La sordoceguera - APSA

Es un hecho constatado que con un buen material de investigación y observación se
consiguen mejores resultados al entrar en juego la acción. Los alumnos de niveles más altos, es
decir de los pretalleres o aprendizaje de tareas, colaboran en la confección de material general para el
Centro. Se podría destacar el empleo de espejos, calendarios gigantes, el observatorio, los
franelogramas, la caja o bandeja de las cosas, toda clase de juegos... Y especialmente el material
ortofónico. Además se cuenta con los servicios de apoyo de los EOEP, tanto el específico como de
los generales que tienen su sede en la tercera planta.
Por último comentar que en el Anexo podremos ampliar más información sobre sus
características, aunque son las normales de un Centro Específico para Sordos. Respecto al IES “A”,
adjuntamos la memoria del Departamento de Orientación en su fase de experimentación, así como
algunos de los materiales generados para llevar a cabo la implementación de dicho proyecto en
Secundaria, cuyo programa estrella era el de integración de anees en esa etapa.
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LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.
IV. IMPLICACIONES EDUCATIVAS: SUJETOS
SORDOCIEGOS.
Caso I: Reme 211
Estudio de caso de un sujeto sordociego
congénito de estadio presimbólico.
“Sin lenguaje está el caos, mientras que el lenguaje dota al espíritu,
a la mente de una autonomía sobre lo vivido”.
J. Lacan.
1. Marco teórico-conceptual: Caso I
Realmente, y nunca mejor dicho “siempre es difícil comenzar”. Comenzar a caminar ¡es un
milagro!, pero adentrarse en el mundo de la sordoceguera es complejo de conceptualizar y por tanto
de definir. COMENZAR, CAMINAR y SORDOCIEGO212 son tres términos “simbólicos” que
mediatizan nuestra investigación. Constituyen en sí mismos estos tres signos del L.S.E. (Lenguaje
de Signos Español), unas palabras claves que puede ayudarnos a centrar esta experiencia educativa
realizada durante el bienio 91-93 en un Centro específico de Sordos.
Y fue así, en una mañana cualquiera de nuestro caluroso septiembre, el segundo veranillo
como se suele decir en estas tierras pardas extremeñas, casi sin apenas “anticipación” cuando
llegaron Raúl y Reme a las instalaciones del CEE. De la mano de una niña sordociega presimbólica
de siete años fuimos poco a poco superando angustias, stress, desesperación, fobias y porqué no
decirlo, también miedo. Es duro y difícil reconocer la falta de formación en este área, el problema de
preparación subyacente que lleva implícito dicho déficit, la frustración que conlleva el fracaso, las
pequeñas tablas de salvación que suponen los conocimientos y experiencias anteriores. Lo cierto es
que después de trabajar con esta deficiencia, el grado de implicación se modifica no solamente por
los logros escolares alcanzados en el proceso sino por la satisfacción íntima, personal e intrasferible
del profesional que tiene la opción de educarlos, conviviendo en otra dimensión no-simbólica.
El concepto de sordoceguera es generalizador, ampliable a un vasto nº de variables
intervinientes: tipo, grado y momento de la deficiencia auditiva y/o visual, amen de un cúmulo de
211El nombre es un seudónimo, y asimismo se eliminan los apellidos, lugar de procedencia y nombre de
los centros para evitar posibles identificaciones.
212Los signos gestuales se escriben en mayúscula, de acuerdo a las glosas del LSE.
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J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.
factores extravisoauditivos como la personalidad, inteligencia, aceptación del problema por parte de
la familia y grado de implicación o colaboración, nivel socio-económico-cultural, estimulación
recibida y régimen elegido en su progreso educativo, etc.
De todo ello se desprende que un deterioro auditivo y visual generará graves problemas no
sólo en la comunicación y percepción de la realidad sino en el propio pensamiento del individuo. La
interacción con el medio físico y humano es una constante barrera general y extensible a cualquier
persona que pertenezca a este colectivo con graves problemas visoauditivos. El acceso más
inmediato para establecer contacto lo constituye el llamado “tercer canal”, el tacto. Cuyo