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Historia del Siglo XX - Biblioteca Virtual en Salud

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EL FIN DEL MILENIO 5 5 7<br />

Las teorías <strong>en</strong> las que se basaba la teología neoliberal, por elegantes que<br />

fues<strong>en</strong>, t<strong>en</strong>ían poco que ver con la realidad.<br />

El fracaso <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o soviético confirmó a los partidarios <strong>del</strong> capitalismo<br />

<strong>en</strong> su convicción de que ninguna economía podía operar sin un mercado<br />

de valores. A su vez, el fracaso <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o ultraliberal confirmó a los socialistas<br />

<strong>en</strong> la más razonable cre<strong>en</strong>cia de que los asuntos humanos, <strong>en</strong>tre los que<br />

se incluye la economía, son demasiado importantes para dejarlos al juego <strong>del</strong><br />

mercado. También dio apoyo a la suposición de economistas escépticos de<br />

que no existía una correlación visible <strong>en</strong>tre el éxito o el fracaso económico<br />

de un país y la calidad académica de sus economistas teóricos. 1 Puede ser que<br />

las g<strong>en</strong>eraciones futuras consider<strong>en</strong> que el debate que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>taba al capitalismo<br />

y al socialismo como ideologías mutuam<strong>en</strong>te excluy<strong>en</strong>tes y totalm<strong>en</strong>te<br />

opuestas no era más que un vestigio de las «guerras frías de religión» ideológicas<br />

<strong>del</strong> siglo xx. Puede que este debate resulte tan irrelevante para el tercer<br />

mil<strong>en</strong>io como el que se desarrolló <strong>en</strong> los siglos xvi y xvn <strong>en</strong>tre católicos<br />

y protestantes acerca de la verdadera naturaleza <strong>del</strong> cristianismo lo fue para<br />

los siglos XVIII y xix.<br />

Más grave aún que la quiebra de los dos extremos antagónicos fue la<br />

desori<strong>en</strong>tación de los que pued<strong>en</strong> llamarse programas y políticas mixtos o<br />

intermedios que presidieron los milagros económicos más impresionantes <strong>del</strong><br />

siglo. Éstos combinaban pragmáticam<strong>en</strong>te lo público y lo privado, el mercado<br />

y la planificación, el estado y la empresa, <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que la ocasión y la<br />

ideología local lo permitían. Aquí el problema no residía <strong>en</strong> la aplicación de<br />

una teoría intelectualm<strong>en</strong>te atractiva o impresionante que pudiera def<strong>en</strong>derse<br />

<strong>en</strong> abstracto, ya que la fuerza de estos programas se debía más a su éxito<br />

práctico que a su coher<strong>en</strong>cia intelectual. Sus problemas los causó el debilitami<strong>en</strong>to<br />

de este éxito práctico. Las décadas de crisis habían demostrado<br />

las limitaciones dé las diversas políticas de la edad de oro, pero sin g<strong>en</strong>erar<br />

ninguna alternativa convinc<strong>en</strong>te. Revelaron también las imprevistas pero<br />

espectaculares consecu<strong>en</strong>cias sociales y culturales de la era de la revolución<br />

económica mundial iniciada <strong>en</strong> 1945, así como sus consecu<strong>en</strong>cias ecológicas,<br />

pot<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te catastróficas. Mostraron, <strong>en</strong> suma, que las instituciones<br />

colectivas humanas habían perdido el control sobre las consecu<strong>en</strong>cias colectivas<br />

de la acción <strong>del</strong> hombre. De hecho, uno de los atractivos intelectuales<br />

que ayudan a explicar el breve auge de la utopía neoliberal es precisam<strong>en</strong>te<br />

que ésta procuraba eludir las decisiones humanas colectivas. Había que dejar<br />

1. Podría tal vez sugerirse una correlación inversa. Antes de 1938 Austria nunca destacó<br />

por su éxito económico, aunque <strong>en</strong> aquella época poseía una de las escuelas de teoría económica<br />

más prestigiosas <strong>del</strong> mundo. Sin embargo, tras la segunda guerra mundial su éxito económico fue<br />

considerable, pese a que <strong>en</strong>tonces ya no disponía de ningún economista de reputación internacional.<br />

Alemania, que rehusó reconocer <strong>en</strong> sus universidades el tipo de teoría económica que<br />

se <strong>en</strong>señaba <strong>en</strong> el mundo <strong>en</strong>tero, no pareció res<strong>en</strong>tirse por ello. ¿Cuántos economistas coreanos<br />

o japoneses aparec<strong>en</strong> citados regularm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la American Economic Review Sin embargo, el<br />

reverso de este argum<strong>en</strong>to quizá sea Escandinavia, socialdemócrata, próspera y ll<strong>en</strong>a de economistas<br />

teóricos respetados internacionalm<strong>en</strong>te desde finales <strong>del</strong> siglo xix.

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