11.05.2013 Views

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ecuerda la reseña histórica del hermano Armand Thibaud y de Jacques Souriau, constituyen iniciales<br />

experiencias que ilustran el verdadero progreso de la educación de los sordociegos en Europa.<br />

- 130 -<br />

LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.<br />

año 1749 se publica en París la célebre Enciclopedia Ilustrada, uno de cuyos volúmenes versa sobre<br />

“Los Derechos Humanos” y contiene el capítulo Lettre sur les aveugles á l’usage de ceux qui<br />

voient, texto en el que Denis Diderot mantiene la tesis de Luis Vives. Unos argumentos que<br />

apelaban a la igualdad y posibilidad de aprendizaje de las personas con problemática visual. Ciegos<br />

o amblíopes deberían ser educados, pues a pesar de su deficiencia el rendimiento obtenido era muy<br />

satisfactorio. Podían hacer muchas cosas autónomamente, incluso algunas tareas sociales mejor que<br />

muchos videntes, y esto era demostrable. “<strong>La</strong> educación de los ciegos -dice- no debe consistir en<br />

proporcionarles compensaciones, sino en desarrollar las facultades de cada uno, de modo armónico y<br />

sistemático”. Además añadía que la propia sociedad debe cambiar radicalmente su actitud hacia el<br />

ciego para resolver los problemas mentales y emocionales que éste tiene planteados.<br />

Todos estos eventos son muy bien recogidos en la obra Memorias Secretas de<br />

Bachaumon. Su análisis situacional nos indica que la coyuntura cultural en Francia es propicia para<br />

que se inicie una nueva vida intelectual y una renovadora política educativa que redima a los ciegos<br />

tanto de la postración espiritual como del abandono material en que se encontraban; y se conformará<br />

en este contexto un colectivo donde Valentín Haüy imbuido de tales planteamientos y cuestiones<br />

revindicadoras logrará ser el capitán afortunado, el elegido para arribar a puerto, a una tierra<br />

(parafraseando a Diderot y D’Alembert con su famosa “terre, terre” al terminar la Enciclopédie)<br />

que permita redimir el mundo invidente (Bowen, 1985, p.244). Este personaje logra materializar las<br />

ideas de Diderot, aplicando las teorías de Bacon, Condillac, Rousseau, ... aunque dando un enfoque<br />

distinto a las iniciativas de L’Epée, iniciador de los llamados signos metódicos para la educación de<br />

los sordomudos.<br />

Su planteamiento chocaba frontalmente con la pedagogía sordomudística vigente hasta esa<br />

fecha. En definitiva aparece la gran controversia que aún perdura en la educación de los deficientes<br />

auditivos: oral versus gestual, es decir, corriente oralista propugnada por el primer educador de<br />

sordos el fraile Ponce de León frente a la corriente signada propugnada por el abate de L’Epée.<br />

Podemos añadir además otras matizaciones en el sentido del tipo de educación expuesta: individual y<br />

elitista frente a colectiva y pública.<br />

Todo ello se plasma en la fundación parisina el 10 de diciembre de 1784, 34 Rue Denis, de<br />

la “Institution national des aveugles travailleurs”, la primera escuela para ciegos que registra la<br />

historia, hito señero que abrirá el camino de su integración plena como un individuo más de su<br />

comunidad, con los mismos derechos, incluyendo el educativo; de ahí que sea esta institución la que<br />

obtendrá la protección estatal a partir de 1790. Su influjo económico será determinante para su<br />

consolidación ulterior.<br />

<strong>La</strong>s estrategias y técnicas de enseñanza para estos minusválidos no variaban mucho de las<br />

utilizadas durante la misma antigüedad grecolatina en las clases de retórica u oratoria. Memoria<br />

auditiva, ley de ejercicio y ritmo estrófico o de entonación podrían considerarse sus principios<br />

metodológicos esenciales. Igualmente, encontramos que al comienzo de los primeros centros<br />

escolares para ciegos como tales instituciones, su proceso de aprendizaje se realizaba mediante la<br />

repetición verbal y memorística; estas clases eran impartidas por un maestro utilizando como único<br />

instrumento el recurso vocal, es decir, se hacían de viva voz, procurando que los conocimientos<br />

fundamentales de las distintas materias fueran recogidos sintéticamente. <strong>La</strong> secuencia terminaba<br />

- 131 -<br />

J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.<br />

cuando los alumnos debían memorizarlos mediante frecuentes repeticiones. Una vez que el discente<br />

era adiestrado en estas habilidades orales se propiciaba la adquisición de una apoyatura gráfica que<br />

permitiera al menos “refrescar” toda esa suerte de lecciones recitadas y casi cantadas con el<br />

transcurso de los años. Paulatinamente estas estrategias cobraron más importancia pues se puso de<br />

manifiesto la necesidad de que la persona ciega pudiera acceder por si misma a documentos escritos<br />

como base sustentadora de cultura y como expresión de la misma.<br />

Por lo tanto, constatamos que se les iniciaba en la escritura y lectura del alfabeto visual en<br />

relieve, generalmente el más usual era el de la letra bastardilla; utilizando para este menester<br />

algunos de los procedimientos ideados por los calígrafos del siglo XVI. <strong>La</strong> aparición en 1825 del

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!