11.05.2013 Views

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

La sordoceguera - APSA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

precoz que les permita representar la realidad, captar las informaciones generadas por el entorno y<br />

relacionarse con el mismo, comunicándose con los demás miembros de la comunidad y con los<br />

objetos que se encuentran alrededor. <strong>La</strong> evaluación de personas retrasadas mentales ya ha considerado<br />

estas dificultades208 y es por ello que se han diseñado instrumentos específicos para estas<br />

poblaciones: Cone, 1981; Martín, Márquez, Rubio y Juan Espinosa, 1990, Gil y Polaino, 1991, y<br />

cierto es que algunos de ellos bastante aprovechables para el campo que nos ocupa. Sin embargo,<br />

para sordociegos las mencionadas dificultades se convierten, muchas veces, en barreras casi<br />

insalvables (Zaldívar, Rubio y Rodríguez Santos, 1992). Cuando se pretende realizar una<br />

interacción con estas personas lo que suele ocurrir es que no responden a nuestros requerimientos<br />

comunicativos de índole verbal o no-verbal (Reavis, 1990; Caldwell, 1991).<br />

Al intentar elicitar cualquier conducta básica, por ejemplo, “levanta una mano”, “siéntate” o<br />

“da una vuelta sobre tu propio cuerpo” no siempre obtenemos una respuesta. En estas personas, ya<br />

sea por el grave daño sensorial que impide un procesamiento básico de la información, ya<br />

porque sus sistemas de respuestas motrices, sensoriales y cognitivos están muy disfuncionales, bien<br />

porque su contacto con el exterior es débil debido a comportamientos agresivos o autolesivos,<br />

estereotipias o autoestimulaciones, privación sensorial funcional total, dispedagogía máxima,<br />

hipoestimulación extrema, desconocimiento del problema, posibles fármacos, ... o bien por<br />

determinados estados emocionales como el miedo y la falta de interés por el ambiente que les rodea<br />

(Caldwell, 1991), ... la elicitación de un comportamiento comunicativo y por supuesto la<br />

observación y/o registro de si la respuesta del sujeto se produce o no, o si ésta es en la forma<br />

correcta (si el niño sordociego logra decir “papa” o PAPA por ejemplo) no constituye el único<br />

procedimiento adecuado para interaccionar a este tipo de personas.<br />

<strong>La</strong> investigación por medio de la acción educativa abre nuevas perspectivas, apoyándonos en<br />

un concepto esencial: el lenguaje. Un lenguaje entendido como instrumento de pensamiento,<br />

vehículo de comunicación y expresión de cultura. Un sistema de comunicación que permita a la<br />

208Juan Espinosa, Márquez y Rubio, (1987a,b); Hogg y Raynes, (1987); Rubio, Márquez, Juan Espinosa<br />

y Rodríguez Santos, (1988), ...<br />

- 657 -<br />

J. Inmaculada Sánchez Casado. Tesis Doctoral LA SORDOCEGUERA.<br />

persona sordociega descubrir el mundo y la palabra paso a paso, día a día y conjuntamente. En<br />

definitiva, estar en el mundo, y sentirse parte activa del mismo.<br />

En estas situaciones, el hecho de que el niño sordociego no responda cuando se le requiere no<br />

es criterio suficiente para considerar que dicha conducta comunicativa o de aprendizaje no se<br />

encuentre presente en el repertorio conductual del evaluado. Por ello, la combinación de diferentes<br />

modalidades de interacción comunicativa: dactilológico, lenguaje signado, Braille, mímica natural,<br />

relieve, propioceptividad, mayúsculas en palma, ... en test situacional, entrevista, cuestionarios,<br />

observación natural e informe por otros especialistas e informantes, escalas evolutivas, ... se<br />

convierte en una exigencia fundamental de todo sistema de evaluación para estas poblaciones, y por<br />

ende para poner en práctica un programa de trabajo, así como las indicaciones necesarias para el<br />

seguimiento óptimo del mismo.<br />

4. En cuarto lugar, los procedimientos y estrategias metodológicas del<br />

programa psicoeducativo se ajustarán a las carasterísticas propias del alumno sordociego,<br />

teniendo en cuenta sus necesidades educativas y ajustando las oportunas adecuaciones curriculares<br />

para ofertarle una respuesta correcta. No sólo deben variar sus consignas o estrategias de enseñanza<br />

en relación a los canales de recepción de la información, sino también en función de los sistemas de<br />

expresión de la información o sistemas de respuesta que sean funcionales en un individuo en<br />

concreto. Por ejemplo, si el niño sordociego tiene un pequeño problema motriz para mover los<br />

brazos, no podremos utilizar destrezas que requieran una respuesta de componente signado. Por<br />

ejemplo, “señalar” es un procedimiento muy común en muchas tareas cuando estamos trabajando<br />

áreas diferentes a la motriz, sin embargo puede ocurrir ya que si no nos percatamos, estaremos<br />

subvalorando el rendimiento en estas otras áreas.<br />

Por tanto, el aspecto fundamental de partida lo constituyen todos los procedimientos de<br />

trabajo metodológico. Areas de aprendizaje diseñadas no tendrían razón de ser de no contar con unas<br />

precisas y adecuadas formulaciones procedimentales. <strong>La</strong> formación en estrategias y métodos de<br />

enseñanza adaptados, semiadaptados y específicos para la población sordociega se constituye en un<br />

punto de encuentro de todo el vasto repertorio técnico actual, sin el cual la más mínima

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!