La sordoceguera - APSA

escolares sordociegos, y algunas sesiones de biblioteconomía, animación a la lectura. Con recursos
como la presentación del libro del mes, el boletín de novedades, el libro-forum con lecturas
escogidas, presentación de autores, recital de poesías, promoviendo entre los alumnos mayores la
adaptaciones de textos para sus compañeros sordos o sordociegos, ilustrarlos con dibujos o
ampliaciones de los mismos,... 200
e. Contactos con el mundo de la imagen: cine, forum, internet,...
En principio, ningún escolar debe ser excluido del uso de cualquier recurso didáctico. No
obstante, conviene hacer referencia a los efectos que un uso excesivo de los medios audiovisuales
producen en el niño sordociego y, por tanto, en nuestros alumnos del aula de apoyo, o del centro de
educación especial. En definitiva, éstos no viven fuera de las aportaciones más importantes como
puede ser la inteligencia artificial (Papert, 1960), redes informáticas, imágenes virtuales,...
199En principio, las secciones que pueden interesar al escolar, y que pueden destacarse en la forma
sugerida, son: (según CDU). 03. Enciclopedias generales. Diccionarios. Manuales. 08. Colecciones. 29.
Religiones no cristianas. Mitología. 37. Educación. Tiempo libre. 50. Generalidades sobre matemáticas
y ciencias naturales. 52. Astronomía. 53. Física. 54. Química. Mineralogía. 58. Botánica. 59.
Zoología. 68. Industrias. Profesiones. 70. Arte, música, juegos, deportes. 73. Escultura. 75. Dibujo.
88. Literatura. 89. Geografía. Biografía. Historia, etc.
200En algún caso, como en centros e instituciones fuera de la escuela, habrá que recordar la obligación de
eliminar barreras, acercando las medidas burocráticas y económicas para lograrlo, tratando de concienciar
a las personas responsables de la necesidad de normalizar sus servicios sin discriminación. Habrá que
comprobar, en algunos casos, si hay libros suficientemente variados para que interesen a todos los
alumnos, graduando por edades y niveles escolares.
- 556 -
LA SORDOCEGUERA. Tesis Doctoral J. Inmaculada Sánchez Casado.
El principal fenómeno es el de empatía, ya denunciado por Gastón Mialaret en un estudio
de la Unesco en 1964, sobre aspectos psicopedagógicos de la tecnología audiovisual. 201 Por ello,
sin excluir a nuestros alumnos de tales recursos, sí es conveniente reducirlos a situaciones
concretas, específicas, como complemento a otras actividades y no como recurso generalizado y
cotidiano. Sólo citemos los problemas actuales con los zapping según Ferrés (1994), por ejemplo
era curioso comprobar como a la niña sordociega presimbólica estudiada en primer lugar le
encantaba sentarse horas y horas delante de la tele, y se enfadaba al cambiar de canal.
Los efectos enunciados son más intensos cuanto menor es la capacidad de reacción del
individuo (edad, recursos intelectuales). No olvidemos como afirmaba Vygotski (1979) que
cualquier invención técnica es casi la prolongación de una facultad humana y hay que aprender a
aprovecharla. Vídeojuegos o informática es una cuestión de inercia, su progreso es tal que la
mayoría de los adultos buscamos el modo de adaptarnos a ella (Michael Shallis, 1986), y el
maestro no puede volver la espalda educativa a estas realidades, de ahí que transmitamos un mundo
imaginario capaz de ser llevado a la realidad por medios tecnológicos.
Su uso mediante reglas específicas y la capacidad rápida, animada, programable, flexible, ...
lo convierten en algo tremendamente motivador. (Martí, 1992), y de múltiples posibilidades.
Autores como Deval, 1986; Newman, 1992, Río, 1987; Solomon, 1987; Streibel, 1989, Marco y
Lynn, 1989 o Cole y Lehc, 1992 opinan de semejante forma. Las autopistas de la información así
como la noción de aldea global debe ser prudentemente asimiladas por los niños sordociegos.
Una segunda observación referida a los MAV es la conveniencia de adoptar lo que se
denomina “período carencial” o tiempo del aprendizaje escolar en que no deben usarse tales recursos,
hasta que el niño sordociego no tenga afianzados los sentidos como vía aferente de estímulos,
conociendo y dominando las dimensiones naturales de los fenómenos sensoriales. Aunque, es
preciso reconocer que, a veces lo utilizamos simultáneamente.202 Ya planteaba MacLuhan (1987)
la necesidad de controlar los posibles efectos. Es decir, la necesidad de que la memoria visual,
auditiva, cinestésica, propioceptiva, ... correspondan a las magnitudes naturales porque éstas se
ofrecen -el sonido o la imagen- alteradas por el medio audiovisual (colorido más intenso,
perspectiva distinta, aumentados, ...según los casos). Si la introducción de los MAV es prematura,
y sin regulación psicopedagógica el niño sordociego no habrá acabado de conocer las cosas “en su
estado natural” y la deformación va a ser inevitable.
Tenidas en cuenta ambas observaciones, añadiremos algunas sugerencias para su uso, como
parte del exosistema del niño sordociego:
201En una escala de 1 a 4, gradual y jerarquizada, se constató que el recurso audiovisual ejerce sobre la