11.05.2013 Views

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

logra por disposición legal. En todo caso, la integración de anees sordociegos es un proceso<br />

gradual, de mejora de la situación escolar del sistema general.<br />

a. <strong>La</strong> <strong>sordoceguera</strong> como factor enriquecedor del grupo.<br />

A finales del siglo pasado, el educador americano Dewey comenzó a cuestionar la escuela<br />

graduada, a base de supuestos grupos homogéneos de alumnos, y apoyó las diferencias entre niños<br />

de un grupo. Su escuela eliminó la arbitraria clasificación por grados y alentó la atención<br />

individualizada a cada escolar.<br />

79 Y todo ello, basado en situaciones reales: en una misma clase o<br />

curso, previamente clasificado como homogéneo por criterios académicos o administrativos, hay<br />

hasta tres años de edad mental de diferencia entre algunos alumnos, y hasta cuatro años de edad de<br />

instrucción, según estudios controlados por García Hoz y Arturo de la Orden (1966). Mantener,<br />

79Y, a partir de Dewey, surgió un amplio movimiento intentando destruir los modelos de escuela<br />

graduada, con programas iguales para cada curso. Así, aplicaron el método de tareas individualizadas. Otro<br />

método, el Plan Batavia, de John P. Kennedy, en Nueva York, empleaba maestros especiales con el fin de<br />

ayudar a los alumnos lentos en la misma clase. En el Plan Pueblo, de la Escuela Normal de San Francisco<br />

(Estados Unidos), se conservaron los grados, pero el trabajo se dividía en unidades adaptadas a cada<br />

alumno.<br />

- 201 -<br />

J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.<br />

pues, la clasificación escolar pensando que todos los alumnos de una clase tienen el mismo nivel y<br />

la misma capacidad intelectual no puede sostenerse con rigor científico. Surge la necesidad, pues, de<br />

atender a las diferencias.<br />

Por otro lado, con la aceptación de la <strong>sordoceguera</strong>, y sus diferencias tanto de instrucción<br />

como de inteligencia o madurez intelectual, la acción educativa del grupo se enriquece. Porque<br />

aparecen las virtudes del trabajo en equipo, la mutua ayuda, el compañerismo, la solidaridad, la<br />

cooperación, todos aquellos hábitos sociales de los que la escuela no puede prescindir. Y aún puede<br />

citarse el estímulo por alcanzar metas comunes, para lo que la ayuda al compañero más lento puede<br />

ser una actitud positiva. El grupo así es variado, más cercano a la realidad social y son aceptados<br />

alumnos sordociegos que, de otro modo, quedarían marginados.<br />

b. Implicaciones en el proyecto educativo integrador<br />

de padres, maestros y alumnos.<br />

<strong>La</strong> integración del niño sordociego en la escuela ordinaria no es un acto administrativo, ni el<br />

resultado de la aplicación de una ley. Por el contrario, es el final de un proceso de concienciación<br />

social, en el que argumentos como los expuestos han ido haciendo evolucionar a familias,<br />

profesionales y políticos.<br />

Este convencimiento previo es imprescindible antes de decidir una integración de niños<br />

sordociegos en un centro ordinario. <strong>La</strong>s barreras a superar son complejas y variadas. En primer<br />

lugar, los padres de los propios anees que, acostumbrados a que en el centro de Educación Especial<br />

su hijo suele recibir más atenciones y servicios, desconfían que en el centro ordinario pueda seguir<br />

teniéndolas. Hay que añadir el sobreproteccionismo que se ejerce sobre estos niños entre niños<br />

“normales” pudiéndose ver en inferioridad de condiciones.<br />

Los padres de los niños “normales” temen un cierto “contagio” que produzca disminución<br />

del rendimiento en su hijo o que el profesor, dedicándose a los nee, pierda un tiempo que, de otro<br />

modo, dedicaría a los ordinarios. O también de al mantener alumnos menos dotados en su clase,<br />

incremente su trabajo sin obtener beneficio alguno para los otros. Y, teniendo en cuenta que ya el<br />

propio grupo o curso es heterogéneo, sin la presencia de tales alumnos sordociegos ve aumentar los<br />

problemas, a menos que, desde el primer momento se le ofrezcan algunas compensaciones, como<br />

pueden ser: reducción de alumnos por aula, atención específica a los anees por parte de algún<br />

profesor especialista y algún asesoramiento a él mismo cuando encuentre dificultades en el<br />

aprendizaje de estos nuevos alumnos.<br />

En estas situaciones, lo más correcto para lograr una integración positiva es el<br />

planteamiento a la comunidad educativa y conseguir que tal proyecto experimental forme parte<br />

integrante del PEC, especificando las condiciones de la integración y asegurando las ayudas que se<br />

tendrán para que tal experiencia esté avalada por los apoyos precisos.<br />

Por lo que se refiere a los alumnos, son los que menos problemas pueden plantear. En

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!