La sordoceguera - APSA

socio-económicas-culturales, si ha tenido o no estimulación precoz, y las deficiencias asociadas
(variables exógenas y endógenas) lo convierten en un problema a resolver único e interesante.
C. Relaciones de convivencia.
* Inter--profesional.
Desde un punto de vista sociocomunitario las relaciones entre los distintos profesionales del
centro son bastante fluidas. El contacto con los demás compañeros del CEE “Casa de la Madre”, que
provisionalmente está ubicado allí, con los del C.A.R., con dos profesoras de infantil normoyente y
con los EOEP son, según lo observado durante mi permanencia en el complejo, bastante cordiales.
No en vano contribuye a este reforzamiento su número y el contacto exigido a raiz de la puesta en
marcha del proyecto común.
Además de los profesores, especialistas en logopedia y pedagogía terapéutica, existe el
personal asistencial y de infraestructura que coopera en la educación del deficiente auditivo. Debido a
su peculiaridad rotatoria la compenetración es un poco más laboriosa de conseguir.
La unicidad de criterios a la hora de llevar a cabo este tipo de enseñanza es fundamental por la
propia dinámica residencial y el carácter continuado del aprendizaje. Como es de suponer el enfoque
de algunos aspectos varía y las opiniones contradictorias surgen, pero a la vez enriquecen, puesto
que no afectan al desarrollo general y favorecen la colaboración en cuanto a la búsqueda de
- 680 -
LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.
soluciones creativas. Las posibles divergencias en los planteamientos quedan patentes al situarnos
en un contexto vivo multidimensional y pluridisciplinar. En este sentido, el beneficio global para
el anee en la toma de decisiones perdura por encima de todos los imperativos que en su fin
confluyen.
Si abordamos el aspecto metodológico cabe señalar un afán de investigación y búsqueda de
nuevos sistemas o métodos para mejorar la calidad de enseñanza, sobre todo en pos de aglutinar
sistemas signados como base y refuerzo de la comunicación oral.
* Profesional--Alumno.
Esta relación se concibe de forma un tanto diferente al régimen ordinario. El alumno
vislumbra en el profesor a un “especial” amigo, un líder que le ayudará cuando lo necesite, lo
orientará en su caminar y será el fial intermediario entre el mundo y él mismo. En los niveles más
inferiores demandan mayores lazos de afectividad, esto es, más muestras de cariño para sentirse
seguros y protegidos. No pensemos que entonces, por el contrario, este colectivo se convierte en
meros y despersonalizados súbditos incapaces de ser “ellos mismos”, más bien todo lo contrario
poseen un alto grado de autonomía, al menos en el entorno residencial.
Tampoco existe ese tipo de distanciamiento inspirado en el miedo, respeto,... ante el tópico
y típico profesional; más bien todo lo contrario, las relaciones se modulan en función de
necesidades comunicativas, y esto contribuye a intensificar aspectos más actitudinales y/o
procedimentales. En las clases se respira un ambiente bastante activo y flexible. Elasticidad y
movilidad que un niño o adolescente sordociego puede controlar y por tanto se le puede conceder.
Pocas veces se discrimina; la pedagogía del éxito es la más efectiva con este colectivo.
* Alumno--Alumno.
Si observamos muy suscintamente las relaciones interalumnos se nos viene rápidamente una
imagen bastante eidética: “colocando su dedo índice entre los labios simulando succión para dirigirse
a los demás”; así es como se denominaría en L.S.E. la frase “niños de chupete”, reproducida
infinidad de veces en el patio de recreo, los pasillos, las aulas... De esta forma comprobamos
pequeñas rencillas o inseparables amistades entre los diversos compañeros de clase. Ahora es cuando
más se estilan los “ligues”, los amoríos que contribuyen a poner una nota de gracia en la jornada
escolar, pero salvando los “disgustillos”, que no tienen más trascendencia que alguna que otra
llantina, la convivencia la podíamos calificar como singularmente positiva.
Los elementos relacionales más próximos y relevantes en el contexto comunicativo signado
se intensifican entre los alumnos correspondientes a un mismo subgrupo, con un nivel madurativo
común, en actividades compartidas de ocio y tiempo libre...Con esto no quiero decir que no se
establezca contacto entre anees de diferentes “ámbitos” o subclases, al parecer, la subdivisión es
imprescindible a la hora de organizar y planificar responsabilidades, y además parece que permite
construir comunidades de aprendizaje que enriquecen realmente el entorno colaborador, estimulando
al niño para que participe más activamente y sea el protagonista del proceso construyendo su propio