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La sordoceguera - APSA

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*el cambio no es un acontecimiento puntual, sino más bien un proceso dinámico que<br />

requiere entre tres y cinco años para enraizarse y dar frutos;<br />

*los maestros y gestores de la educación necesitan modelos concretos y específicos de las<br />

innovaciones más que argumentos filosóficos sobre la reforma educativa;<br />

*estos modelos, una vez demostrada su eficacia, pueden hacerse extensivos a otras escuelas o<br />

distritos educativos;<br />

*los programas de reforma deben proporcionar a los maestros y gestores educativos una<br />

amplia gama de recursos que incluyan la formación adecuada y los medios materiales precisos;<br />

*la normativa reguladora del cambio, si está bien formulada, puede constituir el inicio de la<br />

reforma educativa, pero el éxito de la misma requiere la adecuada aplicación de lo ordenado en la<br />

legislación;<br />

Miller, L (1990) analiza también la reforma escolar partiendo de la Iniciativa de Educación<br />

Ordinaria (REI) y señala que el tipo de cambio que requiere esta experiencia de integración es difícil<br />

de llevarlo a la práctica, requiere tiempo y desafía la paciencia, capacidades y convencimientos de<br />

todos los implicados. <strong>La</strong> autora pone el acento en la necesidad de que se desarrolle una estrecha<br />

colaboración entre los profesores del aula y los profesores especiales, para que la nueva iniciativa<br />

no sea considerada por los primeros como otra exigencia más que se les impone sin los adecuados<br />

recursos y apoyos.<br />

K. Wedell, abordando este mismo tema de la reforma educativa en el foro internacional de la<br />

Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales celebrada en Salamanca en junio de<br />

1994, indicaba que en la actualidad la inclusión puede conducir a una situación paradójica: reconocer<br />

al niño el derecho a integrarse en la escuela de su localidad sin que ésta, como sucede con<br />

frecuencia, sea capaz de responder debidamente a sus necesidades educativas individuales como<br />

ocurre con los niños sordociegos. Por ello señala que para avanzar en el sentido de la integración<br />

hacen falta en el plano general reformas fundamentales de la escuela ordinaria, lo que a nivel del<br />

sistema implica:<br />

*la reestructuración del acceso al programa de estudios y la posibilidad de diferenciación;<br />

*un sistema efectivo y no excluyente de evaluación y registro de los objetivos del programa<br />

de estudios y de logros;<br />

*nuevas formas de asociación con los padres y otros familiares (por ejemplo, los hermanos<br />

y las hermanas);<br />

*el desarrollo del aprendizaje cooperativo y en grupo;<br />

- 191 -<br />

J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.<br />

*la enseñanza a cargo de pares;<br />

*la utilización creativa de la microtecnología y del aprendizaje asistido por computadora.<br />

(Wedell, 1994, p. 40).<br />

A partir de los diversos trabajos revisados, podemos afirmar que la integración es, en<br />

definitiva, una cuestión de reforma escolar, que implica la existencia de escuelas que<br />

respondan a las diferencias individuales de los alumnos en un marco unificado. Así entendida, esta<br />

reforma se orientará a los múltiples elementos que configuran la tarea educativa o inciden en ella de<br />

algún modo. En este sentido, el currículo, la organización escolar, los recursos materiales y<br />

personales con que deba contar la escuela, la formación inicial y continua del profesor especial de<br />

aula, así como la participación de los padres en el proceso educativo de sus hijos, serán aspectos a<br />

tener muy en cuenta para lograr la escuela de la diversidad que el sistema educativo persigue hoy<br />

como objetivo. Una escuela que pueda dar respuesta a los alumnos sordociegos.<br />

Estos cambios que apuntamos suelen ir precedidos en la mayoría de los países por una<br />

normativa de carácter integrador, pero no sólo la legislación y el talante reformista de un país van a<br />

influir en el desarrollo de la integración escolar en el mismo. Otro factor importante va a determinar<br />

que un alumno con n.e.e. tenga o no su lugar en la escuela ordinaria como pasa con la población<br />

escolar sordociega. Se trata, como veremos en el siguiente apartado, de la actitud que manifiestan<br />

hacia la integración escolar los individuos y colectivos implicados en ella. Con otros autores,<br />

consideramos que la integración escolar y social del niño sordociego es, en último término, una<br />

cuestión de actitudes que será preciso modificar en algunos casos, orientándolas hacia una mayor<br />

aceptación de la diversidad.<br />

6.- <strong>La</strong> cultura escolar integradora:

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