La sordoceguera - APSA

con un logopeda de apoyo. En el caso que nos ocupa se refiere especialmente aquellos deficientes
auditivos con pérdidas bastantes severas (ni con audífonos potentes discriminan un 50% de palabras
en una audiometría pedagógica) y cuya posibilidad de adquirir la comunicación oral está determinado
por la actuación específica de un ortofonista, acompañado de unos medios ídoneos que faciliten esta
labor. En este sentido, podemos generalizar y destacamos tres tipos básicos de anee:
1.El niño sordo:
Principales Anomalías.
a. Lenguaje Interior:
- Ausencia o pobreza.
- Anomalías en las asociaciones de objetos por nombres, uso o clasificación.
- Falta de interés en su mundo circundante.
b. Lenguaje Comprendido:
- Dificultad o imposibilidad.
- Errores en la interpretación de órdenes.
- Confusión de palabras semejantes.
- Confusión de fonemas parecidos.
c. Expresión oral:
- Deficiente o nula.
- Pobreza de vocabulario.
- Lenguaje telegráfico.
- Omisión de palabras cortas que sirven de nexos/unión.
- Errores en la construcción de oraciones y párrafos.
- Errores en la estructuración de oraciones y narraciones.
d. Articulación:
- Defectos varios. (Utilizar técnicas de las “disartrias periféricas” de tipo funcional).
- Disfonías funcionales o defectos en la modulación de la voz.
Además de cierta detención o enlentecimiento del desarrollo cognitivo en casos de sordera
congénita o adquirida a edad muy temprana, y cuando la rehabilitación no se ha iniciado
oportunamente. La metodología se basa en la observación visual de las experiencias, creando
hábitos mentales mediante el desarrollo sensomotor y de hábitos lingüísticos por niveles
integrativos.
2. El niño hipoacúsico:
Es el “menos sordo” de los sordos (clasificación educativa).
Dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura. También manifiesta problemas a
nivel de:
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J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.
a) Percepción.
b) Asociación.
c) Globalización.
d) Comprensión.
e) Falta de expresión.
En casos especiales puede albergar componentes asociados.
3. El niño sordo verbal:
Es aquel que le falta la comprensión de la palabra oral. No tiene afectado el nervio auditivo,
ni el oído interno. La inteligencia es prácticamente normal, pero posee una dificultad para
discriminar auditivamente los fonemas. De ahí su imposibilidad de entender el lenguaje oral. En su
rehabilitación se utiliza las técnicas de los “agnósicos auditivos”. Por tanto, se emplean las
asociaciones mentales, discriminaciones auditivas, órdenes, reconocimientos auditivos de palabras,
hábitos mentales, lectura en silencio, asociaciones múltiples, ...
Respecto a la etiología de las hipoacusias detectadas podemos observar el siguiente gráfico.
En dicho estudio estadístico realizado en el CEE podemos observar la predominancia etiológica que
padecen estos alumnos, cuyas edades están comprendidas entre 3 y 20 años.
Como hemos comprobado en estos tres perfiles están resumidos los tipos de subgrupos
categoriales a los que acoge; sin embargo, hemos de tener en cuenta que cada anee posee en sí
mismo una casuística irrepetible, su personalidad, su madurez, su inteligencia, sus condiciones