TOMO I TRANSVERSALIDAD Y CURRICULUM

Factores influyentes en la actividad físico-deportiva de adolescentes españoles: opiniones
sobre el papel de la escuela
tomamos como referencia a Delgado y Tercedor (2002). Es cierto que estos
realizan un estudio de las mismas incorporando también la etapa infantil, pero
pensamos que su cuadro de recomendaciones orientadas al desarrollo de la
capacidad cardiovascular (marcador de salud en todas las edades), servirá
como un gran punto de partida.
Éstos autores, al igual que Pangrazi, Corbin y Welk (1996) señalan que
el conocimiento existente en la actualidad sobre las recomendaciones que
orientan la actividad física en niños y adolescentes en lo que al desarrollo de la
condición física orientada a la salud se refiere deja aún mucho que desear,
resultando insuficiente y existiendo evidentes lagunas al respecto, sin olvidar
las evidentes contradicciones en algunos casos.
La razón fundamental de esta ausencia de conocimiento se puede hallar
en la dificultad de establecer estudios con suficiente rigor científico en edades
evolutivas, donde al menos dos factores repercuten en gran medida. El
primero, se refiere a la complejidad de poder separar los efectos de los
programas de acondicionamiento físico (adaptaciones superiores o voluntarias)
de los que se producen por el crecimiento y la maduración (adaptaciones
elementales o involuntarias). La edad biológica de los niños puede hacer que
un mismo programa tenga efectos dispares en una misma edad cronológica,
sobre todo cuando dichas edades están en la fase puberal (Delgado, 1995). El
segundo factor se ubica en consideraciones de tipo ético en la intervención con
niños y adolescentes, en los cuales la integridad personal debe estar por
encima de toda necesidad de conocimiento científico.
Las recomendaciones establecidas por Sallis y Patrick (1994):
“Realización de períodos de veinte minutos de actividad estructurada de
moderada a vigorosa durante tres o más días a la semana”.
Son reemplazadas por las establecidas en (Health Education Authority,
1997; Biddle, Sallis y Cavill, 1998). Estas recomendaciones orientadas a los
jóvenes, son revisadas e instauradas de la siguiente manera:
- “Los jóvenes inactivos deberán participar en actividades físicas con al
menos una intensidad moderada y durante un mínimo de 30 minutos al
día”.
- “Todos los jóvenes deberán realizar dicha actividad durante 1 hora al
día”.
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