11.05.2013 Views

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

A la hora de caracterizar la evaluación de sujetos sordociegos, desde un<br />

punto de vista funcional ya que sirve de plataforma estimativa en orden a posibles intervenciones y<br />

por ende eficaz en cuanto a los resultados obtenidos, deberemos establecer las siguientes notas:<br />

-Introyecta gran diversidad de datos aportados a lo largo de su confección, puesto que<br />

permiten describir en toda su extensión el comportamiento del alumno sordociego. <strong>La</strong>s pruebas<br />

psicométricas no se conforman como la única vía posible de obtener esa pretendida información;<br />

por contra la observación diaria suministra indicaciones de mucha importancia en la evaluación de<br />

los alumnos. De ahí, que el maestro, así como los educadores o auxiliares deben, igualmente,<br />

sintetizar estas apreciaciones para integrarlas en el proceso. Dicha información se hace extensiva y<br />

puesta a disposición por parte de todas aquellas personas que conjuntamente inciden en el niño.<br />

-Se dirige hacia un fin preciso, sencillamente porque no guarda el sentido justificativo de<br />

realización por sí misma, sino como requisito importante del nivel de actuación posterior, y/o<br />

- 390 -<br />

LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.<br />

como servicio de la acción educativa.<br />

-Continuidad y permanencia. El proceso a realizar y realizado debe mantener una<br />

continuidad temporal. Si pretendemos efectuar un adecuado seguimiento de nuestro alumno<br />

sordociego, además de la necesaria evaluación inicial debe llevarse a cabo todo tipo de controles<br />

periódicos y progresivos de cada situación, los cuales nos permitirán el ajuste pertienente en cada<br />

caso y cada momento.<br />

-Contextualizarse escolarmente. <strong>La</strong> evaluación debe llevarse a cabo en el ambiente<br />

cotidiano del niño, de su clase, de su lugar de desarrollo como ser humano, que es realmente donde<br />

debe tratarse la resolución de sus posibles dificultades derivadas de la <strong>sordoceguera</strong> (tiempo de<br />

permanencia residencial).<br />

En el gráfico de la página siguiente, la valoración diagnóstica o evaluación inicial debe<br />

constituir la primera fase del proceso; determinará el nivel de competencia general en todas las áreas<br />

del alumno sordociego, estableciendo una descripción global tanto de sus logros como de sus<br />

posibles fallas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es decir, de aquello que el niño sea capaz de<br />

realizar, y en qué grado de ajuste adquirido (consolidado, transición o iniciado en su ejecución).<br />

Aunque es indispensable, mantiene una limitación inherente: el hecho de no suministrar<br />

completamente los recursos necesarios para la elaboración posterior de la intervención.<br />

Y, es, justamente a partir de ese momento cuando se justifica la necesidad de continuar<br />

evaluando. Así pues, se inicia el concepto de evaluación contínua o de proceso, por la cual el<br />

maestro puede verificar la información aportada por la valoración primaria, interesándose por todos<br />

aquellos aspectos no incluidos en la misma, esto es, estudia comportamiento específicos no<br />

previstos, controla la adquisición del discente y reajusta constantemente su acción en función de la<br />

evaluación de las interacciones psicoeducativas producidas en el transcurso de la ejecución práctica.<br />

Por lo que a veces, es aconsejable que durante la fase de toma de decisiones, como señala Gould<br />

(1981), se realice de forma individual un barrido entre las disitintas pruebas normativas, aquellas que<br />

puedan resultar más apropiadas en función de las características específicas del sujeto, así como los<br />

problemas o dificultades de aprendizaje que plantee el alumno sordociego a evaluar en cada<br />

situación.<br />

Hasta no hace mucho tiempo, en el transcurso de la historia diagnóstica, todo diagnóstico de<br />

conducta retrasada estaba íntimamente ligado a la aplicación de pruebas psicométricas, más<br />

conocidas y afamadas por el término de “tests”. <strong>La</strong> creciente demanda de una valoración precisa en<br />

personas sordociegas debe obligar a los profesionales a reconsiderar su “monopolio tradicional de<br />

aplicación” como muy bien auguraba Mittler (1973).<br />

Felizmente soplan en la actualidad nuevos vientos psicopedagógicos. <strong>La</strong> corriente integradora<br />

de atención a la diversidad contempla al niño sordociego como capaz de beneficiarse de la escuela,<br />

comprobando si el ambiente escolar, una vez adaptado, puede constituirse como el más adecuado por<br />

su propia estimulación natural de desarrollo. Siguiendo la propuesta de Sinclair (1986) podemos<br />

establecer que la evaluación psicoeducativa de cualquier niño sordociego debe aglutinar una<br />

propuesta en base a:<br />

- 391 -<br />

J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.<br />

*los elementos aportados por todo tipo de observación, del mismo maestro o de todos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!