong>del</strong> 10 por 100 de trabajadores <strong>en</strong><br />

peor situación, se felicitaba por su asc<strong>en</strong>so, resultaba cada vez más probable<br />

que considerase que, con sus impuestos, estaba subsidiando a lo que, <strong>en</strong> los<br />

años och<strong>en</strong>ta, pasó a designarse con la expresión «los subclase», que vivían<br />

<strong>del</strong> sistema de bi<strong>en</strong>estar público <strong>del</strong> que ellos confiaban poder pasar, salvo<br />

<strong>en</strong> caso de emerg<strong>en</strong>cia. La vieja división victoriana <strong>en</strong>tre los «respetables»<br />

y los «indeseables» resurgió, tal vez <strong>en</strong> una nueva forma más agria, porque<br />

<strong>en</strong> los días gloriosos de la expansión económica global, cuando el pl<strong>en</strong>o<br />

empleo parecía satisfacer las necesidades materiales de la mayoría de los<br />

trabajadores, las prestaciones de la seguridad social se habían increm<strong>en</strong>tado<br />

hasta niveles g<strong>en</strong>erosos que, <strong>en</strong> los nuevos días de demanda masiva de subsidios,<br />

parecía como si le permities<strong>en</strong> a una legión de «indeseables» vivir<br />

mucho mejor de los «subsidios» que los pobres «residuales» Victorianos,<br />

y mucho mejor, <strong>en</strong> opinión de los hac<strong>en</strong>dosos contribuy<strong>en</strong>tes, de lo que<br />

t<strong>en</strong>ían derecho.<br />

Así pues, los trabajadores cualificados y respetables se convirtieron,<br />

acaso por primera vez, <strong>en</strong> partidarios pot<strong>en</strong>ciales de la derecha<br />

política, 11 y más aún debido a que las organizaciones socialistas y obreras<br />

tradicionales siguieron naturalm<strong>en</strong>te comprometidas con el propósito de<br />

redistribuir la riqueza y de proporcionar bi<strong>en</strong>estar social, especialm<strong>en</strong>te a<br />

medida que la cantidad de los necesitados de protección pública fue <strong>en</strong><br />

aum<strong>en</strong>to.<br />

10. Así, por ejemplo, <strong>en</strong> los Estados Unidos, los «artesanos y capataces» bajaron <strong>del</strong> 16<br />

por 100 de la población activa al 13 por 100 <strong>en</strong>tre 1950 y 1990. mi<strong>en</strong>tras que los «peones» pasa<br />

ron <strong>del</strong> 31 al 18 por 100 <strong>en</strong> el mismo período.<br />

11. «El socialismo de la redistribución, <strong>del</strong> estado <strong>del</strong> bi<strong>en</strong>estar ... recibió un duro golpe<br />

con la crisis económica de los set<strong>en</strong>ta. Sectores importantes de la clase media, así como los<br />

mejor remunerados de la clase trabajadora, rompieron sus vínculos con las alternativas <strong>del</strong> socia<br />

lismo democrático y cedieron su voto para la formación de nuevas mayorías conservadoras de<br />

gobierno» (Programa 2000. 1990).

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